Chile: etnobotánica y biopiratería: usurpación de conocimientos ancestrales Mapuche
Etnobotánica en plantas mapuche: ¿usurpación de conocimientos medicinales colectivos? Científicos europeos analizan plantas y conocimientos medicinales ancestrales. Organizaciones Mapuche acusan de biopiratería
Hace algún tiempo entró en polémica el interés del multimillonario Bill Gates, junto al gobierno chileno de llevar el idioma del Pueblo Mapuche mapudungun al Internet y programas Windows bajo la licencia de Microsoft, hecho que generó la inmediata reacción de organizaciones Mapuche ante la manipulación de esta lengua sin el consentimiento Mapuche, llamándolo "piratería intelectual". Ahora, relacionado también con la propiedad intelectual y ancestral Mapuche, entró en la polémica los análisis y certificaciones que han hecho científicos europeos sobre las propiedades curativas de más de una veintena de plantas y hierbas medicinales utilizadas ancestralmente por los mapuche.
Las especies fueron seleccionadas de acuerdo con sus usos medicinales, pero son sólo una muestra porque hay otras 60 plantas que están siendo analizadas en los laboratorios daneses.
Para organizaciones Mapuche integrantes de la coordinación de organizaciones e identidades territoriales, este proceso llevado principalmente en la X región en el sur de Chile, sería una práctica de Bio piratería, ya que se estaría en presencia de la apropiación de los recursos genéticos y los conocimientos colectivos de los Mapuche y sus comunidades por parte de instituciones extranjeras de investigación, que conllevara a su posterior procesamiento y comercialización en exclusiva.
Cabe consignar, que los resultados llevados por científicos daneses de la Universidad de Copenhague, ratificaron la eficacia de la mayoría de las plantas medicinales usadas por el pueblo Mapuche sobre determinadas enfermedades, como infecciones de la piel y urinarias o cuadros hipertensivos, así como sus propiedades antioxidantes, antirreumáticas o diuréticas, verificando el conocimiento tradicional de este pueblo con el uso medicinal de las especies seleccionadas.
Para las organizaciones Mapuche de la Coordinación de identidades, esto es una fase del proceso de apropiación de los recursos genéticos y el conocimiento Mapuche que se da mediante su exploración, extracción que es lo que ocurre ahora, y que irían a la privatización de conocimientos colectivos vía patentación.
Las organizaciones, manifiestan su desconfianza ya que todo apunta a que pretenden atribuirse el descubrimiento de las propiedades medicinales de estas plantas y seguramente, para promover la comercialización exclusiva de los productos derivados.
La patentación de los procesos de síntesis de los compuestos derivados de las plantas medicinales Mapuche, como ya ocurrió en varios casos, podría conllevar graves efectos para el sector en Chile, al obligar a productores y exportadores a pagar elevadas sumas a las compañías o laboratorios patentadores en el marco de las operaciones de exportación.
Dichas investigaciones siembran dudas en las organizaciones Mapuche, ya que a través de esta labor denominada ?etnobotánica? ejecutada por las químicos farmacéuticas Jeannette Lauritsen y Lene Jorgensen, de la Facultad de Farmacia Química, Departamento de Farmacognosia, de la Universidad de Copenhagen, Dinamarca y el doctor Alfonso Guzmán, de la Universidad de los Lagos, en Osorno, han realizado una publicación con financiamiento de la ONG internacional Fundación para la Innovación Agraria (FIA) pero sobre 21 plantas medicinales Mapuche, sin embargo, las investigaciones tienen más de 60 plantas en estudio y que no serán divulgadas. Para una de las organizaciones que denuncian la presunta bio piratería, Konapewman, señala al respecto "Llegan investigadores, principalmente extranjeros, algunos a través de organismos no gubernamentales interesados en hacer investigación etnobotánica. Sin embargo, los resultados de sus estudios no son dados a conocer a las comunidades Mapuche. Son entregados a los financiadores, que normalmente son fundaciones internacionales interesadas en obtener el conocimiento que tienen las comunidades sobre los recursos que aquí existen"... "Compañías o laboratorios que se apropian ilegalmente de estos recursos comúnmente vinculadas a la actividad agropecuaria o farmacéutica, o ambas- introducen manipulaciones genéticas a los recursos obtenidos y obtienen patentes que 'justifican' derechos de explotación monopólicos. El material genético existente constituye para las compañías o laboratorios la materia prima central en sus proyectos. En sus investigaciones de prospección biológica frecuentemente obtienen esta información a partir del conocimiento de comunidades, ento nces, ante esto, estamos ante el legítimo derecho de la duda y la acción.", señalaron.
Intervención de la OMPI
Las organizaciones Mapuche esperan que la Coordinación de organizaciones e identidades territoriales en pleno, que agrupa a más de 20 referentes en Chile, asuma medidas al respecto y explore la posibilidad, de ser necesario, en pedir la intervención de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), para que investigue la usurpación de los conocimientos tradicionales de las comunidades Mapuche por parte de compañías e instituciones de investigación
Estos hechos, abren el debate sobre la incapacidad de los regímenes de patentes en reconocer y salvaguardar el conocimiento tradicional y las innovaciones de las comunidades, que carecen de recursos económicos para ganar y defender este tipo de procesos como medida de protección de sus recursos, como ha ocurrido a diferentes otros Pueblos originarios.
Las plantas y sus conocimientos medicinales Mapuche que estarían en esta situación, son: el Cadillo, Meli, Costilla de vaca, Matico, Palqui, Quila, Voqui Colorado, Deu, Huella, Cochayuyo, Chilco, Avellana, Nalca, Latue, Laurel, Tepa, Radal, Calahuala, Sauco, Quintral, Murta, canelo, vira-vira, quinchamali, cachanlahua, paico, entre varias otras.
Responsabilidad del Estado chileno.
Sin embargo, para las organizaciones Mapuche, el gobierno y en general las instituciones públicas, deben hacerse responsable de esta grave situación, ya que cuenta con herramientas internacionales que Chile ha suscrito sobre protección a los conocimientos materiales e inmateriales indígenas, como son la Declaración de Río de Janeiro, el Plan de Acción (Programa 21) y el Convenio sobre la diversidad biológica, aprobados en la Cumbre de la Tierra celebrada en 1992 en Río de Janeiro, Brasil, donde se pone de relieve la necesidad de que los gobiernos y las organizaciones intergubernamentales protejan los métodos de conservación tradicional y los conocimientos de los pueblos indígenas. En el artículo 8 j) del Convenio sobre la diversidad biológica se enuncian las obligaciones jurídicas de los Estados Partes de respetar, preservar y mantener los conocimientos, innovaciones y prácticas de los pueblos indígenas en relación con la conservación y la utilización sostenible de la biodiversidad. En este Convenio se reconoce también el derecho de los pueblos indígenas a compartir los beneficios económicos y sociales que se derivan de la aplicación más amplia de sus conocimientos y prácticas tradicionales.
Asimismo, en la segunda Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la diversidad biológica, los participantes se comprometieron a estudiar la relación existente entre los objetivos del Convenio y el Acuerdo de la OMC (organización mundial del comercio). En colaboración con la OMC y los pueblos indígenas, los Estados examinarán si es posible, y de qué modo es posible, que los derechos de propiedad intelectual preserven y protejan la propiedad intelectual indígena y si se comparten equitativamente los beneficios que se derivan de la utilización de las prácticas y conocimientos tradicionales, sin embargo, Chile, en esta materia, ha sido la nula aplicación.
EcoPortal, Internet, 25-8-04