México: maíz: desafían tarahumaras a las transnacionales
En el contexto de la polémica acerca de los transgénicos, los indígenas de la Sierra Tarahumara empezaron ayer la celebración de la feria ?El Maíz que Todos Queremos?, como un desafío a las empresas transnacionales que promueven organismos genéticamente modificados (OGM)
Chihuahua? ?Vamos a defender el maíz nativo y sus variedades que existen en la Sierra", asegura Pedro Turuseachi, originario de Norogachi.
Además de romper con la cultura y economía indígenas que giran alrededor del maíz, la introducción del transgénico creará una dependencia en los productores de comprar semillas modificadas en cada ciclo agrícola, asegura Turuseachi.
Aunque, la investigación del Centro Nacional de Misiones Indígenas (Cenami), realizado en las comunidades rarámuris, dio una muestra indicativa de la presencia de trangénicos en Carichí, Guachochi, Uruachi, principalmente.
"La semilla genéticamente modificada la liberaron antes de estudiar sus efectos, porque todavía no se sabe a ciencia cierta qué impactos puede tener en la salud humana y en la planta misma", afirma Alvaro Salgado, uno de los investigadores del Cenami. Aunque algunos científicos sostienen que los alimentos transgénicos no representan amenaza alguna para la salud, la biodiversidad o el medio ambiente, aquí en Chihuahua las filas se están cerrando alrededor de este tema.
Tanto los representantes de las comunidades indígenas como de los productores locales de maíz se pronuncian en total desacuerdo con la introducción de las semillas modificadas a la producción maicera.
"Los que trabajamos con los campesinos más pobres, que conservan la semilla nativa, nos oponemos a la utilización de los transgénicos, queremos rescatar la siembra nativa", asegura Jesús Emiliano García, asesor del Frente Democrático Campesino.
Asimismo, señala que los efectos de la mezcla genética aún se desconocen, pero que algunas comunidades que utilizan los transgenes ya han sentido el daño. "En el corredor de Cuauhtémoc a Bachíniva, donde usan el transgénico, hay muchas enfermedades de tipo cancerígeno", indica García.
La Consultoría Técnica Comunitaria (Contec) está preparando una carta al Gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza, en la que piden declarar la Sierra Tarahumara como zona libre de transgénicos y organizar ayuda alimentaria de maíz sólo de origen local, con precios justos y en mercados regionales.
Próximamente esta misiva, que recoge centenares de firmas, será entregada al primer mandatario del Estado, con copias al Congreso Local y Sagarpa.
Teresa Guerrero, titular de Contec, afirmó que la promoción de los transgénicos representa una guerra comercial con el pretexto de solucionar el problema del hambre. ?El mismo argumento se presentó en los 50s con la Revolución Verde, pero la pobreza en el campo no se eliminó; lejos de acabar con el hambre, van a acabar con los campesinos?, recalcó.
Guerrero señaló que la implementación de transgenes, a la larga, va a reducir la población campesina al mínimo para que las empresas transnacionales sean productores únicos de alimentos.
El Frente Democrático Campesino también está involucrado en la protección de la semilla nativa de la Sierra. ?Estamos organizando, entre los 400 productores de la Sociedad Cooperativa "Milpa de la Sierra, un acopio al maíz nativo para hacer un cerco; acopiamos unas mil toneladas al año del maíz gordo, amarillo, azul, pipitillo, apachito?, dijo Jesús Emiliano García.
Las organizaciones que trabajan con los campesinos, así como los centros de investigación están pidiendo frenar la exportación del grano transgénico, hasta que no se investigue a fondo su impacto.
?Posiblemente, cuando se hace la polinización cruzada, los genes modificados puedan despertar a genes silenciados, lo que se llama ?DNA basura??, comentó Alvaro Salgado. El investigador mencionó tres efectos que ponen una alerta ante el uso de la semilla genéticamente modificada: exposición permanente al veneno y a las plagas, la generación de supermalezas debido a la resistencia del transgénico a las herbicidas y esterilidad del polen. Además de las consideraciones científicas, ?cualquier campesino tiene derecho a conservar su semilla en su estado original?. Al respecto, las comunidades tarahumaras han expresado que la introducción de los transgénicos se podría perder la semilla nativa y la fertilidad de la tierra.
?El maíz, para nosotros, es el centro cultural e histórico, que tiene muchos usos, desde económicos hasta religiosos?, asegura Pedro Turuseachi.
Para no dejar morir esa costumbre y preservar la integridad de su semilla, las comunidades indígenas convocaron desde ayer a la feria El Maíz que Todos Queremos, que se lleva a cabo en Bacabureachi, Municipio de Carichí. El evento se extenderá hasta mañana, 3 de diciembre.
El Diario, México, 2-12-04