Argentina: la rentabilidad agrícola ya no será tan tentadora
En las perspectivas que se trazaban a fines del 2004 sobre la actividad agropecuaria ya se mencionaba con fuerza la caída de la rentabilidad. Esta semana el tema ocupó un importante espacio en los medios tras conocerse un informe categórico de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires
Las tendencias van cobrando cuerpo y siembran preocupación, según el trabajo, los números que arrojará la producción pampeana para la campaña 2004/2005 "es sustancialmente diferente a la observada en 2003/2004".
El informe menciona tres elementos, que combinados, proyectan sombras sobras la perspectiva de mantener buenos ingresos para el sector: "precios de los granos
a la baja, revaluación del peso y costos en alza".
Lo cierto es que no se podía esperar que las excepcionales condiciones que se daban desde el 2002 continuaran y la caída ya empieza a sentirse. En una nota publicada por la revista Nuestro Agro, Carlos Seggiaro de la Fundación Fortalecer explicaba tiempo
atrás que algunas proyecciones hablan de una baja del 50 por ciento en la entabilidad. La causa: ya no se dan los factores externos e internos que propiciaron el buen momento para el campo. "El factor externo es obviamente el alto precio internacional que tuvieron las materias primas hasta comienzos del 2004. Por el lado interno hay que destacar básicamente una feroz devaluación que no estuvo acompañada, en la misma proporción, por un aumento de los costos internos de producción. Como resultado de lo anterior, mientras los precios de los granos (medidos en pesos) subían
por el ascensor, los costos de producción subían por la escalera.", diagnosticaba el economista.
Volviendo al informe de la Bolsa de Cereales, allí se explica en cifras el efecto del descenso de los precios, "tanto en el disponible como en los Mercados a Término, de los principales granos (a excepción del trigo) continúan su tendencia declinante. Han
acumulado bajas superiores al 30% en el último año, con excepción del girasol (18.5% de caída)", se indica.
No obstante, los analistas de la bolsa son optimistas al argumentar que este factor se compensará, al menos parcialmente, con el incremento de la producción y la obtención de mayores rindes gracias al buen comportamiento del clima en la mayor parte del área
agrícola. En soja se esperan entre 35 y 39 millones de toneladas. En trigo se cosecharon algo más de 16 millones de toneladas, contra 14,5 millones de toneladas de la campaña anterior mientras que el maíz estará muy cerca de su récord de 19 millones en la campaña 1997/1998, se esperan 18 millones de toneladas.
El valor de cambio del peso es otro aspecto. La autoridad monetaria argentina está "manteniendo" el precio del dólar y si esto no fuera así seguramente ya habría bajado de los $2,70, apuntan algunos especialistas. Para la institución "por efecto de la
revaluación del peso, verificada en los últimos días, y debido a que los precios de los bienes (medidos por el IPC) se incrementaron levemente durante diciembre, el dólar agrario descendió un 2,5%".
Los costos de producción también están experimentando un proceso de de actualización. Se han incrementado los valores de los herbicidas, el precio para el
arrendamiento de la tierra no ha mostrado bajas significativas y se están recomponiendo las tarifas de los servicios públicos e insumos, un proceso que recién se inició y que promete mantenerse a lo largo del año.
En este contexto no hay que olvidar el punto de la presión tributaria. A pesar de la sostenida crítica a las retenciones agobiantes que aplica el gobierno sobre las exportaciones, no se avizoran cambios en esta materia. En momentos en que los números comienzan a adquirir un tinte cada vez más rojo ya se advierten frentes de conflicto para mediados de año. Así, el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi adelantó que si persiste la actual política de retenciones sin cambios se sacarán los camiones a las rutas en junio.
En un comunicado que llevaba su firma a fines del 2004 el dirigente federado consignaba: "importantes subsectores del campo atravesaron un tiempo de cierto esplendor económico que se va debilitando rápidamente porque, a más de un año y medio de mandato del presidente Néstor Kirchner, se presentan nítidamente los efectos de la ausencia de una política que consolide un rumbo de desarrollo sostenible. Con una circunstancia agravante: ese tiempo de recuperación de la rentabilidad sectorial, tentó al oportunismo de otros sectores que hicieron su propia fiesta a expensas de los productores: el fisco, apretando impositivamente; los proveedores de insumos, multiplicando precios; los obtentores de variedades de semillas, intentando asaltarlos con mayores regalías, etc.", para más adelante agregar: "así, el conjunto comienza a signar una nueva regresión sectorial y de alto riesgo: si no se reacciona a tiempo. Porque aun manteniendo importantes volúmenes de producción su destino seguirá siendo de mayor enriquecimiento para pocos mientras los auténticos productores
agropecuarios y la sociedad en su conjunto ?por reproducción de la misma política a nivel general? sufrirán una nueva frustración de derivaciones impensables".
E-campo, Internet, 28-1-05