Países pobres insatisfechos con Declaración de Kuala Lumpur
Kuala Lumpur, 19 feb (PL) Las naciones pobres quedaron insatisfechas con los resultados de la séptima reunión ministerial de la Conferencia sobre Biodiversidad, que finalizó hoy con la Declaración de Kuala Lumpur, según comentaron participantes en este encuentro.
De la cita se esperaba un verdadero compromiso de los países ricos en la detención del creciente deterioro de la flora y la fauna del planeta, dijeron las mismas fuentes.
Los territorios Tercer Mundistas, fundamentalmente, esperaban que la resolución reflejara un apoyo financiero preciso por parte de los industrializados a los planes de protección y conservación de las zonas naturales trazados por los grupos de trabajo de la conferencia, aspecto que quedó indefinido en el texto final.
Sin embargo, la Declaración reconoce la necesidad de proteger la diversidad marina y de frenar su desaparición para el 2010, así como la creación de una red de espacios naturales protegidos para ese mismo período, ambos aspectos solicitados por la Unión Europea (UE).
El documento además recoge lo imprescindible que son las comunidades indígenas en la conservación del medio ambiente que las rodea.
Sin embargo, dejó de reflejar su derecho relativo a la propiedad intelectual sobre los recursos naturales, cuestión muy solicitada por los grupos de presión indígena.
Un llamado a la ratificación del Convenio de Cartagena sobre Bioseguridad por parte de las naciones que aún no lo han hecho, también quedó plasmado en la Declaración, aprobada luego de diez días de sesiones y debates. En las dos últimas jornadas participaron 74 ministros y 33 viceministros de Medio Ambiente.
Mañana, el último día de la séptima Reunión de la Convención de las Partes sobre Diversidad Biológica (COP7), organizada por la ONU en Malasia, los equipos negociadores de la conferencia analizarán para su aprobación aquellas cuestiones discutidas durante la cita, que comenzó el pasado 9 de febrero.
El objetivo de esta cita es contribuir a la conservación de los millones de especies vegetales y animales del planeta, de las que cerca de 27 mil desaparecen anualmente.
Durante el cónclave se han tratado temas como el comercio de organismos genéticamente modificados, áreas protegidas y el impacto económico causado por la destrucción de los recursos naturales en el planeta.
Asimismo, científicos de unas 70 naciones firmaron un llamado a poner fin a la pesca de arrastre en aguas profundas (una de las técnicas más usadas actualmente), que hoy provoca la destrucción de los corales y bosques del fondo marino.
Fuente: Prensa Latina, 19-2-04