Declaración de Tewolde Berhan Gebre Egziabher sobre el Protocolo de Bioseguridad

El juicio presentado por Estados Unidos a la Unión europea en los tribunales de WTO sobre Organismos Genéticamente
Modificados presenta principalmente una amenaza al pueblo africano y la soberanía reveladora del alimento de países y
al Protocolo de Bioseguridad

Nosotros los países africanos, que hemos luchado mucho tiempo para el acuerdo y ratificación del Protocolo de Bioseguridad, se siente que las acciones de EEUU se piensan mandarnos un mensaje fuerte y agresivo a nosotros: eso debe escogemos aplicar el Protocolo y rechazar la importación de alimentos de GM, nosotros podemos encarar también la posibilidad de un desafío de WTO. Nosotros no podemos ayudar pero podemos percibir que las acciones de EEUU son una huelga por derecho de prioridad en el Protocolo de Bioseguridad e intereses reveladores de país.

El Protocolo entra en vigencia el 11 de septiembre, coincidiendo con la V Reunión Ministerial de la OMC en Cancún, México. En Cancún, los EEUU llevará a cabo un debate con la UE sobre los OGM. Parte del argumento de EEUU para forzar a la UE aceptar OGM sin cualquier ningún tipo de etiquetas ni restricciones, son que el rechazo de UE crea el hambre en los países en vías de desarrollo. Según EE UU, se supone que sembraríamos con gusto OGM, si nosotros no estuviéramos atemorizados de perder nuestros mercados lucrativos de europeo.

Pero esta premisa es falsa. El único país africano en apoyar la demanda de EE UU era Egipto, que pronto se retractó por motivos de los derechos de los consumidor y preocupaciones ambientales. Los países pobres, y los países africanos en particular, no quiere sembrar OGM sin un sentido crítico y sin el proceso que respete sus sistemas regulatorios. Ellos no desean que sus cosechas estén contaminadas por OGM, por muchas razones independientes del acceso al mercado de Europa. La una consideración importante es la seguridad a la salud humana, animales domésticos y el ambiente. Esto puede sólo se podrá asegurar, a través de las provisiones del Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad, sobre por evaluaciones informadas de riesgo y decisiones basadas en el Principio Precautelatorio.

En segundo lugar, nosotros rechazamos el patentar de seres vivos, como ha sido aclarado por nuestras negociaciones en la OMC. Los procesos naturales de polinización cruzada hacen que nuestros cultivos se contaminen con OGM, y que debido a lo previsto en el El Artículo 34 del ADPIC nuestros agricultores podrían estar infringiendo una patente. Esto dejaría el control de la producción de alimento en las manos de corporaciones multinacionales, con lo cual atenta contra la soberanía alimentaria de nuestros países. Además tendríamos que pagar regalías por el uso de semillas patentadas.

Los sistemas agrícola alrededor del mundo están adaptados a su geografía, la economía y la cultura, y los OGM implican sistemas que requiere de capital y de agroquímicos, lo que amenaza la seguridad de nuestra agricultura y de nuestros alimentos. Etiopía está totalmente contra la introducción apresurada de OGM.

Como un centro de origen y de diversidad de cultivos, nosotros reconocemos las ventajas que tiene una agricultura a escala pequeña, localmente adaptada y biológicamente diversa.

De ahí que las naciones africanas hayan luchado tan duramente para el Protocolo de Bioseguridad, que nos puede servir como una base legal en que proteger nuestra propia soberanía alimentaria. Sospechamos que Africa está en el orden del día de las empresas biotecnológica, para que estas den un último empujón en proceso de aceptación de los OGM. A nosotros nos resiente la imagen estereotipada del hambriento africano que ha sido utilizada para forzar un estilo de la agricultura que exacerba el problema del hambre y la pobreza.

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