OMC, ¡Fuera de Nuestra Comida!
El objetivo de la campaña es recopilar y enviar miles de peticiones a la Organización Mundial del Comercio de personas de todo el mundo, solicitando la desestimación del desafío del gobierno estadounidense contra las leyes de etiquetado de la UE
El gobierno estadounidense ha emprendido un proceso a través de la OMC contra las políticas de transgénicos de la Unión Europea, solicitando 1.800 millones de dólares de la UE por la pérdida de exportaciones de maíz transgénico.
Greenpeace está convencido de que todo país tiene derecho a rechazar organismos transgénicos y comida derivada de la ingeniería genética, y la OMC no debería tener voz ni voto al respecto.
Greenpeace se ha unido a la objeción ciudadana Bite Back (Contraataca: OMC, ¡Fuera de Nuestra Comida!) junto a Amigos de la Tierra, Ayuda en Acción, Public Services International (federación internacional de sindicatos de trabajadores del sector público), la ONG estadounidense Public Citizen (Ciudadano Público), el sindicato agrario francés Confédération Paysanne y más de 200 organizaciones más.
Los EE.UU. están intentando usar la OMC para desafiar la prohibición de la Unión Europea referente a los organismos modificados genéticamente. Al presentar esta denuncia, los EE.UU. también están intentando usar la OMC para invalidar acuerdos medioambientales cruciales como el primer acuerdo global legalmente vinculante que permite que los países rechacen organismos transgénicos: el Protocolo de Bioseguridad.
Todos los países tienen derecho a rechazar los organismos modificados genéticamente y a exigir un etiquetado obligatorio de los productos que los contengan. Las decisiones relacionadas con la regulación del comercio internacional de organismos modificados genéticamente deberían tomarse de acuerdo con el Protocolo de Bioseguridad de las Naciones Unidas y no por la OMC.
Radio Nacional de Panamá, Internet, 6-6-04