La Iglesia y los OGMs
Sobre los Ogms en agricultura esté en curso dentro de las jerarquías católicas un importante debate ampliamente ignorado por los medios, que en vez dan amplio espacio a las posiciones del Vaticano en materia de procreación asistida o clonación humana
Una visión decisiva trataba de manifestarse en Noviembre del 2003 con un seminario intitulado ?OGMs: amenaza o esperanza?? del cual muchos aguardaban una firme y decidida posición del Vaticano a favor de los OGMs en agricultura.
Como afirmaba Francisco Sala, biotecnòlogo de la Universidad de Milán, la esperanza estribaba en que el Vaticano tomase ?una posición racional sobre los OGMs sin exasperar los terrores viscerales irracionales? Y agregaba? me parece que el Vaticano esta en el buen camino?.
La suspicacia desarrollada por el Vaticano habría sido el fruto de una sólida obra de pressing por parte de los Estados Unidos sobre la Santa Sede de la que se encuentra una interesante reconstrucción en un mensuario online, 30 giorni (dirigido por?Julio Andreotti!). En definitiva los Estados Unidos pedían al Vaticano que tomara una posición neta a favor de los OGMs para compensar la propaganda anti-OGMs conducida por algunos sectores del mundo católico.
En esta ?prima anima? del mundo católico entran por ejemplo los jesuitas de Zambia, Roland Lesseps, del Kasisi Agricultural Training Center de Lusaka y Meter Henriot, del Jesuit Centre for Theological Reflection (Jctr), que en el otoño del 2002 convencieron al gobierno de Zambia a refutar con un gesto clamoroso las ayudas alimentarias americanas por cuanto contenían OGMs.
La toma de posición de estos religiosos no representa un caso aislado en África. También recientemente, en Febrero del 2004, el South African Council of Churches (SACC) que comprende también a la iglesia católica sudafricana, se ha declarado contra la decisión del gobierno de autorizar las importaciones de trigo GM, considerando la carencia de estudios decisivos sobre los riesgos sanitarios y ambientales y manifestando el temor de que Sudáfrica pueda convertirse en el lugar de descarga mundial de los OGMs y el canal para su introducción y difusión en el resto del continente.
Entre mitad de Septiembre y los primeros días de Diciembre del 2002, se realizaron varios encuentros en la Secretaria de Estado sobre la cuestión de Zambia entre el embajador americano en la Santa Sede, Jim Nicholson y el ministro del Exterior vaticano Arzobispo Tauran, y también con el sustituto ( el ?ministro del interior?) el arzobispo Leonardo Sandra. Además hubo un intercambio de notas entre Colin Powell y Tauran, entre el numero dos de la embajada, Brent Hardt y el ahora vice de Tauran monseñor Celestino Migliore (más tarde observador en la sede de la ONU de Nueva York) asimismo entre Nicholson y el general de los jesuitas Meter-Hans Kolvenbach, en calidad de superior ultimo del Jctr de Lusaka.
Pero veamos como presenta el asunto el mismo Nicholson: ?Durante todo el tiempo dedicado al Irak, continuaba teniendo diálogos diversos y fructíferos con la Santa Sede sobre una cuestión moral, un tema vital caro a mi corazón- el relativo a la nutrición de los hambrientos. Desde el momento en que he conocido el potencial representado por el alimento biotecnológico para aliviar la malnutrición y el hambre, decidí trabajar con la Santa Sede para encontrar de hacer sentir su fuerte voz moral sobre este tema(?) La cuestión del alimento biotecnológico se mostró en toda su gravedad en otoño del 2002, cuando la ayuda alimentaria americana ofrecida vía el World Food Program fue rechazada por el gobierno de Zambia por cuanto podía contener un pequeño porcentaje de alimento biotecnológico. Un sacerdote jesuita se encargó en Zambia de alentar al gobierno para asumir esta posición, , influenciando poco a poco a los obispos de Zambia y contribuyendo a la confusión que ponía en riesgo a millones de zambianos?A la luz del juicio positivo expresado por la Pontificia Academia de las Ciencias sobre el alimento biotecnológico, alentando a los exponentes a compartir las conclusiones con los obispos y los nuncios de la manera más amplia, para ayudar a superar la desinformación que había paralizado los esfuerzos del World Food Program en Zambia.( J.Nicholson,Usa e Santa Sede, la lunga strada, Roma 2004,pp 108-111)
El 2 de Junio, en aquello que con aguda lucidez Nicholson llama ?el periodo de la post guerra?
Colin Powell se había detenido en visita al Vaticano y los OGMs habían representado uno de los temas principales de Discusión. El argumento OGM había sido incluido, por requerimiento estadounidense, en la reunión entre el General Powell y el vértice de la Secretaria de Estado vaticana (el cardenal Angelo Sodano, el arzobispo Jean-Louis Tauran) Cinco meses después, en Noviembre el Vaticano organizó el seminario sobre los OGMs confiándole la publicación de los actos al Pontificio Ateneo ?Regina Apostolorum? de los Legionarios de Cristo. El más activo promotor del encuentro fue el cardenal Renato Martino, presidente del pontificio Consejo para la Justicia y la Paz, personaje bastante difícil de encuadrar, entonces Observador permanente de la Santa Sede ante la Onu y presentado por algunas tomas de posición como vecino al movimiento ?no global?.
Otro ilustre sostenedor de los OGMs es Meter Raven, miembro de la Pontificia Academia de las Ciencias, que en ocasión del seminario del 2003 declaraba ?existe hoy una fuerte apelación por parte del mundo científico para una clara toma de posiciones del Vaticano sobre los OGMs. Es todavía difícil decir que se trate de un acuerdo?(pero hay) una tendencia positiva del Vaticano para evidenciar los beneficios de las tecnologías transgènicas?
Entre los altos prelados que se declararon abiertamente a favor de los OGMs se puede recordar al cardenal Ersilio Tonini, que ha declarado?La Iglesia tiene el deber de recoger el grito de los desesperados. Si el alimento transgènico permite verdaderamente sacar el hambre a mil millones de pobres seria un crimen embarrar la calle a los OGMs?. La investigación científica es un don y un deber sacrosanto? poniendo en guardia contra el ?deplorable egoísmo? que impulsa a Europa a boicotear los cultivos biotech ?por clausura proteccionista, por miedo a que disminuyan los precios de sus propios productos agrícolas?. ?Delante a la garantía que no contienen contaminantes, los comería tranquilamente? ha agregado el cardenal Tonini.
Siempre en esta segunda alma de la Iglesia se coloca la prestigiosa revista Civiltà Católica, que en ocasión del seminario dio amplio espacio a dos activos sostenedores de la Ingeniería genética como el padre Gonzalo Miranda, decano de la Facultad de Bioética del ?Regina Apostolorum? y el profesor Giuseppe Bertoni, director del Instituto de Zootecnia de la Universidad Católica del Sacro Cuore de Piacenza.
Pero una gran serie de personalidades del mundo católico han asumido posiciones muy críticas en los encuentros por los OGMs y por el impacto que podrían tener, sobretodo sobre los pobres del mundo que en teoría deberían salvar. En primera línea, como era previsible, el padre Alex Zanotelli que desde las páginas de Nigrizia de Enero 2004 escribía?Ya el verano pasado me quedé anonadado al leer en la Stampa la entrevista al cardenal Renato Martino, presidente del Pontificio consejo para la justicia y la paz, sobre la posibilidad de usar alimentos genéticamente modificados para resolver el problema del hambre. Muchos han reaccionado a la entrevista-ordenes religiosas e institutos misionarios sobretodo. Quizás por esto creo que el cardenal ha convocado el 10-11 de Noviembre pasado a 67 expertos para tener su parecer sobre los organismos modificados genéticamente (OGM) El hecho es que los expertos elegidos eran casi todos favorables a los OGMs. Tengo esperanzas que la Iglesia publique un documento en que declara que los OGM son moralmente inaceptables?
Inclusive la moderada Cimi (conferencia de los institutos religiosos italianos) ha expresado desacuerdos ante la perspectiva de una elección que ?podría favorecer a los grandes grupos agroalimentarios y golpear a los campesinos de los Países pobres. Los mercados más débiles se verán invadidos de productos de bajo costo que hundirán a las economías locales. Sin contar que las semillas modificadas son producidas por las mismas industrias del sector y serian por estas adquiridas creando un mecanismo de dependencia?.
Desde el Tercer Mundo se ha elevado un coro de voces preocupadas o alarmadas por el posible éxito del seminario: de Filipinas Dinualdo Gutierrez, obispo de la diócesis de Marbel, ha escrito al cardenal Martino:?Los invitados al convenio son conocidos por tener una actitud preconcebida o relaciones con instituciones y compañías que promueven los OGMs?Su Eminencia, si esto es verdad estamos preocupados por los resultados que este seminario y por el peso que podría tener sobre vuestra decisión de apoyar el uso de los OGMs.?
La actitud dominante en la ?mayoría silenciosa? de los católicos probablemente coincide con la del principal experto de bioética del Vaticano, Elio Sgrecia, dirigida sustancialmente a la prudencia. Monseñor Sgrecia no rechaza los OGMs por principio ni los acepta acriticamente como una contribución al mejoramiento de la vida humana, sino afirma la necesidad de una verificación profunda de los riesgos antes de su puesta en comercio. Parece una banalidad, pero se debe tener presente que en los Estados Unidos el principio de la llamada ?equivalencia sustancial? implica la equiparación automática a priori entre los productos OGMs y sus homólogos ?naturales?, por lo que, por ejemplo se niega la necesidad de conducir profundos estudios toxicológicos como los requeridos para la autorización para la entrada en comercio de los nuevos productos farmacéuticos.
En una entrevista en Radio Vaticana Sgrecia sostienen que ?Debe darse una información transparente que acompañe tales productos. En los hechos el público debe saber cual es el producto manipulado y cual no. Otra norma debe ser la de conservar las especies tradicionales, es decir la biodiversidad?. También estas son afirmaciones importantes. Significa que los productos OGMs deben ser etiquetados como tales (principio absolutamente rechazado en los Estados Unidos) y que el eventual impacto negativo de una variedad OGM sobre la biodiversidad podría volver no ético el cultivo. Por otro lado, el impacto negativo sobre la biodiversidad (sobre insectos útiles, como las vaquitas de San Antonio, sobre especies selváticas emparentadas) ha sido demostrado por diversos estudios científicos.
Frente a estas numerosas objeciones internas, expresadas en forma más o menos duras o explicitas, la exigencia de salvar la unidad de la Iglesia ha prevalecido y el seminario en cuestión se disolvió como una pompa de jabón. En una entrevista realizada en Radio Vaticano inmediatamente después de su conclusión, el cardenal Martino afirmaba diplomáticamente? El campo de los organismos genéticamente modificados no fue abandonado, pero necesita todavía muchos cuidados. Se debe continuar trabajando? (es decir suspendamos el juicio, que considerando las expectativas que rodeaban el convenio equivale a un paso atrás). Y con gran vergüenza de las multinacionales que tienen prisa por meter en venta las nuevas variedades para amortizar los enormes costos de investigación sostenidos en los anos pasados, especificaba? es importante que cualquier autorización para la utilización de estos organismos en agricultura sea precedida por una valoración científica muy profunda de los efectos a breve y largo termino?. ( Radio Vaticana)
Trabajo realizado por ICEI
Istituto Cooperazione Economica Internazionale