Las mil funciones de un gen, por Gonzalo Palomino Ortiz

El problema de los transgénicos va mucho más allá de la inevitable dependencia que crean debido al control corporativo que los caracteriza: se trata de un nivel de incertidumbre científica inaceptable para que sean liberados al ambiente o integren nuestros alimentos

?Hay científicos que no saben dónde termina su laboratorio y dónde empieza su ignorancia? (Alejandro Nadal)

Y nos quedamos amarrados al cuento de que cada gen determina una característica, que la domina, que puede convertirla en hereditaria, y, nos tragamos la carreta del incremento de los rendimientos, de las resistencias y muchas otras mono-herencias ... pero resulta que ello no es tan cierto:

Según declara Francis Collins, director del proyecto en Estados Unidos, ? Un mismo gen podría tener 20 funciones diferentes dependiendo de la interacción con otros genes?. El Dr. Tim Hubbard del Instituto Sanger en Reino Unido, afirmó para la BBC, que ?esto significa que cada gen puede ser utilizado en muchas diferentes formas, dependiendo de cómo está regulado. El gran tema es la regulación. Lo que controla los genes es todavía un enigma.?

Silvia Ribeiro, nuestra periodista especializada en estos temas, se hace unas preguntas ...? qué pasa con los genes aislados que son trasladados de una especie a otra, como es el caso de los transgénicos?

¿Cómo se comportan en interacción con los genes de la especie a la cuales fueron introducidos y activados artificialmente? ¿Qué funciones pueden activar o desactivar: en una planta, o, en quienes la consuman, en organismos y en todo el ambiente? ... No hay respuesta.

Ciencia o teologia

En Scientific American del mismo mes de octubre, John S. Mattick afirma: ?Las suposiciones pueden ser peligrosas, particularmente en ciencia. Usualmente comienzan con la interpretación más plausible o más cómoda de los datos disponibles. Pero cuando esta verdad no puede ser inmediatamente probada y sus fallas no son obvias, las suposiciones a menudo se transforman en artículos de fe, y se fuerza a las nuevas observaciones a acomodarse a éstos?

Las vacas locas

Mattick, registra investigaciones según las cuales, el ácido ribonucleico (ARN) por sí mismo, y no sólo el ADN, tendría la capacidad de formar proteínas, dogma en el cual se han basado 50 años de biología molecular. Este comportamiento del ARN podría explicar, por ejemplo, el surgimiento de la enfermedad de las vacas locas. Reseña también investigaciones publicadas en la misma revista en octubre 2003, que indican que la regulación genética dependería tanto de una capa epigenética (alrededor de los genes y no en ellos), como en parte del ADN llamado ?silencioso?, que es más de 98 por ciento de lo que contienen nuestros cromosomas y que no es basura como se llama en inglés (junk DNA), sino que tendría funciones cruciales.

Sin embargo, con éstas dudosas e incompletas bases ?científicas?, las cinco trasnacionales que controlan los cultivos transgénicos a nivel mundial, con la colaboración de políticos ignorantes y mercaderes, los hacen llegar a la mesa de todos, usándonos como conejillos de indias, reafirma Silvia Ribeiro. Y para colmo, cuando campesinos, ambientalistas y consumidores reclaman que ante lo que se no conoce se debe aplicar un principio de precaución, que ellos no quieren contaminación transgénica en el maíz ni en ningún otro cultivo, los mismos políticos los llaman ignorantes.

Ninguna empresa afirma que los transgénicos son sanos. Sólo dicen que ?no hay evidencias de que sean dañinos? y sobre esto cabalgan las regulaciones de ?bioseguridad?. Para ellos se esta volteando la torta: La Organización Mundial de la Salud, en el Foro Global de los Alimentos, octubre 2004 en Bangkok, reconoció que no tienen estas evidencias porque no las han buscado!... Y, el Foro, declara que se necesitan estudios para evaluar los efectos adversos de los transgénicos en la salud.

El problema de los transgénicos va mucho más allá de la inevitable dependencia que crean debido al control corporativo que los caracteriza: se trata de un nivel de incertidumbre científica inaceptable para que sean liberados al ambiente o integren nuestros alimentos.

En otras palabras, creemos que aun la fruta no esta para la comercialización ...y los gobiernos deberían tomar partido para proteger a la población ... y dejar de andar de rodillas, con el sombrerito, frente a las trasnacionales que consideran a los genes como una mercancía.

GONZALO PALOMINO ORTIZ
Departamento de Biología
Universidad del Tolima

Fuente: Silvia Ribeiro. Investigadora del Grupo ETC. Publicado en La Jornada, México D. F. Sábado 13 de noviembre de 2004. ETC.

El Nuevo Día, Colombia, 25-11-04

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