Perú: desarrollo según sus propios términos, por Barbara J. Fraser

El pueblo achuar que vive en la selva norte de Perú, en la frontera con Ecuador, tiene sus propias historias y mitos para explicar su mundo. Sin embargo, hay un mito que rechazan: el de que el petróleo trae desarrollo a la Amazonía

Wachintsa, Perú - Barbara J. Fraser* para Adital - "Hemos visto cómo otras comunidades han sufrido cuando las empresas petroleras han ingresado a su territorio", dice Telmo Tsamin Kunchin, flamante presidente de la Organización Achuar Chayat (ORACH), que representa a 20 comunidades a lo largo del río Huasaga, afluente del Pastaza.

Tsamin fue elegido en una asamblea especial realizada del 24 al 26 de noviembre, luego que delegados de las comunidades destituyeron a los líderes que habían estado dialogando con funcionarios de Occidental Petroleum. Aunque otras organizaciones achuar más pequeñas han permitido operaciones petroleras en sus territorios, ORACH y la organización Achuar Ti Iruntramo (ATI), que representa a 20 comunidades del vecino río Huitoyacu, no permitirán que las empresas ingresen a sus territorios.

Funcionarios gubernamentales y representantes del sector privado han señalado siempre que el desarrollo de los hidrocarburos traerá progreso a la Amazonía. Pero el nivel de vida no ha mejorado sustantivamente en zonas donde ya existen operaciones petroleras, y lo cierto es que el empobrecimiento es mayor luego que ríos y arroyos son contaminados. Sin pescado fresco y agua limpia, las tasas de desnutrición y enfermedades crecen.

Excepto en localidades grandes, en la Amazonía el gobierno brilla por su ausencia. Muchos pueblos indígenas carecen de documentos de identidad, los puestos de salud no están equipados, la infraestructura escolar es inadecuada, y los costos de transporte y matrícula hacen de la educación una ilusión.

Los achuar y otros grupos indígenas tienen sus propias propuestas para mejorar su alimentación, atención en salud y educación, e incrementar sus ingresos a través del uso de los recursos renovables, tales como plantas medicinales y el manejo semi-doméstico de peces y animales silvestres. Sin embargo, carecen de capital y asistencia técnica.

En vez de insistir en los hidrocarburos como los únicos generadores de ingresos, el gobierno debería escuchar a las comunidades nativas y buscar alternativas de desarrollo. Si un grupo indígena elige permitir la producción petrolera en sus tierras, es su derecho. Pero si prefiere buscar otro camino al desarrollo, esa elección también debe ser respetada.

Mientras tanto, el gobierno central y los locales deben garantizar los derechos básicos de las comunidades - documentos de identidad, salud, educación - y una parte equitativa de los fondos de los gobiernos locales. "El gobierno no puede considerarnos como parte de la vida silvestre, somos seres humanos", dice Lucas Irar Miik, coordinador peruano de la Comisión Binacional de la Nacionalidad Achuar de Ecuador y Perú. Lo que parece más difícil para el resto del país es aceptar que los habitantes originarios de la Amazonía son también ciudadanos.

* Bárbara J. Fraser es corresponsal de Adital en Perú.

ADITAL, Internet, 3-12-03

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