WWF advierte que la agricultura está entre las mayores amenazas ambientales
Según un nuevo libro del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), la agricultura, que es la industria más grande del mundo, es una de las mayores amenazas al ambiente. La producción ineficiente de alimentos y los subsidios a la agricultura están causando deforestación, escasez de agua y contaminación
Gland, Suiza ? El reporte de WWF, World Agriculture and the Environment, señala que mientras la agricultura emplea alrededor de 1.300 millones de personas y produce anualmente bienes por un valor aproximado de $1,3 billones de dólares, genera también serios problemas ambientales, sociales y económicos, especialmente en los países en desarrollo.
El libro destaca que la agricultura usa más del 50 por ciento de las áreas habitables del planeta, incluyendo tierras no aptas para la actividad, con lo que se destruyen anualmente 130.000 km cuadrados de bosques, lo que representa una superficie superior a cuatro veces el tamaño de Costa Rica.
Con la agricultura, dice el estudio, también se dañan hábitat críticos como sabanas, áreas montañosas y humedales, con las consecuencias devastadoras para las especies animales que viven en esos sitios frágiles. El aceite de palma es uno de los producto que representa mayor amenaza para animales como los mamíferos en peligro de extinción.
Según el libro, la agricultura desperdicia el 60 por ciento (es decir, 1.500 billones de litros) de los 2.500 billones de litros de agua que usa al año. Los recursos de agua están siendo explotados más allá de su límite, especialmente en América, África del Norte, la península Arábica, China e India. Es probable que el impacto del calentamiento global altere aún más el abastecimiento de agua.
Jason Clay, autor de libro y vicepresidente del Centro para la Innovación en la Conservación de WWF señaló que ?la agricultura ha tenido un impacto ambiental mayor que cualquier otra actividad humana, y hoy amenaza precisamente los sistemas que necesitamos para satisfacer nuestras necesidades alimenticias y textiles?.
El autor recomienda fomentar nuevos tipos de agricultura que puedan producir los alimentos necesarios para alimentar una población creciente y, aun así, albergar todas las demás formas de vida sobre el planeta, para lo cual se require que los gobiernos trabajen con los productores y la industria alimenticia para desarrollar mejores prácticas de manejo que, además, mejoran la eficiencia.
Especialmente los gobiernos de países de alto consumo como China, Japón, los Estados Unidos y la Unión Europea, deberían redireccionar los fondos destinados a subsidios y las barreras de mercado hacia la adopción de mejores prácticas de manejo. Se incluyen aquí los pagos gubernamentales por servicios ambientales, los cuales favorecen la protección de cuencas hidrográficas, la prevención de la erosión, el agua limpia y la captación de carbono.
En su libro, Clay advierte que actualmente los subsidios gubernamentales estimulan las prácticas agrícolas intensivas de monocultivo, las cuales usan productos químicos y maquinaria pesada que dañan el ambiente. En Inglaterra, por ejemplo, estas prácticas han llevado en los últimos 30 años a una disminución de un 77% en la población de aves.
WWF y el Banco Mundial están explorando incentivos financieros que estimulen a productores e inversionistas a adoptar mejores prácticas de manejo. Por ejemplo, eco-etiquetas que promuevan productos consistentes con el ambiente y ofrezcan una reducción de los riesgos financieros.
Para más información visite www.wwfca.org o escriba a:
Cinthya Flores Mora, Oficial de Comunicaciones, WWF Centroamérica, cflores@wwfca.org
Jason Clay, Vicepresidente del Centro para la Innovación en la Conservación, WWF US, jason.clay@wwfus.org
El libro está disponible en http://www.islandpress.org.
WWF Centroamérica, Internet, 8-4-04