Alimentos modificados genéticamente: europeos tildan de ignorante a Bush
Funcionarios y activistas en la Unión Europea respondieron el martes a las críticas del presidente estadounidense, George W. Bush, al rechazo europeo a los alimentos modificados genéticamente y le pidieron pruebas de que no son perjudiciales para la salud
Bush sostuvo que la objeción de los países europeos a los alimentos modificados genéticamente afectaba gravemente a los países africanos más necesitados. Sin embargo, críticos europeos del mandatario dijeron que las declaraciones de Bush tienen por objeto promover los intereses de empresas biotecnológicas, más que combatir el hambre en el mundo.
'Solo puede haber sido informado por las multinacionales... para hacer una declaración que muestra tanta ignorancia', dijo Patrick Holden, del grupo ambientalista Soil Association.
La Unión Europea dijo que las acusaciones de Bush eran infundadas.
'Es falso que seamos contrarios a la biotecnología o a los países en desarrollo', dijo el portavoz de la Comisión Europea, Gerassimos Thomas en su conferencia de prensa diaria, al añadir que la UE suministra siete veces más ayuda al desarrollo que Estados Unidos.
'Esas cosas dichas por Estados Unidos simplemente no son ciertas', añadió Thomas al indicar que la UE gasta siete veces más capital en ayuda para Africa que Estados Unidos.
Asimismo, el funcionario europeo indicó que la UE centra su capital en mejoras a largo plazo, a fin de ayudar a los campesinos africanos a incrementar sus rendimientos.
Bush criticó el lunes las restricciones europeas contra los alimentos también conocidos como transgénicos al indicar que se basan en temores sin bases científicas, y dijo que la UE debería levantar sus prohibiciones por 'el bien de un continente (Africa) amenazado por el hambre'.
'Debido a esos obstáculos artificiales, muchas naciones africanas evitan las inversiones en biotecnología, preocupadas por que sus productos sean excluidos de los importantes mercados europeos', dijo Bush durante un encuentro de la Asociación de la Industria Biotecnológica, en Washington.
'Por el bien de un continente amenazado por el hambre, exhorto a los gobiernos europeos a poner fin a su oposición a la biotecnología', añadió Bush.
Los granjeros estadounidenses estiman que las restricciones europeas a la biotecnología les ha costado casi 300 millones de dólares anuales, sólo en exportaciones de maíz no realizadas, lo que habría afectado la mayor sociedad comercial del mundo y proyectaría su sombra sobre la cumbre europea-estadounidense que se inicia el miércoles en Washington.
Funcionarios estadounidenses han denunciado que las restricciones europeas a los productos trangénicos han llevado a los gobiernos de Africa a rechazar la ayuda alimenticia estadounidense debido a que contiene grano modificado genéticamente.
Europa impuso una moratoria a la importación de alimentos modificados genéticamente en 1998, en respuesta a los crecientes temores de los consumidores europeos acerca de posibles riesgos a la salud emanados de esos productos.
Fuente: CNN
ARGENPRESS, Internet, 24-6-03