La expansión del cultivo de soja destruye la Amazonía y El Cerrado con la complicidad de España

Ecologistas en Acción y Rainforest Foundation Norway publican dos vídeos que retratan con diferentes testimonios los impactos del monocultivo de soja en la Amazonía y la sabana tropical de El Cerrado, dos biomas con las mayores tasas de deforestación de Brasil. Este trabajo documental se ha realizado en la época en la que tienen lugar las queimadas, incendios provocados para cultivar a posteriori soja y expandir pastizales para la industria de carne.  

Foto del sitio: Voces en el Fénix

La investigación identifica la responsabilidad de la agroindustria en el incremento de los incendios ilegales y la violencia contra las comunidades locales. Otros impactos son el acaparamiento de tierras, la contaminación de agua y erosión del suelo, así como la pérdida de biodiversidad. Los testimonios recogidos en los videos señalan como infractores a empresas multinacionales como Bunge y Cargill, que compran la soja en las regiones devastadas de la Amazonía y El Cerrado y que son, a su vez, los principales proveedores de soja en el mercado europeo.

A pesar del gran malestar social por los incendios forestales en Brasil, la exportación de los granos de soja a la Unión Europea (UE) de enero a julio de 2020 ha aumentado un 75 % en comparación con el mismo período del 2019, según cifras de la Asociación Brasileña de Industrias de Aceites Vegetales (ABIOVE). Mientras que la importación de torta de soja aumentó en un 2,23 %.

 Los incendios están siendo uno de los factores que ha acelerado la degradación en la Amazonía y El Cerrado. El desmantelamiento de las políticas de protección ambiental y el apoyo gubernamental a la agroindustria. El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) contabilizó 125.031 incendios forestales en el país desde enero hasta el 12 de septiembre de 2020, el mayor registro desde 2010. Para el caso de la Amazonía en julio de este año se registró un aumento del 30 % comparado a 2019. En El Cerrado el incremento fue de un 6 %.

El monocultivo de soja no solo agrava la crisis climática y destruye la biodiversidad, sino que también afecta las comunidades campesinas e indígenas violando sus derechos humanos. La expansión de la frontera sojera ha implicado el desplazamiento y hostigamiento, tal y como documenta en su informe la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT). En 2019 se registraron 1.833 casos de violencia, 23% más que en 2018 y la cifra más alta en los últimos cinco años. Según los datos de esta organización, solo los conflictos por la tierra afectaron la vida de 859.023 personas en Brasil. 

La demanda presentada por Ecologistas en Acción y otras organizaciones contra el Gobierno de España por incumplir sus obligaciones climáticas también se justifica por los impactos de sus políticas comerciales y su acción exterior. Es incoherente que el gobierno español trámite la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y, al mismo tiempo, impulse la firma de un acuerdo comercial con los países del Mercosur que agravaría la deforestación y la emergencia climática. 

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Fuente: Ecologistas en Acción

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