México: salvemos a nuestro maíz, NO al transgénico, es el clamor general en Puebla

Al concluir el foro "Sin maíz no hay país", campesinos, organizaciones indígenas y ambientalistas, académicos de diversas disciplinas e intelectuales hicieron un llamado a rechazar el grano transgénico y a esparcir por todo el país la defensa de la diversidad de los maíces nativos y criollos

Repetirán este mensaje, de lunes a miércoles, en la reunión ambiental del TLC.

Este foro se organizó con el objetivo de hacer llegar a la Comisión de Cooperación Ambiental (CCA) de América del Norte y a los ministros de medio ambiente de México, Estados Unidos y Canadá, que se reúnen en esta ciudad del 21 al 23 de junio, un mensaje claro: México no necesita y no acepta el maíz transgénico. Esa instancia internacional debe hacer recomendaciones claras y enérgicas para detener y revertir la contaminación genética del maíz mexicano.

Entre los participantes se encuentran más de 20 agrupaciones campesinas procedentes de Puebla, Tlaxcala y Oaxaca, como son: Unión de Comunidades Emiliano Zapata (UCEZ), Grupo Vicente Guerrero, Unidad Indígena Totonaca Nahua (Unitona), Consejo Indígena Popular de Oaxaca-Ricardo Flores Magón (CIPO), Comunidades Indígenas por la Defensa del Maíz y la Cultura (Ciudemac), Unión de la Sierra Juárez de Oaxaca (Unosjo), Centro Campesino para el Desarrollo Sustentable (Campesino, AC), Cosecha Sana, Unión Nacional de Fomento, Producción y Comercialización Agrícola, Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), además de las organizaciones Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), Bios Iguana, Greenpeace, Universidad de la Tierra, Guerreros Verdes, el Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano (Ceccam), Cenami, la actriz Jesusa Rodríguez y diversos académicos de la BUAP, UNAM y del INSP.

Estos son algunos de los puntos más destacados que se mencionaron durante el foro:

"Los pueblos indígenas nahuas y totonacas declaramos a los estados de Puebla y Tlaxcala libres de semillas transgénicas. Nos oponemos a que en nuestros territorios desarrollen campos de experimentación y a la importación de maíz transgénico que daña seriamente la autonomía de nuestros pueblos y pone en riesgo la salud de nuestras comunidades. Hacemos un llamado a los pueblos indígenas y campesinos, a las organizaciones civiles, a los ciudadanos en general a manifestarse y a tomar medidas contra el exterminio de la diversidad biológica y cultural de nuestros pueblos, de la soberanía nacional y de la seguridad alimentaria de nuestras familias", aseveró Francisco Pérez Vicente, presidente de Unitona.

"Como indígenas podemos afirmar orgullosos, que nuestros maíces no le han hecho ningún daño a la humanidad. Hoy ante la amenaza de la desaparición de las variedades nativas de maíz por la contaminación transgénica hacemos un llamado a la acción directa a todos los mexicanos: sembremos y consumamos nuestras semillas nativas de maíz, y convirtamos estas acciones en actos políticos cotidianos", declaró Aldo González, de Unosjo.

"En 1998, cuando hubo una fuerte sequía nacional, vimos la necesidad de crear un banco de semillas de maíz, grano del cual somos centro de origen y que ha permitido la sobrevivencia de muchas generaciones. Creamos el 'Banco de semillas nativas de Hueyotlipan', con dos propósitos: conservar el origen de la gente del maíz y resistir la invasión masiva de transgénicos, la amenaza más peligrosa pues se desconocen sus impactos en el ambiente y la salud", dijo Humberto Morales, coordinador de Campesino, A.C.

Con la salud no se juega

Sobre los impactos en salud de los transgénicos, uno de los aspectos más desconocidos del tema, Ana Burguete, del Departamento de Salud Pública y Genómica del Instituto Nacional de Salud Pública, señaló: "Los organismos genéticamente modificados deben ser evaluados al menos desde tres niveles: el clínico, el epidemiológico y el del sistema de salud, antes de que se permita su uso. Eso desafortunadamente no está sucediendo, por lo que los transgénicos no deberían estar en nuestra dieta. En estos momentos, consumir un alimento modificado genéticamente es como jugar a la ruleta rusa porque no hay estudios sobre qué impactos puede tener la modificación genética en sí, qué impactos pueden tener en sus genes vecinos y qué nuevas proteínas, hasta ahora ajenas a la dieta humana, nos están suministrando. A esto se suman posibles efectos de toxicidad, de creación de resistencia a antibióticos y posibles problemas hormonales, reproductivos y neurológicos. ¿Por qué no se nos está informando que ya hay transgénicos en nuestra dieta? La ciencia debe tener por objeto el aliviar la desigualdad, sin embargo, este no ha sido el criterio para producir transgénicos".

"El maíz es el oro de México. Sólo en nuestro país tiene más de 3 mil usos y más de 50 variedades, es por ello que se debe proteger. Estamos alarmados por la torpeza de la política agrícola de nuestro país. Ante ello, debemos promover pequeñas empresas de mejoramiento tradicional de semillas, impulsemos iniciativas que salven nuestro maíz", propuso Alejandro Espinosa, investigador de la UNAM y el INIFAP.

Demandan medidas urgentes

"México es centro de origen y diversidad del maíz. Esto quiere decir que el maíz que se consume en todo el mundo tiene su base aquí, por eso es tan grave que nuestro maíz esté contaminado por los granos transgénicos que llegan de Estados Unidos. Exigimos a la CCA y su consejo de ministros que emitan recomendaciones fuertes para detener la contaminación transgénica", expuso Liza Covantes, coordinadora de la campaña de ingeniería genética de Greenpeace México.

"Es indignante el servilismo de las autoridades mexicanas que han permitido la difusión de los transgénicos en el campo. En el ejercicio más elemental de la democracia exigimos a las autoridades hacer pública la información sobre la contaminación y que se cancele de inmediato la entrada de maíz transgénico a nuestro país. Son los campesinos que desde hace siete mil años cultivan esta planta quienes necesitan apoyo, no las transnacionales", afirmó Julio Glockner, investigador del Instituto de Ciencias Sociales de la UAP.

"Debido a que el gobierno mexicano no hizo nada ante la contaminación genética del maíz, 13 comunidades de Oaxaca y diversas organizaciones solicitaron a la CCA elaborar un informe científico sobre este hecho. Hoy ese informe está listo pero los gobiernos de los tres países han pospuesto la decisión de publicarlo. Desde este foro hacemos un llamado a la CCA y a los ministros de medio ambiente de México, Canadá y Estados Unidos a decir cuándo van a dar a conocer este informe y las recomendaciones para detener la contaminación de nuestro maíz", demandó Pablo Uribe, coordinador de litigio del Cemda.

Las organizaciones llevarán sus demandas a la reunión de la CCA.

Greenpeace México

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