Grupo de trabajo del Códex Alimentario sobre alimentos derivados de la biotecnología
En la sesión XXVI de la Comisión del Códex alimentrario, se decidió establecer un grupo de trabajo, que dentro de un período de 4 años, presente un informe sobre alimentos derivados de la biotecnología moderna. Se pidió al Japón que haga una propuesta de trabajo
El grupo de trabajo tiene que elaborar estándares, guías, principios para la evaluación de riesgos y otros documentos relevantes, en base a evidenvias científicas, y tomando en cuenta otros factores legítimos como la salud de los consumidores y la promoción de prácticas de comercio justo.
En la primera sesión, el grupo tendrá que priorizar los temas en los que va a trabajar, pero la propuesta de Japón es la siguente:
-Animales genéticamente modificados, incluyendo peces
-Animales clonados
-Plantas que expresan sustancias bioactivas
-Presencia en alimnetos de elementos transgénicos en bajas cantidades, no autorizados (contaminación genética)
La inclución de estos temas en el ámbito del Códex constituye sin duda una legitimación de la entrada de estos productos en nuestra cadena alimenticia.
De acuerdo al documento, el ámbito de trabajo debe estar basado en la ciencia. Hay que aclarar que este es un término legal, que implica que cualquier decisión que se tome en relación a los alimento transgénicos que van a ser cubiertos por este grupo de trabajo, tienen que estar basados en la ciencia. Esto está en contra corriente con el principio de precaución que dice que ante la falta de evidencias científicas, se debe tomar acciones en favor de la salud de los consumidores. Se diferencia también del término ?que use las mejores evidencias científicas disponibles?. Ante esto es válido preguntar, cuánta información científica se ha generado sobre los impactos de estos organismos transgénicos para que sirvan como base jurídica para el trabajo en el Códex.
Los Gobiernos han invertido escasísimos fondos en estudiar los impactos de los alimentos transgénicos en general, y cuando han surgido algunas evidencias, estas han sido criticadas por científicos favorables al desarrollo biotecnológico y con muy poca independencia en reación a la industria biotecnológica.
El trabajo debe ser hecho en base a los siguientes criterios, de acuerdo a la propuesta de Japón:
Protección del consumidor desde el punto de vista de la salud y de prácticas fraudulentas
La diversificación de las legislaciones nacionales, las mismas que al momento pueden constituir un impedimento al comercio internacional de estos productos, dada la ausencia de una acuerdo internacional que establezca los estándares para su modimiento transfronterizo
El trabajo debe terminar el año 2009.
Aunque los estándares del Códex Alimentarius no son legalmente vinculante (como lo es el Protocolo de Cartagena), estos son usados para la resolución de controversias en la Organización Mundial de Comercio.
Fuente: Acción Ecológica