Una sentencia ordena en Guatemala frenar la contaminación de los ríos de Santa Cruz Chinautla

Un amparo otorgado a la comunidad maya poqomam ordena atender y mitigar los impactos de la contaminación a los ríos en Santa Cruz Chinautla, una decisión que puede beneficiar a más poblaciones.
El pueblo maya poqomam de Santa Cruz Chinautla, ubicado a unos pocos kilómetros de la ciudad de Guatemala, ha visto cómo los ríos que cruzan por el territorio han perdido su belleza. Efraín Martínez, vocero y autoridad ancestral de la comunidad, cuenta cómo cuando era niño se podía bañar y jugar en esas aguas. Pero la contaminación por desechos los han convertido en lo que llama “el desagüe más grande de todo Centroamérica”.
En medio de una crisis ambiental que ha impactado a los ríos de Santa Cruz Chinautla por los desechos sólidos y las aguas residuales, Martínez también está viviendo una nueva oportunidad para recuperar los ríos de su comunidad, luego de que la población maya poqomam obtuvo un fallo judicial que ordena a la municipalidad a tomar medidas ante el inadecuado manejo de desechos sólidos y la generación de vertederos ilegales.
Se trata de una medida de suma importancia para este pueblo indígena, ordenada por un tribunal de amparo a favor de las comunidades maya poqomam de Guatemala. La sentencia ordena atender el daño ambiental de los ríos Chinautla, Tzaljá y Las Vacas, el cual descarga en el Motagua, el más extenso e importante del país y que desemboca en el Caribe e impacta en el Arrecife Mesoamericano, el segundo sistema de arrecifes más grande del mundo.
Bryslie Cifuentes, abogada de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), organización que acompaña a la comunidad en el caso, explica que esta batalla ambiental podrá ser un referente para otras comunidades con conflictos socioambientales en el país.
“En Guatemala no podíamos hablar de justicia ambiental, puesto que no existen muchos precedentes. Este es un caso icónico porque es la primera vez donde un territorio decide utilizar el derecho como una herramienta en un problema de este tipo”, dice a Mongabay Latam la defensora.

Las autoridades de Chinautla deben reconocer responsabilidad en la contaminación de ríos y restaurarlos. Foto: cortesía Mario Winter / AIDA
Atender y reparar, los alcances de la sentencia
La sentencia, emitida el pasado 5 de junio, obliga a la municipalidad de Chinautla a asumir su responsabilidad en la gestión ambiental, ante la operación de los vertederos ilegales.
Además de cerrar estos basureros ilegales, la decisión judicial también ordenó atender los ecosistemas afectados y diseñar un plan técnico y científico de respuesta a corto, mediano y largo plazo.
Cifuentes señala que en toda la cuenca que está bajo la jurisdicción del municipio de Chinautla no hay un solo vertedero legal autorizado, por lo que la zona impactada debe restaurarse de modo que las comunidades afectadas cuenten con condiciones ambientales adecuadas.
“Esa restauración también quedó dentro de la sentencia, esperando que la municipalidad dé una salida de mediano, corto y largo plazo”, explica la abogada, y agrega que en este proceso las autoridades deben garantizar el acceso a la información y la participación de la comunidad maya poqomam en las decisiones ambientales, algo que todavía no ocurre.
“La municipalidad no dio una respuesta satisfactoria. La respuesta que dio es media página, dista mucho de lo que la sentencia ordenó: un estudio científico, técnico y profesional”, expone Cifuentes.
Mongabay Latam buscó a autoridades municipales de Chinautla para conocer las medidas, plazos y procesos que implementará para cumplir con la sentencia, pero, hasta la publicación de esta nota, no se obtuvo respuesta.

Los ríos Chinautla, Tzaljá y Las Vacas han sido contaminados durante décadas. Foto: cortesía Javier Oviedo / AIDA
Daños históricos a Chinautla
Martínez cuenta que el proceso de degradación ambiental de los ríos comenzó con el crecimiento y expansión de la ciudad de Guatemala, además de la generación de vertederos irregulares de desechos.
Esta contaminación, sostiene, no sólo impactó ambientalmente a la comunidad de Santa Cruz Chinautla, sino también sus modos de vida, al hacer más difícil la siembra para autoconsumo, así como la alfarería, una de las principales actividades de la población maya poqomam, que depende del barro y la arena para su elaboración.
“Parte de la actividad de producción eran las hortalizas, pero ahora con tantos químicos que llevan estos desagües eso ha desaparecido”, lamenta el vocero, quien agrega que también la producción de barro se está terminando y con ella, las artesanías de las que vivían sus habitantes. “Eso va a ser difícil recuperarlo”, sostiene.
Una de las principales causas de la contaminación del río Motagua es el mal manejo de los desechos sólidos, de acuerdo con informe facilitado por AIDA a la Relatoría Especial sobre los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El estudio sostiene que más de 2200 basureros de diferentes tipos no cuentan con permisos ambientales en Guatemala. Además, estima que el 66 % de los residuos urbanos no son recolectados por ningún servicio y el 44 % restante tampoco está siendo dispuesto adecuadamente.

El pasado 5 de junio, la comunidad maya poqomam obtuvo respaldo judicial contra la contaminación de sus ríos en Santa Cruz Chinautla, Guatemala. Foto: cortesía Mario Winter / AIDA
Al recibir elementos contaminantes, el estudio advierte que el río se convierte en una fuente de impactos socioambientales y culturales para las comunidades que dependen de él.
La investigación sostiene que la contaminación en las fuentes de agua se ha reflejado en enfermedades gastrointestinales, morbilidad infantil y desnutrición crónica, casos que se han presentado en los municipios de Chinautla y Chuarrancho, donde tres de cada cuatro hogares recibieron agua contaminada, según el informe.
Manuel Escalante, también autoridad indígena ancestral en Santa Cruz Chinautla, destaca las afecciones de las que ha sido testigo en la comunidad.
“He visto que salen afectaciones en la piel y también problemas intestinales. Nos explicaron que el agua subterránea estaba contaminada con metales pesados y dañaba la salud”, sostiene.
Martínez sostiene que el impacto a la salud ha sido tan grave que integrantes de la comunidad han fallecido, especialmente niños.
“Se ha llevado las vidas de nuestros hermanos. Muchas veces nuestros niños, a veces de nueve o diez años, resultan con enfermedades estomacales, pulmonares, y al no haber atención médica, han fallecido”, relata.
Las autoridades ancestrales de Chinautla y las organizaciones que les acompañan en el caso incluso han argumentado en sus demandas contra las autoridades que viven permanentemente bajo la discriminación y el racismo por su omisión en estos hechos.
“La comunidad ha sido víctima de una forma histórica de discriminación de todo tipo, al convertir su comunidad en un basurero”, afirma la defensora Cifuentes.
La minería, otra amenaza latente en Chinautla
Las comunidades maya poqomam y las organizaciones que les acompañan señalan que los ríos no solo enfrentan la contaminación por los vertederos de residuos, sino también por la minería de arena.
Cifuentes cuenta que los proyectos mineros de este tipo están ubicados en toda la entrada al municipio e impacta en la salud de la población.
“Tú estás en Chinauta y estás respirando todo el polvo proveniente de la contaminación que provocan las areneras. Todo ese material de construcción te queda en los dientes”, relata.
De acuerdo con la organización PBI Guatemala, desde 1989, la agrupaciones maya poqomam en Chinautla se han organizado para defender su derecho a ser consultadas sobre los proyectos mineros en sus territorios.
Actualmente, hay al menos seis proyectos mineros para extraer arena, grava y otros sedimentos solo en el municipio de Chinautla, de acuerdo con datos del Ministerio de Energía y Minas de Guatemala.

Residuos sólidos, aguas residuales y minería de arena están provocando la contaminación de ríos en Chinautla, denuncian organizaciones y dirigentes indígenas. Foto: cortesía Javier Oviedo / AIDA
Sin embargo, las personas que están defendiendo los ríos y sus territorios ven en la reciente resolución judicial un primer paso para recuperar sus ríos y la posibilidad de beneficiar a otras comunidades ante conflictos socioambientales.
“Da esperanza porque si ya hubo un fallo favorable con el tema del cierre de vertederos y de la restauración de los ríos, es una esperanza de que la vía legal que se utilizó pueda utilizarse también en otros casos ambientales”, destaca la abogada.
Las autoridades ancestrales consideran también este fallo como una forma de velar por otras poblaciones y generaciones.
“Esto va a servir como precedente para el futuro de la población maya poqomam, que se tienen que reducir esos focos de contaminación en la actualidad para tener un buen vivir”, sostiene Escalante.

Río Chinautla, ubicado antes de llegar a Santa Cruz. Foto: cortesía Javier Oviedo / AIDA
Martínez espera que la información y el impacto de este caso llegue también a comunidades y autoridades de otras regiones de Guatemala y que comiencen a trabajar medidas para contrarrestar la contaminación de los ríos, especialmente del Motagua.
«Es un logro importante, no solo para nosotros como pueblo poqomam, sino para las futuras generaciones, porque quizás empecemos a sanear un poco del daño ambiental que se ha venido produciendo y que no se ha querido ver”, afirma la autoridad indígena ancestral, quien ha llevado el tema al Consejo Departamental de Desarrollo (Codede) para mayor atención del caso.
Mientras han dado un paso en el intento de recuperar sus ríos, los pobladores de Santa Cruz Chinautla están a la espera de que las autoridades de la municipalidad respondan al diálogo y ejecuten las medidas ordenadas para atender la contaminación.
Fuente: Mongabay