Las fumigaciones en Colombia llegan hasta Ecuador Actualidad Étnica
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Las fumigaciones en Colombia llegan hasta Ecuador
Actualidad Étnica
19-2-03
La intensificación de las fumigaciones a cultivos ilícitos en el departamento del Putumayo por parte de ejército y policía antinarcóticos, ha repercutido en la zona de frontera con el Ecuador, perjudicando a campesinos e indígenas de ese país.
La población indígena y campesina del ecuador interpuso el recurso de amparo constitucional ante los efectos, en la salud y los cultivos, acarreados por las fumigaciones en la frontera norte con nuestro país y que son parte del Plan Colombia como medida para la erradicación de los cultivos ilícitos.
Este recurso fue acogido por un Tribunal de lo Contencioso-Administrativo, que en su fallo ordena a los distintos órganos del Estado ecuatoriano tomar medidas urgentes para atender a estos afectados y evitar que continúen las fumigaciones en la frontera.
El Tribunal encontró culpables a algunos organismos del Gobierno (entre los cuales están la Presidencia de la República y los ministerios de Relaciones Exteriores, de Agricultura, de Ambiente y de Salud) de omisión grave, al no tomar las medidas necesarias para auxiliar a los pobladores de la frontera ecuatoriana que colinda con el departamento del Putumayo en Colombia.
"Los testimonios aportados durante la audiencia pública y los documentos incorporados al proceso no dejan lugar a dudas acerca de las funestas consecuencias en plantas, animales y fundamentalmente seres humanos, como resultado de las fumigaciones con glifosato, producto de suma toxicidad; niños que han perdido la vida, pobladores con sinnúmero de padecimientos y enfermedades, sembríos, plantaciones y cultivos destruidos, grandes extensiones de tierra inutilizadas, agua y aire contaminados", se afirma la resolución del Tribunal.
Agrega que este cúmulo de calamidades es el resultado de que las autoridades no han tomado a tiempo las medidas y acciones destinadas a evitar estos grandes e irreparables daños. Su omisión para evitar tan catastróficas consecuencias es evidente, como evidente es que tan pasiva actitud ha vulnerado garantías básicas consagradas en la Ley Suprema de la República.
En Colombia
Según información oficial, las fumigaciones aéreas, dentro del marco del Plan Colombia, comenzaron oficialmente en el departamento del Putumayo el 22 de diciembre del 2000. Hasta el 28 de enero del 2001 se fumigaron alrededor de 29.000 hectáreas; durante el 2001 se fumigaron 94.000 hectárea. La Policía Antinarcóticos confirmó el incremento de más del 42 por ciento en la aspersión de cultivos de coca en el 2002, especialmente en Putumayo, donde existían más de 50.000 hectáreas de coca.
De acuerdo con el último informe comparativo de las operaciones antinarcóticos en Colombia, desde enero de 2002 hasta el 23 de diciembre pasado fueron asperjadas 129.125 hectáreas de cultivos de coca, es decir, 38.450 más que el año pasado.
En el mismo balance se evidencia que en 2002 fueron fumigadas otras 3.342 hectáreas de cultivos de amapola, frente a las 2.267 del año pasado. En este caso el incremento fue del 47 por ciento en relación con 2001. "De las 50.000 hectáreas de coca del Putumayo que había sin fumigar, sólo queda un poco más de 3.000 que serán asperjadas próximamente", dijo un alto oficial de la Policía Nacional.
Pero el problema más grave, originado por la erradicación, es la contaminación de las aguas, la tierra, y afecciones a la salud human. Según la ONU, cuando las fumigaciones afectan los cultivos de subsistencia el efecto que causa es: "Alejar aún más a las comunidades del Estado. Existen lugares de Colombia donde no se conoce a un médico, maestro o técnico del Plante; pero sí se conoce el ruido de las avionetas de fumigación y lo que éste significa", afirmó Klaus Nyholm, representante para Colombia y Ecuador de la oficina de las Naciones Unidas para la Fiscalización de Estupefacientes y Prevención del Delito, (ODCCP).
Nyholm destacó la erradicación por fumigación como "uno de los instrumentos más importantes en la lucha contra las drogas". Sin embargo, señaló que este método "debería utilizarse exclusivamente contra los cultivos industriales y no contra los cultivos de subsistencia de campesinos e indígenas".
La Organización de Naciones Unidas sugirió: "corregir las fallas que presenta el programa de fumigaciones y reforzar la implementación de programas de desarrollo alternativo y sostenible para los pequeños agricultores campesinos, y comunidades étnicas del país".
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