España: ayuntamiento de Casas Ibáñez rechaza cultivos transgénicos
Un ejemplo para otros. Greenpeace y Tierrallana han expresado su satisfacción El municipio pide que la Junta no autorice estas plantas
La asociación Tierrallana y Greenpeace han expresado su satisfacción, tras recibir la notificación oficial de que el pasado 20 de marzo se aprobó en el pleno del Ayuntamiento de Casas Ibáñez una propuesta de rechazo a los cultivos transgénicos en el municipio.
La propuesta, presentada por la Asociación de Consumidores y Usuarios Ecológicos La Tierrallana1, de Castilla-La Mancha, salió adelante con los votos a favor de PSOE e IU y en contra del PP.
Estas dos entidades han mostrado «una profunda satisfacción pues vemos más cercano el sueño de la mayoría de los ciudadanos, que, cada vez más conscientes de los peligros de estos cultivos manipulados genéticamente, quieren vivir en un mundo sin transgénicos», afirma Fernando Llobell, presidente de La Tierrallana.
«Este pequeño paso -añade- es muy importante en el largo camino hasta que nadie se atreva a utilizar a la naturaleza y a los ciudadanos en un gigantesco experimento genético».
La propuesta aprobada consiste en una petición al Gobierno de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para que no se autorice el cultivo de transgénicos en el término municipal, y en general, en toda CastillaLa Mancha.
Pide también que la región se integre en la Red Europea de Regiones Libres de Transgénicos, tal y como lo han hecho las Comunidades Autónomas del Principado de Asturias y País Vasco.
Otros ámbitos
Otro de los aspectos que contempla es que el Gobierno de Castilla-La Mancha se dirija a la Administración Central para instarle a que «establezca una moratoria que suponga de hecho, la prohibición en España de la liberación voluntaria, comercialización e importación de productos con OMG...», tal y como las Cortes de CastillaLa Mancha ya habían aprobado por unanimidad en una resolución de mayo de 2002.
«Son casi 200 las regiones y más de 4.500 los municipios de toda la UE que se han declarado libres de transgénicos, lanzando así un claro mensaje a una Comisión Europea que sigue anteponiendo los intereses de las multinacionales a los de los ciudadanos y del medio ambiente», ha declarado JuanFelipe Carrasco, responsable de la campaña contra los Transgénicos de Greenpeace.
«Es una muy buena noticia para nuestra organización dado que el pasado mes de octubre la Unidad de Delitos Transgénicos de Greenpeace se reunió en este municipio con la corporación municipal de Casas Ibáñez ante la preocupación de las organizaciones ecologistas y sociales de esta zona», ha añadido.
Según Greenpeace, España, el país de la UE que cultiva mayor superficie de transgénicos a gran escala, es un ejemplo claro de que los transgénicos generan una serie de graves problemas, tal y como se demuestra en el informe La Imposible Coexistencia 3, presentado por Greenpeace junto a organizaciones agrarias.
Tras 11 años de cultivo, se ha comprobado que las semillas MG no reportan los beneficios prometidos por la industria biotecnológica: No reducen el empleo de productos químicos en el campo; sus rendimientos -sigue Greenpeace- son menores, o en el mejor de los casos equivalentes a los de las variedades no MG.
Sus impactos sobre el medio ambiente, añaden, están cada vez más documentados; no mejoran la calidad de los alimentos, sino incertidumbres sobre la inocuidad de los productos que los contienen, y no contribuyen a aliviar la pobreza en el mundo. Un informe presentado por Greenpeace la semana pasada se muestra la alta variabilidad del contenido de una toxina insecticida presente en el maíz MON 810 (el tipo de maíz MG cuyo cultivo toleran los gobiernos de España y de la Región).
La investigación concluye que las concentraciones de toxina Bt en las plantas son altamente impredecibles y completamente diferentes de los niveles ofrecidos por Monsanto cuando solicitó la autorización para comercializar este maíz.
«Todos estos datos arrojan nuevas incertidumbres y preocupaciones con respecto a la seguridad y la calidad del maíz transgénico, y ponen en entredicho el sistema de autorizaciones de la UE», ha recordado Carrasco. «Por todo ello, animamos a que esta decisión del ayuntamiento de Casas Ibáñez se extienda a muchos otros municipios y a la CC AA de CastillaLa Mancha», concluye.