México: se come maíz transgénico al mercado, por Verónica Martínez

Urgen una mayor regulación de productos con modificaciones genéticas e incentivar la producción de maíz en México

Weimar, Alemania (5 diciembre 2003).- En los últimos 7 años las importaciones de maíz procedente de Estados Unidos le han comido al mercado nacional el 25 por ciento del que se consume en México, tanto humano como animal, es decir una tercera parte del grano importado contiene alguna modificación genética.

De acuerdo con especialistas y legisladores, la falta de una política que incentive la producción de maíz en el País, así como el hueco legal en la regulación de productos con alguna modificación genética, le han abierto la puerta a este tipo de productos.

En tan sólo 7 años, en 1996, importábamos 100 mil toneladas de maíz y el año pasado (2002) compramos 6 millones de toneladas de maíz .

Los especialistas prevén que de continuar esta situación y no establecer controles, en el 2010, se registraría un nuevo incremento de importaciones como el de los últimos años, y el riesgo sería que para esa fecha, la totalidad de importaciones de maíz presentara ya alguna modificación genética.

"El desplazamiento que hace el maíz transgénico al tradicional, de 1996 a la fecha es enorme. Tan sólo en 1996 importábamos cien mil toneladas, que fue cuando se eliminó la cuota arancelaria debido al Tratado de Libre Comercio, y en el 2002 importamos 6 millones de toneladas", explicó Ana De Ita, directora e investigadora del Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano (CECCAM).

Información de la Secretaría de Agricultura revela que durante el 2002 el País consumió 24 millones de toneladas de maíz, de las cuales 18 millones fueron producidas en México y 6 millones fueron importadas de Estados Unidos.

Víctor Villalobos, secretario ejecutivo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados, (Cibiogem), afirmó que el 30 por ciento de las importaciones presentaron alguna modificación genética.

Actualmente en México están en vigor la moratoria para la siembra comercial y experimental de maíz transgénico, así como el Protocolo de Cartagena, que entró en vigor el 11 de septiembre pasado, que establece que el país debe protegerse si es centro de origen y exigir que el grano entre segregado y etiquetado.

"El Protocolo de Cartagena dice que está prohibido que ingresen al País productos sin que se diga que son transgénicos y si somos centro de origen la entrada debe ser negada", explicó Antonio Mejía Haro, secretario de la comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados.

Silvia Ribeiro, investigadora y coordinadora de Programas Grupo de Acción sobre Erosión,Tecnología y Concentración (ETC), puntualizó que la declaración de moratoria que hizo el Cibiogem en 1999, se debió a que México es considerado país de origen del maíz, ya que existen diversas variedades del producto y el impacto con el uso de transgénicos no es igual.

Actualmente EU envía el maíz sin separar el transgénico del tradicional, reconoció el funcionario de Cibiogem, ya que implica un mayor costo y según los investigadores Diconsa tiene presencia de transgénicos.

"Diconsa importa el maíz y dice que es para uso animal, pero lo distribuye entre los productores y éstos no saben que es transgénico y lo han llegado a sembrar", explicó Ribeiro

Cruz López Aguilar, presidente de la comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, aceptó que a pesar del Protocolo y la moratoria, existe un hueco legal que ha permitido la presencia del maíz transgénico, por lo que dijo trabajan en la ley de Bioseguridad.

La Cámara de Senadores aprobó en marzo pasado la minuta de la ley de bioseguridad, la cual fue turnada a la Cámara Baja y sólo se espera su aprobación, que se prevé sea durante el 2004.

De acuerdo con los legisladores la iniciativa de ley tiene diversos puntos que no fueron analizados por las empresas transnacionales, ni por las autoridades gubernamentales, como son el pago de arancel por ser maíz transgénico, así como exigir el etiquetado y beneficiar con los avances tecnológicos a la pobreza y desnutrición de la población.

"La ley permitirá el uso de algunos productos transgénicos que no impacten la salud humana, en el caso del maíz sólo será usado para la engorda de ganado y que no se ingieran directamente por los humanos", dijo, López Aguilar.

México es centro de origen del maíz, explicó el diputado perredista Mejía Haro, y aprobar una ley en la que se siga importando maíz transgénico sería poner en riesgo el maíz mexicano, por lo que debe exigirse un etiquetado.

Los legisladores coincidieron con que es necesario elaborar una ley que involucre tanto al Gobierno como a la iniciativa privada y a los productores, ya que es mejor tener ley que no tenerla.

En unos años...

La incorporación del 100 por ciento de importación de maíz transgénico es visto por la Sagarpa como excusa para incentivar al sector y evitar que la dependencia crezca, explicó Villalobos.

"Lo ideal es que le arrebatemos a la importación un volumen más importante de producción nacional, pero si nuestro costo de producción de una tonelada de maíz amarillo es de mil 200 pesos y la compramos en 700 en el exterior, mejor compramos materias primas y las transformamos", afirmó el funcionario de Sagarpa.

Sin embargo, para el diputado priísta Cruz López, las importaciones con presencia transgénica aumentan y si no se elabora una ley, en 20 años el crecimiento de éstas llegará a ser tan grande que si hay repercusiones nadie se hará responsable.

Los investigadores prevén que si todo sigue como en la actualidad en pocos años toda la superficie de EU será de transgénicos, por lo tanto a México llegará sólo este tipo de maíz.

Mural.com, Internet, 5-12-03

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