Argentina: ley de pesca, sustentabilidad y responsabilidad

Crisis pesquera: la cantidad promedio en kilos de pescado capturado por cada pescador en la jornada de pesca disminuyó en las últimas tres décadas a la tercera parte y la talla media de los peces es ostensiblemente menor

Que los legisladores mediten sus decisiones, que sus propuestas estén respaldadas por sólidas razones y fundamentos y, sobre todo, que un superior objetivo sea inexcusablemente la búsqueda del bien común más allá de las apetencias, urgencias y opiniones de sectores particulares -no importa la clase de poder que tengan-, es algo que los ciudadanos desean y exigen de quienes pusieron en las bancas con sus votos.

En tal sentido, no parece haber sido este el común denominador de la apresurada y en gran medida inesperada votación en Senadores de un proyecto de ley para modificar la Ley Provincial 12.212 sobre el Manejo Sustentable de los Recursos Pesqueros que, paradójica y contradictoriamente, fue sancionada por unanimidad de esa misma Cámara y en Diputados hace un año atrás y, que aún espera ser reglamentada.

Se intenta de esta manera echar por tierra con una norma legal considerada modelo en el país, aprobada a través de un amplio proceso participativo y respaldada con el aporte de científicos locales y nacionales del Conicet con una reconocida trayectoria y conocimiento del ecosistema íctico del Paraná. Un estudio reciente realizado por biólogos del organismo que es referente máximo del sistema científico-tecnológico reveló la profundidad de la crisis pesquera, concluyendo que la cantidad promedio en kilos de pescado capturado por cada pescador en la jornada de pesca disminuyó en las últimas tres décadas a la tercera parte y que la talla media de los peces es ostensiblemente menor. También se ha comprobado que ha disminuido la diversidad de la pesca, al punto que algunas especies de valor alimentario, deportivo y comercial han desaparecido. A través de sucesivos informes este diario ha llamado la atención sobre la necesidad de evitar el colapso de la principal pesquería continental del país, asentada precisamente en el litoral fluvial.

No obstante, tanto la demora de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente en reglamentar la Ley 12.212 como lo acontecido ahora en el Senado demuestran que ha prevalecido primero una morosa actitud respecto de la urgente necesidad de controlar y fiscalizar el recurso y luego una salida que sin duda no contempla que la Ley en cuestión debe proteger a los centenares de pequeños y medianos comerciantes de pescado ?hoy prácticamente quebrados-, a quienes invirtieron apostando al turismo y, fundamentalmente, como bien se ha expresado, a miles de desocupados y subocupados de las numerosas poblaciones costeras que tienen en la pesca artesanal y de subsistencia una tabla de salvación.

Reiteradamente se ha dicho, remarcando la importancia social del tema, que la salud, ocupación y calidad de vida de innumerables familias de escasos ingresos, dependen de que el río mantenga su capacidad de seguir entregando alimento de primera calidad a través de la pesca. Sin embargo la apetencia de unos pocos que pretenden extraer y exportar por encima de la tasa de reposición del recurso, presiona de diferentes modos con una mentalidad marcada por un cortoplacismo que va incluso en contra de la sostenibilidad de la pesca comercial. Este enfoque de la pesca es siempre nefasto, como evidencian las graves secuelas económicas y sociales del colapso de la merluza en el litoral atlántico argentino.

En nuestra región los científicos han explicado claramente que las especies migratorias, como el surubí y el dorado son las más afectadas: quienes ?buscan cubrir la demanda del mercado exterior, principalmente exportación del sábalo a Brasil, Colombia, Bolivia y Nigeria, han aumentado el número de redes y disminuido la abertura de las mismas, provocando un serio impacto al capturar también juveniles y adultos de las citadas especies, siendo afectada además la pesquería del sábalo ya que un alto porcentaje es extraído antes de la maduración?.

Se sabe los huevos y larvas del sábalo son la base de la pirámide alimentaria del Paraná, con lo cual su merma está afectando a las otras especies. Desafortunadamente, la pesca depredatoria y la falta de administración, manejo y control adecuados sobre la que hemos venido advirtiendo no encontrarán solución con la nueva norma legal, que pretende imponerse con el correlativo retroceso de los principales logros de la Ley 12.212, tales como la abertura de malla que ésta fija para que las capturas no se hagan por debajo de la talla reproductiva y el establecimiento de la talla mínima del sábalo, el cimiento de la pesquería.

Cabe esperar que, tal como se ha reclamado desde numerosas entidades de toda la provincia, en Diputados primen la razonabilidad y la responsabilidad, y que la autoridad ambiental proceda a reglamentar la Ley 12.212 con la urgencia que las circunstancias exigen.

PROTEGER - Email: rios.proteger@arnet.com.ar

Diario El Litoral, Santa Fe, Argentina, 16-11-04

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