Una biodiversidad trascendente
Las áreas marinas y costeras mantienen una rica diversidad biológica que contribuye a la calidad de vida de la población a pesar de las amenazas de su sobreexplotación
Por esa razón, especialistas en la materia atribuyen a las migraciones de especies un carácter necesario para la supervivencia, ya que los lugares de desove, alimentación y crecimiento pueden estar separados a miles de kilómetros entre sí.
Estadísticas de organismos internacionales revelan que de las principales poblaciones pesqueras, del 47 al 50 por ciento están completamente explotadas, del 15 al 18 por ciento están sobrepescadas y del nueve al 10 por ciento están agotadas o en fase de recuperación.
Además, algunas actividades terrestres las amenazan con la contaminación, sedimentación y transformación de hábitats para otros desarrollos en áreas sensibles cercanas a las orillas, como son los arrecifes de coral y los manglares.
Con vistas a regular la situación, la Organización de las Naciones para la Agricultura y la Alimentación (FAO) aprobó un Código de Conducta para la Pesca Responsable, cuyo objetivo es asegurar el uso sostenible de la biodiversidad acuática.
Para ello se integran los requisitos de la Conferencia sobre el Derecho del Mar de 1982, los Acuerdos de la ONU sobre las poblaciones de peces y el Convenio sobre la diversidad biológica.
La aplicación de este código se basa en la ejecución de cuatro planes internacionales de acción para reducir la capacidad pesquera, combatir la pesca ilegal, proteger las aves de capturas accidentales con palangres y mejorar la gestión de la pesca de tiburones.
El Habanero Digital, Internet, 1-12-03