Realizan el “Festival del Maíz y el Kakaw 2025” en Argueta, Sololá

Idioma Español
País Guatemala

La población y líderes comunitarios organizaron un festival para intercambiar saberes y productos con el fin de conmemorar el Día del Maíz y celebrar la apertura de la cosecha en la aldea San Juan Argueta, en el departamento de Sololá.

Desde la madrugada del 15 de noviembre de 2025, en un espacio considerado sagrado dentro de la aldea San Juan Argueta, se realizó una ceremonia maya para dar gracias por la vida, la tierra y la semilla. 

La ofrenda, que incluyó ofrecer alimentos tradicionales, humo de copal, flores y música, fue dirigida por líderes espirituales de la comunidad local. Se convocó a personas de todas las edades: abuelos, jóvenes, niños, que con su presencia reafirmaron la universalidad de la vida y la continuidad intergeneracional.

Argueta, una comunidad mayoritariamente de población K’iche’, está situada junto a la carretera CA-01 Occidente, alrededor del kilómetro 140, un punto de encuentro para diversas comunidades maya K’iche’ y otros pueblos originarios.

El maíz, esencial para la población guatemalteca

Aunque el festival se celebró este 15 de noviembre, es importante recordar que Guatemala reconoce oficialmente el Día Nacional del Maíz, el 13 de agosto, a través del Decreto Legislativo 13-2014. 

El maíz no es únicamente un alimento: para muchos pueblos indígenas es un símbolo espiritual, un pilar de su cosmovisión y el origen de la vida, según el Popol Vuh. Además, el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP) declaró al maíz como “Patrimonio Cultural de la Nación” precisamente por su valor cultural, genético y simbólico. 

El maíz también forma parte de la dieta esencial de la población guatemalteca. Según el Ministerio de Agricultura (MAGA), su consumo en atoles, tortillas, recados y otras variedades de comidas aporta nutrientes fundamentales como la vitamina B1, B9 (ácido fólico), vitamina C, magnesio, hierro y fósforo; además, su producción y diversidad genética son estratégicas para la seguridad alimentaria. 

Origen y propósito del festival

El Festival del Maíz y el Kakaw en español, organizado por tercera ocasión, es un encuentro promovido por los colectivos Awan Colectivo Maya Kaqchikel y Kakaw Chinimital.

El Awan Colectivo Maya Kaqchikel es una organización que trabaja en la conservación de semillas nativas y en la promoción de la agricultura ancestral de la milpa. Mientras que el Kakaw Chinimital, un colectivo de familias mayas, se dedica a la producción de cacao de forma orgánica con enfoque ancestral en Sololá.  

La combinación de maíz y cacao (kakaw en idiomas K’iche’, Kaqchikel y Q’eqchi’) simboliza una conexión profunda entre la vida espiritual, la agricultura tradicional y el sustento de la comunidad.

Mercado comunitario

Durante el festival se habilitó un espacio para el intercambio de semillas, plantas medicinales, frutas, verduras, artesanías y otros productos. Las personas asistentes pudieron deleitarse con el atol de elote blanco y cacao. Este tipo de intercambio refuerza la soberanía alimentaria, porque permite a las familias compartir y preservar variedades de semillas ancestrales sin depender de mercados comerciales.

Jerico Sosa, representante de Kakaw Chinimital, dijo que uno de los objetivos profundos de la celebración es “devolver la sensibilidad de ser” y restablecer la relación simbiótica entre la naturaleza y las personas. Para él, el agradecimiento es un acto espiritual: “La palabra agradecer es importante, es el agrado nuestro con nuestro Creador”.

Sosa se refirió a una de las enseñanzas del libro sagrado de los maya k’iche’ como fuente de sabiduría ancestral: “No somos dueños de nada”. Nos dejaron consejos en el Popol Vuh para que no olvidemos nuestras raíces”.

Contexto ecológico y ambiente del lugar

El sitio de la ceremonia está rodeado de árboles frondosos, un río cercano que funciona como corredor biológico y vegetación. En el ambiente se percibían aromas de pom, incienso y flores de parutz (flor de muerto), mientras la marimba “Flor de Luna”, de Santa Lucía Utatlán, hacía resonar sus teclas de las que salían notas, creando un puente entre lo ancestral y el presente.

El festival incluyó varios talleres para fortalecer los saberes maya: se impartió uno de escritura jeroglífica, impartido por Héctor Xol, maya Q’eqchi’; y otro de cerámica, a cargo de César Guarcax, maya Kaqchikel.

El cierre estuvo a cargo de un concierto del artista Colibrí para celebrar con música la jornada.

Intercambio de semillas y convivencia comunitaria

Al concluir el festival quienes participaron intercambiaron semillas nativas, se analizó la cosecha del año y se compartió un almuerzo. Durante este momento, Eduardo Saloj, del Colectivo Awan, agradeció la presencia de asistentes de diferentes territorios mayas y también visitantes internacionales.

Cacao ceremonial y su valor cultural

El cacao, o “kakaw”, tiene un valor ceremonial. En julio de 2025, se presentó el libro Kakaw: origen, cultura y transformación del cacao en Guatemala, una investigación promovida por el Ministerio de Cultura y Deportes, que se refiere a su origen, usos y como herencia cultural. 

El libro recorre la historia del cacao en al menos 12 departamentos, incluyendo Sololá, destacando no solo su valor cultural sino también su potencial económico y comunitario. 

Además, el cacao ceremonial que produce Kakaw Chinimital es 100% orgánico y elaborado por familias maya en Sololá con técnicas tradicionales. 

La milpa como resistencia ecológica

El sistema milpa —que combina maíz, frijol, calabaza y otras plantas— es una estrategia ecológica ancestral. Según reportes recientes, la milpa contribuye a la seguridad alimentaria local, reduce la dependencia de alimentos ultraprocesados y ayuda a mitigar los efectos del cambio climático. 

Colectivos como Awan han trabajado en conservar semillas nativas y en construir “santuarios de semillas” comunitarios para preservar la biodiversidad agrícola. Por ejemplo, las almacenan en condiciones controladas para garantizar su viabilidad y resistencia. 

Importancia del festival para el futuro

Este tipo de encuentros, además de rescatar y mantener lo ancestral, construye redes de solidaridad entre comunidades. Al combinar ceremonias, agricultura y comercio justo, el festival refuerza la soberanía alimentaria, la identidad cultural y la ecología comunitaria. 

Además, la organización busca la preservación semillas nativas al intercambiar y compartir, se evita la pérdida de variedades tradicionales y también se reduce el uso de semillas modificadas genéticamente, fortalece la economía local y fomenta la conexión intergeneracional, ayudando a mantener viva la identidad maya. 

Fuente: Prensa Comunitaria

Temas: Comercio justo / Economía solidaria, Pueblos indígenas, Saberes tradicionales, Semillas

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