Argentina: afirman que la ganadería ya es más rentable que la soja
Cambio de tendencia en el campo. El alza del precio de la hacienda mejoró la ecuación económica
La ecuación que favorecía al cultivo de soja en la Argentina en detrimento de la actividad ganadera parecería comenzar a revertirse, según un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra).
El trabajo sostiene, a grandes rasgos, que el aumento del precio de la hacienda, la baja del valor internacional de los granos y la suba de los costos internos para la producción agrícola determinaron que, a partir del último bimestre, la ganadería terminara siendo más rentable que el cultivo de la oleaginosa.
El precio en dólares de la hacienda en pie en el Mercado de Liniers, principal plaza concentradora, registró una recuperación del 8,5 por ciento en lo que va del año (el 10,6 por ciento si se toman los últimos 12 meses), que más que compensó el alza experimentada por los costos de producción", asegura el informe.
Mientras tanto, el valor de la soja "retrocedió el 31,9 por ciento en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba)" luego del máximo "registrado el 23 de marzo pasado, cuando alcanzó los 249 dólares por tonelada" para llegar a ubicarse en el puerto de Rosario a un valor que "oscila en la franja de los US$ 165-175 por tonelada".
En el caso de la soja, los costos de producción pasaron de 164,9 dólares por hectárea en octubre de 2003 a 217,6 dólares por hectárea en agosto último, según Ciccra, y acumuló este año un alza del 25,6 por ciento.
Por ello, según considera el informe, "en los últimos dos meses la rentabilidad de la ganadería volvió a ser mayor que la de la soja como ya había ocurrido en los períodos 1990/1992 y 1998/2000 que coincidieron con la recomposición de existencias vacunas".
El trabajo pronostica que se avecina un proceso de revalorización de la ganadería por "la creciente demanda externa de carnes y el alto nivel de consumo doméstico" que en promedio fue de 63,1 kilos por habitante al año en los primeros siete meses del año.
La Nación, Argentina, 4-10-04