Kuala Lumpur: acuerdan reglamento internacional para exportaciones de OGM

El acuerdo cuenta con la oposición de Estados Unidos. Aplicable desde septiembre de 2003, este instrumento de la Convención sobre la Biodiversidad Biológica de 1992 autoriza a un Estado a prohibir la importación de OGM en virtud del principio de precaución

KUALA LUMPUR - Más de cien países llegaron hoy a un acuerdo para una reglamentación estricta de las exportaciones de organismos genéticamente modificados (OGM) a pesar de la oposición de Estados Unidos.

En Kuala Lumpur, los firmantes de un acuerdo de la ONU que entró en vigencia el año pasado culminaron cinco de días de trabajo adoptando "un sistema riguroso" que establece normas para el mantenimiento, transporte, empaque y la identificación de los productos transgénicos, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUE).

El texto, saludado como una victoria por los ecologistas, fue adoptado a pesar de la oposición de Estados Unidos, principal productor de OGM en el mundo, y de otros países exportadores.

El encuentro fue consecutivo a la adopción por 86 países más la Unión Europea del protocolo de Cartagena de 2000 sobre los movimientos a través de las fronteras de los OGM.

Aplicable desde septiembre de 2003, este instrumento de la Convención sobre la Biodiversidad Biológica de 1992 autoriza a un Estado a prohibir la importación de OGM en virtud del principio de precaución.

Estados Unidos no ratificó el protocolo de Cartagenea y efectúa una campaña para la aceptación de los OGM en el mundo, afirmando que no representan riesgo ni para la salud ni para el medio ambiente.

Al terminar la conferencia, la organización ecologista de los Amigos de la Tierra estimó que el acuerdo concluido en la capital de Malasia "hizo fracasar las tentativas de Estados Unidos y de otros países exportadores de OGM de debilitar" el protocolo de Cartagena.

Estados Unidos reaccionó diciendo comprender las inquietudes suscitadas por las OGM en ciertos países, pero expresó sus dudas sobre el realismo del nuevo acuerdo.

"No creemos posible erigir barreras y procedimientos reglamentarios que no se apoyan en la ciencia", declaró una portavoz estadounidenses, Deborah Malac.

Según el nuevo sistema, las exportaciones de OGM para ser introducidos directamente en el medio ambiente, como los peces y las semillas, deben mencionar que están destinado a un uso en una zona delimitada, entregar un contacto en caso de urgencia, identificar la naturaleza del riesgo y la manera como el OGM deben ser utilizado, precisa un comunicado del PNUE.

Los nombres comunes, científicos y comerciales del organismo y su código de modificación genética deben ser precisados, así como los datos de los intermediarios. Las reglas de mantenimiento y almacenaje también deben ser claramente indicadas.

Todos los transportes al por mayor de OGM destinados al consumo humano y animal o para ser transformados, como la soya y el maíz, deben llevar una etiqueta donde se explique que "pueden contener organismos vivos modificados", precisó el PNUE.

La conferencia también creó un grupo de trabajo para elaborar antes de 2008 las reglas para las querellas y las indemnizaciones vinculadas al transporte internacional de OGM. (AFP)

El País, Uruguay, 27-2-04

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