Se intensifica disputa territorial entre compañía de aceite de palma y comunidad camerunesa de Apouh
Recientemente, se ha intensificado una antigua disputa entre la compañía agroindustrial SOCAPALM (Sociedad Camerunesa de Palmas), filial del grupo europeo Socfin, y la comunidad indígena Apouh à Ngog (Apouh) en la región costera de Camerún. Esta tensión ha vuelto a encender debates sobre los problemas que presenta la convivencia entre las comunidades locales y las agroindustrias.
Desde el comienzo de su actividad en 2010, SOCAPALM se ha adueñado de más del 90% de la tierra, más de 3700 hectáreas. Los aldeanos fueron obligados a dejar sus tierras sin ninguna compensación, cuenta Felicite Ngo Bissoum, presidenta de la Asociación de Mujeres Ribereñas de Edéa 1 (AFRISE). Además, la compañía dividió las tierras de la aldea en parcelas numeradas que luego transformaron en plantaciones de palma.
En medio de parcelas de palma que recorren la ruta nacional que lleva a la ciudad costera de Kribi está Apouh, asentamiento de aproximadamente 3000 personas plagado de moscas negras. El espacio del que se dispone resulta insuficiente para la creciente población.
En este contexto, el 25 de marzo los aldeanos se instalaron en la parcela 81: zona en disputa donde las mujeres habían plantado plátanos en un intento de reclamar sus tierras. SOCAPALM quitó los plátanos y los reemplazó con palmas viejas. En respuesta, se desplegó la fuerza policial en equipos de combate, que utilizó gas pimienta y maltrató a miembros de la comunidad.

Foto de Felicite Ngo Bissou. Foto tomada por Leocadia Bongben. Usada con autorización.
La desesperación de los aldeanos
Emmelienne Patience Ndongo, viuda de 46 años y madre de cuatro hijos, fue una de las víctimas de la violencia policial. «A mi coesposa y a mí nos golpearon. No tenemos tierra. Mira al otro lado de la carretera, donde cultivo, cerca de la zanja. Le pedimos a SOCAPALM que nos diera tierras para el cultivo y para que nuestros hijos pudieran construir, porque ya no hay más espacio», contó Ndongo a Global Voices.
Ndongo dijo que los aldeanos necesitan desesperadamente tierras para cultivar. Felicite Ngo Bissou concuerda en que la parcela 81 debería ser devuelta a los aldeanos. En febrero, AFRISE publicó una carta abierta a la compañía matriz, Socfin, reclamaban que se devolviera el territorio ancestral de los aldeanos.
Su majestad Dipote Lindoume, jefe de tercera clase de Apouh, expresó: Debemos acordar con la compañía la porción de tierra que debería ser devuelta a la comunidad. Si se propone esta opción, firmaré todos los papeles. La tierra pertenece al gobierno. La comunidad y SOCAPALM deberían conversar y proponer una solución que facilite el trabajo al Gobierno.
Por correo electrónico, Rouselle Barbara Lienoue, vocera de la compañía, respondió: SOCAPALM es un arrendatario del Estado y no está autorizado a transferir tierras a terceros. Tras revisar las zonas rentadas, SOCAPALM planea ceder al propietario las zonas no rentadas. El Estado es el único que decidirá cualquier potencial restitución de la tierra a las comunidades necesitadas.

Un estudio de la Fundación Earthworm cuestiona esta declaración. La investigación se hizo en tres sitios en 2025, incluido Edéa, y confirma que la sede de SOCAPALM en Edéa, reforma número 1 del arrendamiento, da lugar a la retrocesión de 3712 hectáreas (9172,5 acres) de tierra a autoridades locales descentralizadas, lo que significa que, aunque SOCAPALM renuncia a su responsabilidad, está completamente en su derecho devolver las tierras a los aldeanos.
Tumbas en las plantaciones
Los ancestros de Apouh se asentaron inicialmente al otro lado de la ruta en las tierras fértiles sin rocas. Los colonizadores los desplazaron hacia los emplazamientos actuales; sus tumbas permanecieron dentro de la plantación. «Hay un cementerio familiar en la plantación. Nos lavamos en las tumbas de acuerdo a nuestras tradiciones», cuenta Janvier Etamane Etamane, personalidad importante de las autoridades de Apouh. La Fundación Earthworm confirmó sus declaraciones.
Los alemanes que cultivaban caucho fueron los primeros colonos extranjeros en Apouh. La primera compañía fue SProA, seguida por la Société des Palmeraies de la Ferme Suisse (SPFS). SOCAPALM nació de una fusión y absorción de Ferme Suiza en 2010.
Ngo Bissou explicó a Global Voices que en la época de Ferme Suiza: Era relativamente pacífico. Esta suministraba alimentos a la comunidad y los lugareños cultivaban 874 hectáreas de tierra.
«¿Cuándo fue que el Gobierno le cedió el espacio a SOCAPALM, y por qué? La población fue desplazada de 874 hectáreas (2159,7 acres) de tierra, orugas [maquinaria industrial] nivelaron el terreno, nuestras granjas desaparecieron y se plantaron las palmas», agregó Ngo Bissou.

Cuestiones en juego
En los últimos tres años, aumentaron las tensiones entre los lugareños y la agroindustria, y hubo protestas. La comunidad sostiene que SOCAPALM ha tomado más tierra de la que se había acordado en el arrendamiento. Los miembros de la comunidad piden la devolución de estos terrenos para alimentar a sus familias y subsistir.
La comunidad escribió al Ministerio de Propiedad Estatal, Sondeo y Tenencia de Tierras (MINCAF) con el fin de oponerse a la solicitud de concesión. La comunidad reclama que la tierra fue tomada a la fuerza y ocupada por 16 años, y la compañía pidió una concesión recién en 2023. Reclaman el pago del 20% de las regalías.
El 20 de septiembre del 2023, MINCAF sugirió a las autoridades locales de Sanaga-Maritime definir los límites de la tierra disputada y pidió la intervención de las autoridades tradicionales en la solicitud de concesión de SOCAPALM. La comunidad pide que se acaten las órdenes de demarcación del ministro de acuerdo a las leyes territoriales de Camerún.
Los funcionarios gubernamentales locales a cargo del asunto no coinciden con la comunidad de Apouh. Miembros de la aldea dijeron que acudieron a Cyrille Yvan Abondo, funcionario seccional de Sanaga-Maritime, cuando comenzó el conflicto con SOCAPALM, pero la Policía los expulsó.

En una conferencia de prensa luego de las protestas recientes, el funcionario acusó al jefe de Apouh de no presentarse a los encuentros tripartitos. El jefe refuta esta acusación: afirma que participó en el primer encuentro y en el segundo acudió un representante. La autoridad local no ha emitido ninguna declaración al respecto.
La comunidad cree que SOCAPALM no está dispuesta a acordar una solución duradera, ya que varias reuniones han terminado en punto muerto. Pero la compañía declara lo contrario. «…Nos mantenemos abiertos al diálogo y respetamos los derechos de las comunidades», dijo el vocero de SOCAPALM.
Títulos de propiedad de SOCAPALM
La comunidad Apouh, representada por su jefe, escribió al ministro el 18 de septiembre de 2024 con el objetivo de demostrar que los títulos de propiedad de SOCAPALM son erróneos y engañosos.
Resulta incomprensible que el título de propiedad, que se remonta a 1960, indique que las parcelas de tierra que se encuentran enfrente y detrás de mi palacio llevan por nombre Dehane (otra aldea), mientras que yo tengo un título de propiedad con el nombre Apouh.
En la conferencia de prensa, Lindoume niega la declaración de Abondo de que Apouh no existía en 1960, y dice: «Al contrario, Dehane no existía en 1960. Dehane es una aldea establecida en la plantación de caucho, Hacienda Inglesa (Ferme Anglais), en 1972. Dehane fue un mercado periódico denominado Kongue: el nombre del ferry que transportaba personas a través del río Nyong», contó Lindoume a Global Voices.
Por su parte, SOCAPALM declara: Obtuvimos los títulos de propiedad por la fusión y absorción de Ferme Suiza, que no ha sufrido ninguna modificación desde 1960, y debido a esto, por adquisición, los títulos de propiedad son invariables, definitivos e incuestionables, no pueden ser considerados falsos.
La compañía invitó a la comunidad de Apouh a verificar su autenticidad con la administración pertinente.
Sin embargo, la comunidad afirma que la compañía se ha apropiado de una mayor cantidad de tierras de las que se encuentran en el arrendamiento. SOCAPALM reconoce varios informes en los que llaman la atención pequeñas usurpaciones por parte de la compañía y numerosas usurpaciones de terceros.
Apouh es una de las tantas comunidades camerunesas en las que la convivencia con las agroindustrias se dificulta por la mala planificación, leyes de propiedad obsoletas y el robo de las tierras durante la época colonial.

Stella Tchoukep, activista de Greenpeace Africa, contó a Global Voices que las disputas territoriales perjudican la inversión y el desarrollo social. Pide, en cambio, a las autoridades locales que «prioricen las necesidades territoriales de la población local».
Tchoukep considera que la preparación de reformas de las políticas de propiedad y las leyes territoriales, que se encuentran en discusión desde 2011, son «una oportunidad para reparar el daño y sentar las bases de una convivencia saludable entre los inversionistas y las comunidades locales».
- Traducido al español por Milena Bernachea.
Fuente: Global Voices