Ecuador no tiene filtros para cuidar su biodiversidad

El Ecuador dispone de elementos jurídicos para defender los recursos genéticos, pero estos no se aplican

Quito - John Daly, científico del National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (EE.UU.), recolectó en el Ecuador, ranas venenosas de la especie Epipedobates tricolor (hoy llamadas Epipedobates anthonyi).

Daly identificó a partir de los anfibios, un analgésico 200 veces más potente que la morfina: la epibatidina. El químico que se consiguió se llama ABT-594 y es un derivado de la epibatidina, pues en estado puro es tóxica.

Luego de aislar este compuesto, lo duplicó de forma artificial, es decir, en el laboratorio. Aun cuando todavía no existen fármacos a disposición de los pacientes, el potencial económico es enorme, ya que se aplicaría en el tratamiento de personas con dolencias crónicas sin las consecuencias de los compuestos derivados de la morfina, como los problemas respiratorios.

En la actualidad, ya se comercializa la epibatidina con fines de investigación. Por ejemplo, hace varios meses la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) compró un frasco de este químico, de 10 ml, a un costo de 200 dólares, para análisis.

Para adquirir esta sustancia, hay que ingresar a la página de internet de alguno de los laboratorios como Sigma Aldrich.

No obstante, el potencial médico de las drogas sintetizadas a partir de compuestos naturales aún no se ha cuantificado. Tampoco se ha determinado el volumen de negocios que se generarían con las ventas de estas nuevas drogas.

El equipo que trabaja para las universidades de Indiana(EE.UU.) y la Aukland (de Nueva Zelanda) desarrolla a partir de la misma especie, una nueva droga llamada epiquinamida. A este fármaco se lo conoce como alcaloide 196.

La particularidad es que este compuesto actúa sobre los receptores neuronales llamados nicotínicos, es decir, los que tienen una estructura similar a la nicotina. Así consta en un artículo de la revista de la Sociedad Americana de Química y Farmaconosis de EE.UU.

En la publicación consta que 183 ranas Epipedobates anthonyi fueron colectadas a 14 km de Santa Isabel, Azuay, en septiembre de 1987.

Entre las potenciales aplicaciones para la epiquinamida constan el tratamiento contra la esquizofrenia, el mal de Alzheimer, la epilepsia, en el tratamiento de varias adicciones.

A criterio de Elizabeth Bravo, de la ONG Acción Ecológica, este es un nuevo caso de biopiratería, pues no se cumplieron las regulaciones nacionales para este tipo de investigación. ?No se cumple con lo estipulado en la Resolución 391 del Acuerdo de Cartagena?.

Según esta ONG, no existe evidencia de que el Instituto Ecuatoriano Nacional de Áreas Protegidas y Vida Silvestre (Inefán), la entidad que regulaba estos temas antes del Ministerio del Ambiente, haya otorgado una licencia de manejo para que esta especie de rana ecuatoriana fuera explotada con fines comerciales.

Manolo Morales, abogado ambientalista, indica que el tratar estos temas dentro de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con EE.UU. es peligroso. ?Muchos de los derechos que buscan asegurarse, están basados en muestras de recursos genéticos que se obtuvieron sin permisos?.

Las ranas silvestres de la especie Epipedobates anthonyi segregan toxinas en su piel .

El dato
En el Ecuador están identificadas aproximadamente 38 especies de dentrobatidos. De estas, cerca de 14 producen toxinas.

Punto de vista
Luis A. Coloma / director del Museo de Zoología de la PUCE
?Las leyes no se cumplen?

Los científicos de las universidades de Indiana y Aukland trabajan en la síntesis de la epiquinamida y están muy cerca de conseguirlo.

Aún el proceso para desarrollar un fármaco con aplicaciones comerciales es largo. Luego de sintetizar la sustancia se deben elaborar los análogos, los cuales son sustancias similares que se modifican para que no sean tóxicas para el hombre.

Existe un tercer compuesto en análisis que se sumaría a la epibatidina y epiquinamida.

El Ecuador dispone de elementos jurídicos para defender los recursos genéticos, pero estos no se aplican. Al parecer, los ejemplares de Epipedobates anthonyi se colectaron sin autorización, pues en la publicación no consta esa información, lo cual es inusual en este tipo de revistas científicas.

De igual manera la Decisión Andina 391 sobre Acceso a Recursos Genéticos está vigente en el Ecuador desde 1996, pero no conozco de medidas legales planteadas por el país para evitar que este tipo de acciones se produzca otra vez.

El Comercio.com, Internet, 9-11-04

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