Cinco banderas y un camino de Reforma Agraria y Soberanía Alimentaria
A principio de agosto, cinco organizaciones campesinas con presencia nacional avanzaron en la reorganización del capítulo argentino de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) parte de la Vía Campesina Internacional (VC).
Iniciando con mística por el Día de la Pachamama, en el CEFIC-Tierra en Jocolí – Mendoza (que es uno de los institutos latinoamericanos de agroecología de la Vía Campesina) representantes de la Federación Rural para el Producción y el Arraigo (FRPA), la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) y la Federación Nacional Campesina (FNC), el Movimiento Nacional Campesino e Indígena – Somos Tierra (MNIC-ST) y el Movimiento Nacional Campesino e Indígena (MNIC-LVC) consolidaron un proceso que lleva dos años, dando un paso firme para fortalecer su unidad de acción en el país y articularse como parte de este gran movimiento campesino latinoamericano e internacional.
Durante tres jornadas se trabajó sobre los lineamientos programáticos de la CLOC-VC, con intercambio sobre las coyunturas internacional y nacional, compartiendo balances de experiencias anteriores y también limando asperezas; allí se conformó una comisión política nacional con dos referentes por organización y se establecieron criterios para un proceso de consolidación que terminará de refrendarse en diciembre próximo durante el 8vo Congreso Continental de CLOC en México ratificando la membresía de estas 5 organizaciones. Acompañaron la asamblea tres delegados internacionales parte de la comisión de seguimiento de este camino: Nuri Martínez de Colombia, integrante de la Comisión de Coordinación Internacional de la VC, Perla Álvarez de CONAMURI de Paraguay, parte de la Comisión Política Regional, y Silvio Saisari del MST de Bolivia.
La reorganización de la Vía Campesina en Argentina llega en tiempos de desmantelamiento total de las políticas públicas destinadas al sector de la agricultura familiar campesina e indígena, responsable de la enorme mayoría de lo que alimenta a la población argentina: la disolución del INAFCI y el despido de sus 900 trabajadorxs y técnicxs de territorio, la voluntad de cerrar los Institutos de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar (IPAF) dentro de la estructura del INTA, la discontinuidad de la totalidad de los programas y herramientas públicas para acompañar los procesos productivos, de comercialización, de formación, de arraigo y de asistencia específica.

Cinco organizaciones, cinco voces
Después de la realización en CABA del histórico Foro Nacional por un Programa Agrario Soberano y Popular en 2018, con la participación de más de 3.000 personas de todo el país en sus 2 enormes jornadas, sobrevino la victoria electoral del Frente de Todos y la división de las organizaciones. Sin embargo ese boceto de programa alumbrado colectivamente siguió buscando encarnadura en distintas iniciativas empujadas (desde adentro y afuera del Estado) por las organizaciones reagrupadas en dos bloques: la UTEP Agraria y la Mesa Agroalimentaria Argentina. Las 5 organizaciones que dan este paso unitario vienen de cada uno de ellos.
Para Diego Montón del Movimiento Nacional Campesino e Indígena – Somos Tierra (MNIC-ST) “Estamos en un momento histórico donde se replanteó la CLOC – VC en la Argentina, avanzando con la incorporación de organizaciones que comparten principios y horizontes de lucha por la reforma agraria integral, la soberanía alimentaria, la agroecología, el impulso de la Declaración de la ONU de los Derechos de los Campesinos, y comparten esfuerzos de organizar al campesinado”. Sobre las jornadas en Jocolí, Montón destaca “una asamblea participativa donde hubo discusión política, análisis de coyuntura y la estructuración de una hoja de ruta para consolidar esa dinámica internacional en la Argentina. Este camino está asociado también al compromiso de dar prioridad a la formación política y la capacitación en torno a los desafíos que tiene el campesinado frente a la ofensiva del imperialismo y el fascismo en el continente y en el mundo”.
Deolinda Carrizo, referente del Movimiento Campesino de Santiago del Estero y del MNIC-LVC plantea que “ha sido importante la concreción de esta asamblea constitutiva después de un largo trabajo de coordinación entre las distintas organizaciones del hoy Capítulo Argentina, con el acompañamiento de la Secretaría Regional de Sudamérica de la CLOC. En un contexto donde la ultraderecha, el odio, el sistema capitalista financiero avanza en la región, es estratégico que Argentina esté siendo nuevamente parte de esta articulación tan importante. Estas cinco organizaciones iremos representando al país de cara al 8vo Congreso que se realiza en México, y que más adelante nos proponemos construir criterios de incorporación de nuevas organizaciones al capítulo Argentina de la Vía Campesina”.

Para Fernando Castro Schule de la FRPA de Córdoba, “este es un camino que empezamos a recorrer con la voluntad de articular y construir un espacio común de estas organizaciones y que quedó plasmada en estos días con la construcción de acuerdos, apropiación de la agenda de la CLOC VC, y una agenda propia que tiene al sujeto campesino, migrante y de la agricultura familiar como protagonista”. En coincidencia con otrxs referentes agrega que “en esta coyuntura, en este contexto de avance de las ultra derechas, no solamente en Argentina y en América sino a nivel global, coincidimos en la importancia de construir un espacio de unidad para fortalecer al sujeto campesino y hacer frente a esta embestida de vaciamiento de políticas, criminalización de la protesta de las organizaciones sociales, persecución a dirigentes y campesinos que defienden sus territorios de la amenaza de apropiarse de los recursos naturales como son la tierra y el agua principalmente”.
Lidia Furlani de la UTT de San Juan celebra que “la UTT participó y conforma una de las cinco organizaciones que van a tener la membresía de la CLOC Argentina de la Vía Campesina. Es muy importante ya que permite llevar la lucha del campo y hacerla internacional, como procesos de internacionalización de luchas. Era un proceso que la UTT venía intentando desde hacía mucho, prácticamente desde la conformación de la UTT, y se ha podido lograr. Desde las bases más pequeñas en cualquier provincia hasta vincularnos con organizaciones de otros países para aunar esfuerzos en la construcción y sobre todo en la lucha”.
Para Alejandro Sánchez de la FNC de Tucumán, “es necesario formar parte y llevarle esta herramienta a nuestros compañeros y compañeras que están sufriendo en el campo, y cuando hablamos del campo hablamos del pequeño y mediano productor, de la agricultura familiar, de ese sector del campo que a veces no son reconocidos y no llega a las políticas públicas para solucionar los problemas de la producción, que está si tierra y está arrendando, para poder vender su producto a precio justo. Entonces si esa organización a nivel latinoamericano en Argentina puede ayudar a mejorar las condiciones en los compañeros y compañeras que están en el campo, es un gran paso para todas las organizaciones”.

Una realidad adversa y un camino común
La Vía Campesina es el movimiento social más importante del mundo, con presencia en 82 países de los cinco continentes, y representando alrededor de 200 millones de agricultores, pescadores artesanales, pastores trashumantes y comunidades originarias. Organiza al sector productivo responsable de abastecer de alimentos a las grandes ciudades, preservando ambientes naturales y son guardianes y continuadoras de culturas agroalimentarias fuertemente amenazadas por los proyectos extractivos, la uniformidad de las dietas empujada por corporaciones alimenticias y la simplificación de los agroecosistemas que plantea el agronegocio. La formulación política de la Soberanía Alimentaria con la que los pueblos defendemos nuestro derecho a decidir qué producir, cómo producir y cómo distribuir los frutos del trabajo y la tierra, es un aporte estratégico de ese “quién” que representa la Vía Campesina a nivel mundial y que compartió con el resto de la humanidad en 1996 dándole un impulso enorme a la posibilidad de defender y rehacer, lo que las corporaciones del agronegocio desmantelaron en los 50 años de la llamada “Revolución Verde”.
Para Fernando de la FRPA “son varios los frentes de lucha que tenemos por delante, pero entendemos que esta es una herramienta fundamental para ese camino y fortalecer a las organizaciones y al sector en su conjunto”.
Para Lidia de la UTT “es fundamental, más en estos tiempos de neoliberalismo, fascismo y ultraderecha, que tienen un modelo de ataque directo a las organizaciones campesinas. Es un momento de mucha celebración, no quiero dejar de resaltar que es un logro esta asamblea que se ha hecho este fin de semana”.
Alejandro de la FNC plantea que “en nuestro país es necesario la lucha en las calles y la unidad, juntarnos con todo aquello que no crean en este gobierno nefasto de Milei que atenta directamente en hechos al pequeño productor los pueblos originarios, un gobierno neoliberal, un gobierno racista, un gobierno que no mira al campo profundo”.

Deolinda del MNCI-LVC refuerza la importancia de “que el campesinado siga tejiendo redes, siga levantando con más fuerza la bandera por la soberanía alimentaria, la reforma agraria integral, el rescate de nuestras semillas nativas y criollas, atravesados con la mística y el horizonte donde asumimos el reto de que esa nueva sociedad basada en los principios políticos, anticapitalista, antineoliberal, antiimperialista, antipatriarcal, nos vayamos construyendo como organizaciones en el país”.
Diego del MNCI-ST plantea que “tenemos la tarea de instalar en la agenda del campo nacional y popular la reforma agraria y la soberanía alimentaria como dos pilares esenciales para un desarrollo donde pueda primar una patria con justicia social, con soberanía y con independencia económica”.
La reorganización del Capítulo Argentina de la CLOC – Vía Campesina es un paso cargado de esperanza en tiempos de motosierra, apropiación de bienes comunes por las corporaciones, retroceso de derechos y pérdida de conquistas. Un paso unitario llamado a crecer con otras organizaciones. Una buena nueva que se aplaude en campos y ciudades.

Fuente: Huerquen