Estados Unidos: debates públicos sobre la concentración corporativa en el sistema alimentario

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A lo largo de 2010 el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) y el Departamento de Justicia (DOJ) están organizando una serie de talleres públicos e históricos relativos a los temas de competencia en agricultura en este país.

El primero tendrá lugar el 1ro de marzo de 2010 en Iowa: http://www.justice.gov/

Los talleres fueron primero anunciados por el procurador general Eric Holder y por el secretario de Agricultura, Tom Vilsack en 2009 y son los primeros que se realizan de forma conjunta USDA-DOJ para discutir los temas de competencia y regulación de la agricultura de Estados Unidos (EU). Las metas son generar el diálogo en un momento que hay una creciente preocupación sobre los impactos negativos de la concentración corporativa en el sistema alimentario y sobre la necesidad de regulaciones apropiadas que promuevan una agricultura y alimentos saludables y sustentables.

Los talleres son de acceso libre y abiertos al público, e incluirán a agricultores, rancheros, grupos de consumidores, académicos, empresarios del agro y miembros del gobierno federal, quienes discutirán los temas legales y económicos asociados con la competencia en la industria agrícola. El DOJ y el USDA están buscando incorporar tópicos adicionales tales como los costos del impacto de la concentración en la agricultura, el efecto de las regulaciones y los programas de competencia y las formas en la cuales las reglas de propiedad intelectual y de patentes afectan la producción y las prácticas del mercado en semillas, precios, contratos, propiedad del empacador del ganado antes de que éste sea sacrificado, transparencia de mercado y ventas al menudeo.

En el boletín de prensa del USDA de 2009 donde anunció las audiencias, el secretario Vilsack declaró: “es importante tener un mercado competitivo y justo que beneficie a la agricultura, a las economías rurales y a los consumidores estadounidenses”. El Instituto de Política Agrícola y Comercial (IATP) apoya esta visión. No obstante, para nosotros es claro que la competencia no puede ser revisada exclusivamente como un asunto doméstico.

En Estados Unidos sabemos que los mercados domésticos están extremadamente concentrados. Tan sólo cuatro compañías –Tyson, Cargill, Swift and Co y National Beef Packing Co– controlan cerca de 85 por ciento del empaque de carne. Cargill es el cuarto más grande empacador de cerdo, el tercer productor de pavos, el segundo en plantas de alimento animal, el primero en molinos de harina y el tercero en procesamiento de soya.

Las empresas agrícolas de Estados Unidos también controlan un significativo porcentaje del comercio global en alimentos y productos agrícolas; por tanto, nuestras regulaciones domésticas tienen una gran importancia fuera de este país. Muchas de estas compañías están basadas en la Unión Americana, pero actúan como corporaciones globales. Por ejemplo, Archer Danields Midland (ADM), una de las empresas más grandes de EU en producción y comercio de alimentos, tiene intereses en etanol, biodiesel, ingredientes alimentarios y forrajeros y mercadeo de granos. ADM emplea a 27 mil 600 personas en 58 países en seis continentes. Los canales de granos y oleaginosas de Cargill emplean a 15 mil personas en 50 países. Cargill posee más de la mitad de las acciones de Mosaic Fertilizer Corporation, una de las más grandes compañías de fertilizantes en el mundo, pero también domina el comercio y procesamiento de cereales y granos forrajeros a escala global. Monsanto es propietario de 90 por ciento de las semillas patentadas en el mundo. EU es el productor global más grande tanto de pollo como de carne de ganado y el segundo más grande en puerco. Claramente, los agro-negocios de EU están involucrados en un amplio rango de actividades, que influyen poderosamente sobre la producción, el consumo y el empleo en el orbe.

Adicionalmente, los cabilderos de los agro-negocios tienen un gran poder en el Congreso y en las posiciones que el gobierno de EU toma en sus negociaciones internacionales relativas a agricultura, comercio e inversión.

Luego de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la entrada de Estados Unidos a la Organización Mundial de Comercio (OMC), este país revisó su política agrícola a fin de elevar su producción para los mercados internacionales. A la larga, esto ha llevado a incrementos en subsidios, menos granjas y más grandes orientadas a los sistemas de monocultivo, mayor consolidación corporativa y más utilidades e incremento del dumping por parte de los agro-negocios. Los perdedores reales en este escenario son los productores pequeños, las comunidades rurales y los consumidores. En México, los impactos del TLCAN están bien documentados, van desde la pérdida de unidades de producción familiar, incremento en los costos de los alimentos, pérdida de biodiversidad, migración, violencia e importación de granos estadounidenses con precios dumping , y de carne con precios debajo del costo de producción. En Canadá, los ingresos netos agrícolas están en su más bajo nivel en 70 años no obstante los niveles récord de producción y de exportaciones e importaciones alimentarias. Hoy 80 por ciento de la carne de res empacada está dominado por dos grandes corporaciones. En Estados Unidos, el número de agricultores de pequeña escala está en sus más bajos niveles de la historia y las comunidades rurales están muy disminuidas. Los alimentos en Estados Unidos están dominados por producciones de gran escala y de monocultivo de soya y maíz, que incluyen transgénicos y pesticidas, así como por operaciones concentradas de alimentación animal. Esas tendencias han también contribuido a la erosión de la tierra y a problemas de contaminación y de salud.

Cargill, Smithfield y ADM han podido incrementar sus utilidades a niveles históricos , al desarrollar y controlar mercados en México Canadá y EU (así como en otras partes del mundo). La universidad de Tufts liberó recientemente un reporte que muestra que Smithfield posee actualmente 30 por ciento de la industria de puercos en México y esto es en parte resultado de subsidios indirectos que ha recibido por medio de granos baratos para el alimento animal. Se reporta que la industria de cerdos de México ha sido totalmente reestructurada como resultado de granos baratos y carne de cerdo procedentes de Estados Unidos y que inundan México ¡por importaciones que se elevaron en 700 por ciento durante los 16 años posteriores a la firma del TLCAN!

ADM, el líder en la producción de etanol en Estados Unidos y un importante comprador de granos posee aproximadamente un tercio de Grupo Maseca (Gruma), la industria líder en tortillas. También es propietario de 40 por ciento de acciones en una asociación con Gruma para procesar y refinar trigo. En 2007, cuando los consumidores mexicanos no podían pagar el precio de la tortilla y cambiaron en parte a bolillo, Gruma y ADM estaban también ganando una utilidad.

Es crucial que la reforma en la competencia en Estados Unidos refleje los impactos reales, que son tanto regionales como globales. IATP está trabajando con la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC) y agricultores en Canadá para expresar los impactos negativos de la concentración corporativa por medio de testimonios conjuntos y propuestas comunes de reformas de políticas. Vamos a llevar nuestra crítica tri-nacional a las audiencias del USDA-DOJ y estamos planeando una dinámica regional para generar cambios este año.

Directora de Programa de Comercio y Gobernanza Global de IATP, Minneapolis, Minnesota

Fuente: La Jornada del Campo

Temas: Sistema alimentario mundial

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