Científicos discutirán seguridad de transgénicos en la OMC
Este hecho constituye un golpe para la administración Bush, que durante los últimos tiempos logró evitar cualquier debate científico sobre la seguridad de los organismos genéticamente modificados
Por otra parte, significa que la disputa comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea acerca de los alimentos transgénicos será demorada, por lo que no se conocerán los resultados antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
El año pasado, Estados Unidos, Canadá y Argentina lanzaron una disputa en la Organización Mundial del Comercio (OMC) acerca de la posición del bloque europeo respecto a los alimentos genéticamente modificados. Ante estos procedimientos, la OMC designó un panel compuesto por tres personas que se reuniría secretamente para decidir acerca del caso.
Durante los últimos meses, el gobierno estadounidense ha venido luchando para evitar que el panel convocara a un grupo de científicos, basando sus argumentaciones en meras reglas comerciales.
Sin embargo, la Unión Europea ha cuestionado que la OMC sea el lugar adecuado para establecer este tipo de disputas, presionando para que se incluyan científicos en el debate. En un caso anterior, acerca del uso de hormonas de carne vacuna, el debate científico duró cerca de 600 días.
En mayo de este año, un grupo de activistas entregó a la OMC una petición firmada por más de 100.000 ciudadanos de 90 países y más de 544 organizaciones en representación de aproximadamente 48 millones de personas.
Los signatarios, incluyendo al arzobispo Desmond Tutu y al líder campesino francés Jose Bové, han dicho que la OMC no debe socavar el derecho soberano de los países a proteger a sus ciudadanos y su medio ambiente de los alimentos y cultivos genéticamente modificados.
Adrian Bebb de Amigos de la Tierra Europa dijo que ?la primera ronda de esta disputa puede haber sido para Europa, pero las implicancias a largo plazo de este caso pueden ser devastadoras para todos?.
El activista concluyó que ?la OMC es una organización que opera de forma secreta y antidemocrática, por lo que no debería decidir sobre lo que comemos. Los efectos de los organismos genéticamente modificados a largo plazo son desconocidos. Cada país debería tener derecho a poner la seguridad de sus ciudadanos antes del poder económico de la industria de la biotecnología?.
Radio Mundo Real, Internet, 26-8-04