Agroecología y resistencia: Delegación de La Vía Campesina visita campamento del MST previo a COP30

Idioma Español
País Brasil

Una delegación de La Vía Campesina, integrada por delegados de Estados Unidos, El Salvador, Puerto Rico, Cuba, Haití, Uruguay, Chile, Perú, Brasil, Francia, Países Bajos, Dinamarca, Reino Unido, Níger, Nigeria, República Democrática del Congo, Zimbabue, Nepal, Tailandia, Túnez y Marruecos, visitó recientemente el campamento Abril Vermelho del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) en Belém du Pará. La visita se enmarcó en los preparativos para la COP30 y la Cumbre de los Pueblos en Belém, dentro del esfuerzo más amplio por fortalecer la formación política, compartir experiencias de lucha y reforzar nuestra posición colectiva para la COP30 en defensa de la justicia climática y la soberanía alimentaria.

La visita se centró en mostrar las experiencias prácticas de liberación de tierras, producción de alimentos y regeneración ecológica a través de la agroecología.

Historia de la Liberación de Tierras

La zona que ahora habitan las familias del MST fue en su día un vasto territorio dedicado al monocultivo de palma aceitera africana (dendê). La plantación, gestionada por la empresa Dempasa, sufrió una mortandad masiva en la década de 1990 debido a una enfermedad denominada «amarilleo fatal», que provoca que la palma se ponga amarilla hasta morir.

La empresa se declaró en quiebra en el año 2000. Uno de los objetivos de las empresas que se declaran en quiebra suele ser evitar el pago de las indemnizaciones laborales a lxs exempleadxs y obtener préstamos públicos para su reestructuración. El MST, que ya había establecido campamentos temporales en las cercanías desde 2003, decidió ocupar colectivamente las tierras improductivas, consideradas latifundios (grandes fincas improductivas) y tierras ocupadas ilegalmente (terras griladas).

La ocupación supuso una transformación, convirtiendo el terreno en un lugar de asentamiento para familias pobres procedentes de la periferia y el campo. Como señaló una residente, Doña Rai, que llegó en 2004, cuando llegaron no había nada; todo lo que se ve hoy fue cultivado por las propias familias.

Agroecología Campesina y Recuperación de Suelos

Las familias del asentamiento se han enfocado en la agroecología campesina para contrarrestar el daño causado por años de monocultivo. El uso de la agricultura convencional degrada el suelo, dejando a lxs pobladores con tierras desoladas e improductivas, lo que convierte el compromiso con la regeneración en un gran desafío.

En el Sítio Agroflorestal Maturi —que significa “anacardo verde” o “anacardo pequeño”, indicando un trabajo “en proceso”— Jéssica y su familia llevan tres años trabajando. Este sitio representa la lucha por la tierra dentro de la lucha más amplia por la tierra, ya que reocuparon una parcela específica que no cumplía su función social.

Sus objetivos principales son producir alimentos saludables, promover la soberanía alimentaria y regenerar el suelo. Utilizan agricultura sintrópica e implementan Sistemas Agroforestales (SAF) en cinco parcelas.

La evidencia del éxito de estos métodos agroecológicos fue demostrada por un estudio realizado con el profesor Daniel de la UFRA (Universidad Federal Rural de la Amazonía). Al abrir una zanja, observaron una mejora significativa: raíces profundas (hasta 2 metros), lombrices, hormigas y termitas, lo que indicaba que la tierra había recuperado mucha vida. Esta notable mejora se logró sin utilizar insumos, basándose únicamente en el manejo y la incorporación de materia orgánica. El profesor incluso afirmó que el suelo regenerado sería ideal para cualquier agricultor de soya debido a su valor nutritivo y su capacidad de regeneración.

Además, en el sitio se crían abejas nativas (meliponas), con énfasis en su conservación y la producción de miel y propóleo. Las dos especies específicas que se cultivan son Uruçul M90 y marmelada (o Frisomelita).

Bioconstrucción y Vivienda Sostenible

El compromiso con una vida de bajo impacto se extiende a la vivienda. La familia de Jéssica está construyendo una casa de bioconstrucción, que forma parte del sueño general de producir con menor impacto y garantizar viviendas dignas y de calidad.

La técnica utilizada es el residuo a pique, creada por el movimiento Escuela Viva, que utiliza botellas de PET rellenas de desechos que de otro modo se desecharían para formar un ladrillo ecológico. Este proceso reduce el volumen de residuos destinados a vertederos inadecuados y la cantidad de tierra necesaria para las paredes. Lxs habitantes del asentamiento creen que las casas de tierra ofrecen una mejor calidad climática y ambiental en comparación con las casas de hormigón, proporcionando mayor comodidad y bienestar.

Diversidad, Ingresos y Ferias Campesinas

El modelo de producción general del asentamiento enfatiza la diversificación para asegurar que las familias tengan alimentos e ingresos durante todo el año. La parcela de Doña Rai, cultivada desde 2004, ejemplifica esta variedad, produciendo açaí, cacao, cupuaçu, pupunha, maíz, yuca, plátano, abacaba, andiroba y castañas de Pará.

El excedente de producción se comercializa, lo que permite reinvertir los recursos en la propiedad y garantizar su sostenibilidad. Doña Neta y su familia son un ejemplo típico de este enfoque integral. Tienen la tradición de participar en ferias municipales, ferias de la Universidad Federal y ferias regionales, estatales y nacionales organizadas por el MST. Su producción diversificada incluye cacao, cupuaçu, biribá y açaí, que forman parte de sus sistemas agroforestales. Doña Neta también mostró a la delegación jambu que ya había cosechado para una próxima feria.

El asentamiento está organizado en núcleos de 8 a 10 familias, y cada 10 núcleos forman un polo. Sin embargo, aún enfrentan desafíos. Por ejemplo, solicitan un tractor que necesitan desde hace 20 años. Doña Neta hizo un llamado a lxs visitantes, diciendo: «Necesitamos un hombro amigo que nos ayude en esta lucha».

La visita de campo puso de manifiesto cómo las familias organizadas del MST están transformando tierras degradadas —antes devastadas por el monocultivo y las toxinas— en territorios de producción diversificada, regeneración ecológica y vida digna, ofreciendo una poderosa alternativa a la agricultura industrial de cara a los debates previstos en Belém.

Fuente: La Vía Campesina

Temas: Agroecología, Formación, Movimientos campesinos, Tierra, territorio y bienes comunes

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