Un estudio refleja que muchos alimentos "ecológicos" contienen ingredientes genéticamente modificados

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Muchos de los alimentos ecológicos o naturales que se venden en el Reino Unido contienen restos de ingredientes genéticamente modificados (GM), según refleja un estudio que será publicado en abril.

Muchos de los alimentos ecológicos o naturales que se venden en el Reino Unido contienen restos de ingredientes genéticamente modificados (GM), según refleja un estudio que será publicado en abril.

Los Profesores Mark Partridge y Denis Murphy, de la unidad de biotecnología de la Universidad de Glamorgan (Reino Unido) analizaron 25 productos elaborados a base de soja utilizando un método para detectar restos de ingredientes GM aprobado por la UE.

Los profesores descubrieron que 10 de los 25 productos analizados contenían ingredientes GM, a pesar de que ocho de esos productos que habían dado positivo estaban etiquetados como "ecológicos" o "sin ingredientes GM". Además, cuatro de los productos que contenían restos de ingredientes GM sobrepasaban el límite establecido por la Soil Association británica para los alimentos ecológicos, incluido un preparado de salchicha vegetal que contenía 0,7 por ciento de soja genéticamente modificada.

"Hemos observado que muchos productos elaborados a base de soja llevan ahora etiquetas como 'sin ingredientes genéticamente modificados' o 'ecológico', etiquetas que implican ausencia de componentes GM en ese alimento", señaló el Profesor Murphy. "Sin embargo, la mayor parte de la soja que se elabora hoy en todo el mundo proviene de variedades GM".

"Dado que la producción de soja va a seguir aumentando en los próximos años, es difícil saber cómo se pueden justificar las etiquetas 'sin ingredientes genéticamente modificados' salvo que exista un control mucho más riguroso de esos alimentos", concluyó.

Los defensores de la producción de alimentos transgénicos en Europa recibieron un duro golpe el 2 de febrero, cuando Bélgica rechazó la petición de la compañía alemana Bayer CropScience de introducir en territorio belga - pero con aplicación a toda la UE -cultivos de colza genéticamente modificada y resistente a los herbicidas.

El gobierno belga obtuvo el asesoramiento de un grupo de expertos en biosanidad antes de tomar esa decisión. Es probable que ese grupo de expertos basara su informe en los resultados de los experimentos de cultivos transgénicos realizados recientemente en el Reino Unido, que demostraron que el cultivo de colza tolerante a los herbicidas reduce la biodiversidad.

Si Bélgica hubiera aprobado la petición de Bayer CropScience, el asunto habría sido remitido al Consejo Europeo para que fuera éste quien tomara la decisión definitiva sobre el cultivo de estos alimentos en la UE. A la luz de la decisión del gobierno belga de rechazar la petición, sin embargo, no parece probable ahora que se llegue a aprobar la petición en el ámbito comunitario.

Un portavoz de Bayer CropScience rechazó la idea de que la decisión estuviese fundamentada en pruebas científicas: "Tenemos serias dudas sobre el modo en que el gobierno belga ha llevado este caso. Creemos que la política del país ha tenido una gran influencia en su decisión. Los expertos mostraron su preocupación por algunas cuestiones, pero indicaron que con los controles adecuados sería posible cultivar estos alimentos sin perjudicar el medio ambiente".

Los grupos ecologistas, por su parte, acogieron con alivio el veredicto. Karen Simal, de Greenpeace Bélgica, declaró: "Esto ha sido una bofetada en la cara de la industria biotécnica y una victoria del medio ambiente. El gobierno belga ha reconocido que el cultivo de colza genéticamente modificada es perjudicial para el medio ambiente".

Fuente: CORDIS Noticias, 10-2-04

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