Sin maíz (no sólo) no hay país, sino mucho más

Idioma Español
País México

El sistema agroalimentario industrial devasta y los pueblos en México resisten. "La lucha de resistencia [en contra de la introducción a México del maíz transgénico] de las comunidades indígenas y campesinas, de los agricultores medianos, de las organizaciones sociales, ambientalistas, barriales, estudiantiles, de derechos humanos, de la sociedad civil... sigue en pie y no cejará ante el embate contra la vida campesina y contra los cuidadores de la tierra."

Por Antonio Soria

  ¡No toquen nuestro maíz! El sistema agroalimentario
industrial devasta y los pueblos en México resisten,
S/A,
GRAIN/Itaca,
México, 2014.

Aunque la ficha técnica suprascrita indica “sin autor”, en realidad este volumen es resultado de un esfuerzo colectivo inmenso, y el espacio para nombrar a todos los involucrados sería insuficiente. Al respecto, baste decir que la investigación que le ha dado origen al libro y la coordinación editorial corrieron a cargo de tres entidades: el Colectivo por la Autonomía, el Grupo ETC y GRAIN; que los espléndidos dibujos que lo ilustran son del ya ido Rini Templeton, y que los editores van a contracorriente de la usanza: no mantienen derechos reservados y autorizan abiertamente a difundir los textos, siempre que se cite la fuente; en el caso de las fotografías, que por cierto integran un gran acervo, solicitan contactar directamente a los fotógrafos.

Ya el título es elocuente para entender de qué se trata y qué busca esta obra colectiva, pero como eso mismo es dicho inmejorablemente en el prólogo, acéptese aquí la muy amplia cita: “La lucha de resistencia [en contra de la introducción a México del maíz transgénico] de las comunidades indígenas y campesinas, de los agricultores medianos, de las organizaciones sociales, ambientalistas, barriales, estudiantiles, de derechos humanos, de la sociedad civil –y el paciente trabajo de organizaciones de investigación e información con un sentido de justicia como corazón de sus actividades–, sigue en pie y no cejará ante el embate contra la vida campesina y contra los cuidadores de la tierra.

”Este libro intenta documentar la historia reciente de esa lucha, incluido el papel jugado por el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), que aceptó venir a México a impulsar la apertura de espacios de diálogo y sistematización de infinidad de colectivos que no habían sido tomados en cuenta por el Estado o que habían recibido una respuesta violenta ante sus reclamos, por parte del gobierno o de grupos privados de todo tipo.

¡No toquen nuestro maíz! narra también el trabajo de sistematización que emprendieron diversas comunidades de varias regiones del país con tal de enhebrar agravios con ataques, síntomas con efectos, responsabilidad con luces de entendimiento. Esta es su historia.

“La primera parte se dedica a la resistencia creciente entre 2012 y ahora. La segunda parte ilumina la sistematización procedente de diversos rincones. La tercera ofrece el cotejo, el espejo, de los jurados del Tribunal Permanente de los Pueblos que, viniendo desde fuera o de dentro del país, contribuyeron a reafirmar la mirada del pueblo mexicano.”

Las tres partes a las que alude el citado prólogo se despliegan bajo cuatro rubros: el primero es La resistencia, El mosaico es el segundo, Constataciones es el tercero y Reflejos el cuarto. A su vez, el primero se compone de tres textos: uno referido a la avalancha transgénica en México, otro a la resistencia contra los OGM –organismos genéticamente modificados, por sus siglas– en nuestro país, mientras el tercero habla de maíz, soberanía alimentaria y autonomía.

Con dichos textos a manera de punto de partida, el resto del volumen despliega un mosaico –tal como se llama el segundo apartado– en el que sea posible apreciar, desde las múltiples e indispensables perspectivas al tratarse, como se trata, de un tema tremendamente poliédrico, tanto la situación actual, el estado de las cosas en cuanto a la presencia de OGM en México, como las acciones de organización, defensa, denuncia, resistencia y más, que grupos sociales y comunidades enteras han dado y siguen dando. Entre muchos otros ejemplos, apúntese la inclusión de textos como “Territorialidad, subsistencia y vida digna”, “La violencia contra la vida campesina en la región” [de La Ciénega, El Limón, en Jalisco], “Comunidades mayas apícolas vs el Estado mexicano”, “La agroindustria y sus instalaciones”.

Ilustraciones de Rini Templeton

El apartado Constataciones está compuesto por los dictámenes de las preaudiencias que se llevaron a cabo, como se desprende del prólogo y de los capítulos iniciales, en presencia del TPP; los hay de diversos puntos y regiones del país: Tepoztlán, Morelos; San Luis Beltrán, Oaxaca; San Isidro, Jalisco; Maní, Yucatán; Acatepec, Hidalgo...

Finalmente, el apartado Reflejos lo integran cuatro ensayos y una declaración: “El maíz mexicano veinte años después”, escrito por Ana de Ita; “Solicitudes de siembra de maíz genéticamente modificado en México (2012-2013)”, a cargo del Colectivo por la Autonomía, Grupo ETC y GRAIN; “Otro año contra el maíz transgénico”, firmado por Silvia Ribeiro; “Por un sentido común universal”, de la pluma de Jean Robert, y remata la Declaración de Yvapuruvu, que da cuenta de la Alianza Biodiversidad, Red por una América Libre de Transgénicos y Campaña Mundial de la Semilla Vía Campesina.

Poco queda por agregar salvo, claro, la conveniencia de leer a fondo este libro y actuar, individual y colectivamente, en conciencia y consecuencia.

Fuente: La Jornada

Temas: Agricultura campesina y prácticas tradicionales, Soberanía alimentaria

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