Libera a los activistas tailandeses de la papaya

Idioma Español
País Asia

¿Por qué dos activistas deben ir a prisión 5 años por exponer un crimen medioambiental?

Bangkok, Tailandia - Jay es doctor en Ecología de la Universidad de Georgia. Pat es Periodista e instructora de yoga. Su historia es acerca de la papaya

La papaya crece en casi todos los patios traseros y es un alimento básico en algunas partes del Sudeste Asiático. Es un ingrediente vital en la cocinaTailandesa y se destaca en famosos platos, como el SomTam, una ensalada picante de papayas.

Gran cantidad de personas en Tailandia cultivan la fruta, y se vieron muy preocupados cuando el gobierno Tailandés comenzó a experimentar con una variedad de papaya transgénica.

Desastre de la papaya Hawaiana

Su preocupación tenía fundamentos. Las plantaciones comerciales de papaya transgénica en Hawaii, fueron desastrosas para los productores de papaya orgánica. El precio de venta de la papaya cayó entre un 30% y un 40% bajo los costos de producción, y el precio que los agricultores obtuvieron el 2003 fué un 600% más bajo que el precio que obtenian por la papaya orgánica. Japón bloqueo el ingreso de papaya para asegurarse que ninguna papaya transgénica entre a su mercado, y esta es ilegal en muchos países. El gobierno aprovó un número de plantaciones experimentales, sin importar las futuras consecuencias.

Greenpeace descubrió la contaminación.

El 24 de Junio del 2004, Greenpeace recibió los resultados de las pruebas de laboratirio que demostraban que la fruta de un árbol de papayas, de las tierras de un granjero local, era genéticamente modificada. El árbol tenia 12 meses, y había crecido de semillas compradas en el centro de investigación del Gobierno en Khon Kan, en junio del 2003. La venta de semillas transgénicas en Tailandia es ilegal.

En julio del 2004, Pat y Jay hicieron pública esta historia cuando actuaron como voceros de un grupo de activistas de Greenpeace, que aislaron la papaya transgénica en el centro de investigación de Khon Kan, la fuente de contaminación. Los activistas, usando trajes de seguridad, removieron la fruta desde los árboles transgénicos, y las aseguraron en contenedores para materiales peligrosos.

Pat y Jay son requeridos por destrucción de un campo de pruebas.

Pat y Jay aparecieron en diarios y televisión exigiendo que el gobierno termine el proceso comenzado por los activistas de Greenpeace, y destruya inmediatamente todos los árboles, frutas, plantas de semillero y semillas de papaya transgénica. La historia se convirtió en uno de los escándalos más grandes de Tailandia.

Ellos fueron acusados de Hurto, violación y destrucción de la propiedad. No se hizo ningún cargo en contra del centro de investigación, que amenazó con quitar el sustento a los productores de papaya contaminando sus siembras; sus semillas se introdujeron en los campos de agricultores que no las querian, y su error condujo a la contaminación de la papaya que tuvo que ser destruida.

Casi dos meses despues de la acción de Greenpeace, el gobierno admitió que un cultivo a 4 kilometros del centro de investigación había sido contaminado, y destruyó las papayas de esa granja. Se comprobó que Greenpeace tenía razón. El gobierno tomó muestras de 2345 plantaciones en 35 provincias. Admitieron que 24 plantaciones habían sido contaminadas con transgénicos.

El Gobierno destruye campo de pruebas.

El 15 de septiembre del 2004, el gobierno destruyó la papaya transgénica en investigación del Centro de Investigación. Así terminaron con el trabajo de derecho público que Greenpeace había iniciado. En lugar de buscar a fondo el responsable de la contaminación, el mismo departamento causante de esta contaminación decidió demandar a Jay y Pat. Estos cargos no son por los hechos ocurridos en julio del 2004, ellos quieren prevenir futuros eventos de esta naturaleza. Esta demanda es para detener futuras protestas en contra de cultivos transgénicos. Es para poner como ejemplo a un profesor de Ecología y una periodista, que se atrevieron a alzar la voz y los enviaron a prisión por ello. Está en juego la naturaleza entera de la sociedad civil, en uno de los países más desarrollados del Sudeste Asiático.

Actúa Ya

Libera a los activistas, envía el mensaje . Actúa Ya!

No dejes que Pat y Jay vayan a prisión por hacer el trabajo que el gobierno debió hacer. Envia un mensaje al primer ministro de Tailandia demandando que deje ir libres a los activistas de la Papaya tailandeses, y que los verdaderos criminales sean procesados.

Fuente: Greenpeace Chile

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