Francia: aclamado por partidarios, el sindicalista francés José Bové abandona la prisión

Fue condenado a 10 meses de cárcel por destruir plantas modificadas genéticamente. La Asociación por una Agricultura en Larzac ya le ofreció empleo

AFP Y PL - Villeneuve-les-Maguelone, 2 de agosto. El líder antiglobalización francés José Bové, encarcelado desde fines de junio, salió este sábado de la prisión de Villeneuve-les- Maguelone, en el sur de Francia, en medio de aclamaciones de unos 200 partidarios. Un juez autorizó la víspera a José Bové estar en su casa sin ser vigilado y podrá laborar para una sociedad agrícola, la Asociación por una Agricultura en Larzac, que propuso darle trabajo.

Bové, detenido desde el 22 de junio, debía cumplir una condena de 10 meses por destrucción de plantas modificadas genéticamente, pero gozó de una reducción de su condena en cuatro meses: dos meses en el marco de la gracia colectiva que se otorga todos los 14 de julio, día de la fiesta nacional
francesa, y otros dos a título personal, acordados por el presidente de Francia, Jacques Chirac.

José Bové, nacido en Burdeos en 1953, inició su militancia en 1972, cuando se negó a hacer el servicio militar como objetor de conciencia. En 1987 se declaró "anarcosindicalista" y fundó la Confederación Campesina, sindicato agrícola con el que se comprometió en la lucha contra el "productivismo agrícola a ultranza" y la "lógica liberal" del proceso de mundialización. La acción que lo propulsó a las primeras planas la realizó el 12 de agosto de 1999, cuando organizó en Millau, en Aveyron, un "desmantelamiento" de las obras de un restaurante McDonald's, para protestar contra las sanciones aduaneras impuestas por Estados Unidos contra los productos europeos. A partir de ese momento se convirtió en el líder de cierta oposición a la mundialización salvaje y un personaje mediático francés.

Asistió a conferencias de instituciones internacionales, como la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Seattle, Estados Unidos, en 1999; la del Grupo de los Ocho (el G-8) en Génova, Italia, en 2001, y apoyó a los zapatistas de Chiapas, en México, a los campesinos palestinos y el Foro Social de Porto Alegre, Brasil. Desde 1998 ha sido condenado por destrucción, en especial luego del caso McDonald's, pero la destrucción de plantas transgénicas, contra las cuales lleva adelante una lucha sin cuartel, es la que le ha causado más condenas.

Pero los 44 días que estuvo detenido desde junio pasado cambiaron a José Bové, el criador de ovejas que ahora confiesa que se siente afectado por las condiciones de su cautiverio y cierta disminución de su popularidad. Cuando surge la amenaza de un regreso a la cárcel, abandona la provocación para mostrarse discreto.

La Jornada, México, 3-8-03

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