Estudio indica que plantas transgénicas afectan la biodiversidad

Mientras que en Brasil, el principal exportador mundial de semillas de soja, se legaliza el cultivo de soja transgénica, en la Unión Europea (UE) se da un duro golpe a los defensores de la producción de este tipo de alimentos

7.octubre/2003 - Brasil ? Adital/Canal Solidario ? En la UE ya estaba prohibida, mediante una moratoria comercial, la importación de alimentos modificados genéticamente a falta de pruebas científicas sobre su inocuidad para la salud o para el medio ambiente. La semana pasada, salieron a la luz, en el diario británico The Guardian, las conclusiones del mayor experimento sobre transgénicos llevado a cabo hasta la fecha y las recomendaciones de los científicos pasan por la prohibición de dos de las tres especies con las que se ha experimentado.

Durante tres años los científicos británicos han comparado campos cultivados con semillas transgénicas de maíz, colza y remolacha azucarera con cultivos convencionales de las mismas especies. En las primeras, la remolacha y la colza modificadas afectaban seriamente la biodiversidad de los campos adyacentes. Mala noticia para las multinacionales del sector, Monsanto, Syngenta y Bayer, que se encontraban negociando una nueva moratoria que permitiese la comercialización de estos productos dentro de la UE.

Consecuencias para Brasil

Después de que el lobby por la liberalización de la soja transgénica ganara la lucha en Brasil, la batalla pasa a ver quién controlará ahora el mercado. Los combatientes son las grandes empresas, dueñas de latifundios y en control de los avances tecnológicos que apuestan por las semillas genéticamente modificadas, y los medianos y pequeños agricultores. Es de esperar que ganen los grandes y las consecuencias son bien predecibles, el aumento del éxodo y la miseria rural, de la concentración de la tierra y de la dependencia tecnológica. Por no decir que Brasil deberá olvidarse de sus exportaciones de soja a Europa.

Mientras en el Reino Unido, donde la oposición popular a los transgénicos es bien conocida, parece muy probable que se deniegue la autorización al cultivo de colza y remolacha modificada. El maíz transgénico podría recibir el visto bueno pero nunca para el consumo humano, bajo unas normas muy estrictas (ya que existe la posibilidad de que contaminase cultivos convencionales) y como concesión a las grandes empresas. EE.UU., por su parte, donde el cultivo de transgénicos está liberalizado, amenaza a la UE con pleitear ante la Organización Mundial del Comercio si continúa la moratoria que prohíbe este tipo de cultivos dentro de las fronteras.

ADITAL, Internet, 7-10-03

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