Contracumbre Climática: propuestas para instalar energías limpias y renovables

Idioma Español
País Argentina

Más allá de los señores trajeados que vinieron a discutir negocios , al decir de una dirigente ambientalista, los movimientos sociales volvieron a encontrarse para exponer sus problemas, profundizar estrategias y plantear alternativas

La Cumbre de Cambio Climático pasó sin pena ni gloria por Buenos Aires. Estados Unidos sigue en la negativa de firmar el Protocolo de Kyoto aunque éste entrará en vigor el 16 de febrero próximo.
Mientras en la sede de la Sociedad Rural Argentina los delegados de 148 gobiernos debatieron infructuosamente qué hacer con el cambio climático, sin que el gobierno de George W Bush rubrique el Protocolo de Kyoto y frenar la emisión de gases efecto invernadero, las organizaciones no gubernamentales (ong) junto a movimientos sociales, entre ellos los piqueteros, se abocaron a tratar temas concretos que los afectan directamente. Desertificación a causa de los desmontes, inundaciones, la represión de los gobiernos sobre comunidades locales para facilitar el desembarco de petroleras y la construcción de represas, el desempleo y el lanzamiento de un plan energético alternativo, fueron los temas en torno de los cuales debatieron 247 organizaciones sociales a través de 2,500 delegados entre el 6 y el 17 de diciembre. "Estamos en los preparativos del Foro Social de enero próximo", se entusiasmaban algunos asistentes chilenos, ecuatorianos, brasileños y paraguayos que deambulaban por los pasillos del Hotel Bauen, donde se organizaron las actividades principales de la cumbre paralela.

El espacio elegido es todo un símbolo para el movimiento social argentino: el hotel forma parte de la experiencia de empresas recuperadas por sus trabajadores y desde agosto pasado volvió a abrir sus puertas para recibir pasajeros como en sus mejores tiempos. En los salones que hace décadas fueron boîte, se acondicionaron las sillas para desplegar los seminarios y mesas debate organizadas por la Fundación Heinrich Boll, Coalición Ríos Vivos, el taller Ecologista de Rosario, Fundación Proteger, Oil Watch y el programa Cono Sur Sustentable.

La energía fue el tema saliente del encuentro paralelo tomando en cuenta las experiencias latinoamericanas desplazadas y destruidas por la exploración petrolera y la construcción de represas.

TESTIMONIOS. Franklin Toala es vocero de la comunidad Sarayaku, en Ecuador, y junto a los 2.500 habitantes que la componen vienen resistiendo hace veinticinco años el intento de las petroleras por desplazarlos de su territorio. "Ahora es la Compañía General de Combustibles con su petrolera San Jorge, de origen argentino, quienes están tratando de desplazarnos cuentan con apoyo del gobierno de Lucio Gutiérrez, violando la propia Constitución nacional que en su artículo 84 dice que las comunidades serán consultadas sobre exploraciones de riquezas que están en sus territorios. Aún no nos han desplazado porque la cidh falló dos veces a nuestro favor y reclamó al gobierno que cesen las hostilidades. El último fallo fue en julio pasado pero el gobierno se niega a respetarnos y sigue intentando quitarnos las tierras."

Moira Millán, una joven mapuche argentina de Chubut, está resistiendo junto a otra familia el desalojo del valle del río Carrenleufú, donde desde hace veinte años se prepara un proyecto para construir seis represas hidroeléctricas que inundarán casi 30 mil hectáreas de flora y fauna irrecuperables. Desde junio de 2003, el proyecto, prolijamente cajoneado en los años de Menem, volvió a ser usado como bandera por el gobierno de Néstor Kirchner y su ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, a partir de los contactos y presiones del grupo español Santander, que está dispuesto a invertir 130 millones de dólares. Una parte de la energía eléctrica producida por la central de Carrenleufú se exportará a Chile, donde Endesa tiene lazos con el Santander, y el resto alimentará a la empresa Aluar (Aluminio Argentino), privatizada en los años de Menem y cuyo paquete accionario mayor está en manos del Santander. Los contactos oficiales fueron de alto nivel: primero hubo presiones de José María Aznar y este año con José Luis Rodríguez Zapatero, quien informalmente recordó a Kirchner la importancia de pagar favores cuando un país está en default. La licitación saldría en el primer semestre de 2005. "No creemos en la legalidad de los reclamos de nuestros representantes porque ya no nos escuchan. Confiamos en nuestras propias fuerzas, poniendo el cuerpo en cada reclamo. Las jornadas de 2001 nos enseñaron mucho a los argentinos y ése es el camino defendernos resistiendo todos juntos, hermanos", dijo Millán. En su apoyo, Sara Imilmaqui, una sexagenaria mapuche del alto Bio Bio, contó su experiencia encadenada junto a otras paisanas a los árboles para detener el avance de los carabineros que venían a sacarlos de sus tierras, donde finalmente se levantó la represa de Ralco, en pleno gobierno democrático de Eduardo Frei. "Los policías nos gritaban viejas ignorantes, mientras nos apaleaban. No somos ignorantes, les respondíamos, si lo fuéramos no estaríamos defendiendo esta tierra para nuestros hijos y nietos", sentenció Sara. Para ella la lucha no fue en vano, "aprendimos el valor de unirnos y reclamar desde la comunidad. Y también a pegarles con los pies a los gendarmes mientras nos agarraban de los brazos".

A su turno Lucía Ortiz de Amigos de la Tierra y Ríos Vivos de Brasil, denunció la situación de fraude generada por la represa de Barra Grande. A fines de 2003 la empresa Baesa solicitó eliminar vegetación para el llenado del embalse de Barra Grande, el fraude del estudio de impacto ambiental que se aprobó para la construcción de la represa se hizo evidente: habían omitido la presencia en el área a ser inundada, de miles de hectáreas de bosques primarios, con selvas y especies consideradas últimos remanentes vírgenes del ecosistema.Desde octubre pasado el Movimiento de Afectados por Represas está acampando en el área intentando evitar el desmonte. Más de 2.500 familias están afectadas por esta obra.

El ingeniero paraguayo Elías Díaz Peña explicó las pérdidas también definitivas que trajo la represa Yacyretá. "Cuando se inundaron las islas se perdió definitivamente parte del ecosistema del que nunca siquiera sabremos cuánto valor encerraba para las familias que vivían de él." Kirchner y su par paraguayo, Nicanor Duarte, aprobaron hace dos meses elevar la cota de agua siete metros más para aumentar el volumen de energía generada y la decisión trajo protestas. "Van a inundarse 55 mil hectáreas más de tierra y habrá más de 50 mil desplazados nuevos. No es necesario generar más energía. Lo importante es un plan de ahorro energético eficaz y eso es posible", sentencia Elba Stancich, del Taller Ecologista de Rosario.

El Movimiento Mundial por los Bosques, denunció también el avance de los árboles genéticamente modificados, a partir de la decisión de la Conferencia de Cambio Climático de autorizar en diciembre de 2003 "la inclusión de estas especies para que actúen como sumideros de carbono dentro del marco del mecanismo de desarrollo limpio del Protocolo de Kyoto. Esto fue decidido a último momento sin consulta ninguna a los grupos de ong ligadas al tema", denunció Raquel Núñez, vocera del movimiento con sede en Montevideo, quien presentó además el libro de Chris Lang, Árboles genéticamente modificados. La amenaza definitiva para los bosques, un alegato sobre esta nueva realidad.

PROPUESTAS. "Planteamos la necesidad de la energía verde, es decir aquella generada a partir de fuentes energéticas renovables cuya producción se realice en forma sustentable, sin dañar el medio ambiente", sintetiza como propuesta el sociólogo chileno Manuel Baquedano, director del Instituto de Ecología Política, con sede en Santiago. Para Sara Larraín, directora del programa Cono Sur Sustentable y ex candidata presidencial chilena en 1999, "la disyuntiva de la hora es plantear la energía como motor del desarrollo o verla como instrumento del mercado. En ese sentido nosotros lanzamos lo que llamamos la Plataforma Energética, donde planteamos que la energía es un derecho de las comunidades, implica el concepto de soberanía sobre esa energía y debe ser puesta al servicio del mejoramiento de la calidad de vida de las poblaciones de los países que poseen esos recursos naturales".

En las calles de Buenos Aires se sucedieron los escraches a la conferencia oficial, donde pudo verse a piqueteros compartiendo con ecologistas sus problemas comunes. "En América Latina aún no tenemos un movimiento masivo en temas de energía y ambiente. Sin embargo, Chiapas marcó una inflexión en el movimiento social y se están generando verdaderas redes internacionales de los afectados por estas políticas estatales sin conciencia por la energía. Falta introyectar en la gente que cada vez que enciende una luz en la comodidad de su casa, una familia es desplazada para aumentar la inundación y generar más energía"

BRECHA, Uruguay, 23-12-04

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