El trío inseparable: acaparamiento de tierras, deforestación y crisis climática

Por GRAIN
Idioma Español
Foto: Greenpeace

El vínculo entre la deforestación y la crisis climática está ampliamente demostrado y si bien las cifras pueden variar desde los diferentes análisis es muy claro que su peso en la emisión de gases con efecto de invernadero (GEI) es muy significativo.

Este artículo forma parte de la revista Biodiversidad, sustento y culturas #111

Según las investigaciones que hemos llevado adelante en GRAIN las mismas significan entre un 15 % y un 18 % de las emisiones totales (sobre un total aportado por el sistema agroalimentario de entre un 44 y un 57%) [1].

Según un reciente informe de Greenpeace los GEI provenientes de la deforestación implican un 23 % [2] del total de gases emitidos. Según los útimos informes del IPCC [3] las emisiones dentro de la actividad agrícola y procedentes de la expansión de las tierras agrícolas que contribuyen al sistema alimentario mundial representan entre el 16 % y el 27 % del total de las emisiones antropógenas.

Sin embargo no se ha realizado un estudio profundo sobre el impacto que ha tenido el acaparamiento de tierras producido en las últimas décadas en la deforestación y por lo tanto con la crisis climática. Obviamente podemos dar por sentado que la compra, adquisión o renta de tierras para la producción de monocultivos industriales implica el desmonte de vastas superficies de bosques y otros ecosistemas frágiles como los humedales y el Cerrado brasileño; ya que los mismos son en el marco de este modelo un “obstáculo” para el avance de los monocultivos. Sin embargo informes recientes sobre la deforestación en Brasil, Colombia, Argentina nos permiten establecer claramente el lazo y tener una medida aunque sea aproximada desde una de las regiones del mundo donde se está produciendo la mayor concentración de tierras y el avance sin frenos de la agricultura y la ganadería industrial.

Ya en el Atlas del Agronegocio Transgénico del Cono Sur [4] denunciábamos que entre los inicios de la década de 1990 y el año 2017 se arrasaron, en promedio, más de 2 millones de hectáreas por año desde la Amazonía de Brasil y Bolivia hasta el Gran Chaco Americano de Paraguay y Argentina y que “El fenómeno de concentración, extranjerización y acaparamiento de tierras que ha producido el avance del agronegocio transgénico en la región es uno de los más graves en América Latina y el mundo”.

Durante los últimos años la situación se ha agravado pues el agronegocio necesita expandir sus fronteras y para ello está avanzando justamente sobre los ecosistemas más frágiles de la región: el Cerrado brasileño, la región amazónica y el Gran Chaco Americano. Compartimos a continuación algunos datos que muestran la gravedad de la situación y que contextualizan el avance: acaparamiento de tierras para ganadería y agricultura industrial utilizando mecanismos ilegales, violencia sobre la comunidades locales y complicidad de los Estados en los distintos procesos de apropiación.

En Brasil en la región del Cerrado se han destruido entre agosto de 2020 y julio de 2021 más de 850 mil hectáreas de bioma según el último informe del El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), unidad vinculada al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovaciones (MCTI) [5].

Dentro del Cerrado la región de MATOPIBA (estados de Maranhão, Tocantins, Piauí y Bahia) fue la que sufrió el mayor incremento de la deforestación: del total de la vegetación suprimida en el bioma entre agosto de 2020 y julio de 2021, el 61,3% (522 mil 700 hectáreas) se concentró en la región [6]. Se trata de un récord histórico para la serie Prodes [7] (Monitoramento do Desmatamento da Floresta Amazônica Brasileira por Satélite, 2002-2021), superando el año 2017, cuando la región fue responsable del 61,1% de la deforestación del Cerrado.Según la plataforma informativa MapBiomas [8], Tocantins y Maranhão, en ese orden, son los estados que más vegetación nativa de sabana han perdido en la última década. La iniciativa reveló que la región de MATOPIBA duplicó con creces la superficie dedicada a la agricultura y la ganadería en los últimos 36 años. De 1985 a 2020, el Cerrado perdió el 19,8% de su vegetación nativa, es decir, 26 millones 500 mil hectáreas, lo que equivale a un área mayor que Piauí. La expansión de la agricultura y la ganadería en el bioma en el mismo periodo es casi complementaria: 26 millones 200 mil hectáreas se destinaron a esta actividad. Actualmente, la agricultura y la ganadería ocupan el 44,2% del bioma. Las declaraciones de la directora de ciencias del IPAM [9] (Instituto de Pesquisa Ambiental da Amazônia), Ane Alencar, lo dejan claro: "Matopiba es desde hace años una de las regiones del país donde más se ha convertido la vegetación autóctona a la agricultura".

También en la región amazónica la deforestación y los incendios forestales provocados tuvieron relación directa con el agronegocio y con sus estrategias para el acaparamiento de tierras. En agosto de 2019, algunos terratenientes se pusieron de acuerdo para incendiar la selva amazónica brasileña, más precisamente en la región suroeste del estado de Pará, en lo que se conoció como el ‘Día del Fuego’. Más al sur, al año siguiente, los incendios iniciados en fincas ganaderas que suministran carne a los grandes frigoríficos avanzaron rápidamente y quemaron 4,1 millones de hectáreas del Pantanal, el humedal que se extiende a lo largo de las fronteras con Paraguay y Bolivia [10].

Las conclusiones al respecto de la Campaña “Agro e Fogo” son muy claras: “Los incendios forestales y la deforestación son instrumentos para consolidar el acaparamiento de tierras (conocido como “grilagem” en Brasil) que acompaña la expansión de la frontera agrícola capitalista hacia los territorios de los Pueblos Indígenas y las comunidades tradicionales”.

En Colombia en el norte de la región amazónica la expansión de la ganadería, con la introducción de más de 1 millón de cabezas de ganado vacuno ente 2016 y 2019 se llegó a 2.021.829 en ese año. En el transcurso de esos tres años 300.415 hectáreas fueron deforestadas en los municipios de San Vicente del Caguán, Cartagena del Chairá, La Macarena, San José del Guaviare, El Retorno, Calamar, Miraflores y Solano correspondientes a esa región [11].

Las cifras de la concentración de la tierra en Colombia, como en casi toda América Latina, son dramáticas y según el Censo Nacional Agropecuario (CNA) de 2019, el 73,8 % del área en hectáreas se concentra en el 0,2 % de las Unidades Productoras Agrícolas (UPA) [12]. Según este mismo censo el total del suelo productivo es de 50 millones de hectáreas y de éstas, el 77,9 % se destina a las actividades de ganadería.

En Argentina en la región del Chaco Salteño según un reciente informe de LandMatrix [13] en el año 2020 se deforestaron 20 mil hectáreas de bosques, mientras que para el año 2021 fueron convocadas audiencias públicas para el cambio de uso del suelo de más de 21mil hectáreas. Estas cifras se suman a la deforestación ocurrida entre 2007 y 2017, periodo en el que la provincia perdió más de 750 mil hectáreas de bosques nativos. Salta quedó posicionada como una de las provincias con mayor pérdida de bosques y con las tasas de deforestación más altas del mundo. En esas misma región LandMatrix identificó 120 grandes transacciones de tierra (GTT) que implicaron una superficie del 22 % de la superficie total de la región. Las conclusiones a las que llega el estudio son que las GTT son impulsoras de la deforestación y cambio de uso del suelo en un 55% del Chaco salteño en las 7,2 millones de hectáreas que posee la región.

La espiral creciente de la destrucción

Claramente el acaparamiento de la tierra está contribuyendo a la agudización de la crisis climática y genera así una espiral de destrucción que en la actualidad se ve reflejado en todo el Cono Sur por una grave sequía, temperaturas extremas e incendios que se agudizan año a año en toda la región y que diezman los frágiles ecosistemas ya jaqueados por el agronegocio.

Cortar esta espiral de destrucción es un imperativo que exige mucho más que leyes que limiten el daño. De hecho buena parte de los desmontes en Argentina se han producido en la última década con una Ley de Bosques aprobada en la primera década de este siglo tras años de lucha de las organizaciones sociales para lograla.

¿Bosques implantados?

El Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC )insiste en sus informes en que la emisión de GEI es “compensada en parte por la forestación/reforestación” [14] y esta supuesta alternativa es un peligroso mensaje que alimenta las falsas soluciones a la crisis climática y que al mismo tiempo fomenta otro mecanismo de acaparamiento de tierras que es la adquisición de tierras para plantaciones forestales. Es absolutamente necesario desmantelar este discurso perverso y colocar en el centro del debate aquello que el Movimiento Mundial por los Bosques viene repitiendo hace más de dos décadas [15] “Las plantaciones no son bosques” y no pueden reemplazarlos en ninguno de sus roles fundamentales dentro del equilibrio de los ecosistemas y en su aporte climático.

Algunas conclusiones y aportes para el futuro inmediato

No hay duda que la primera conclusión es que debemos detener de inmediato el acaparamiento y concentración de la tierra por grandes grupos corporativos para poder contribuir a detener la actual crisis climática. Al mismo tiempo urge que se detengan los desmontes que azotan toda la región y que como hemos visto, se realizan en todos los países de manera ilegal.

En toda la región existen fuertes movilizaciones a nivel nacional y regional para frenar el proceso de devastación que está ocurriendo. Una de ellas, puesta en marcha en el mes de setiembre en Brasil de la mano de la Campaña Nacional en Defensa del Cerrado, es una sesión especial del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), un tribunal de opinión internacional con sede en Roma del proceso de ecocidio en curso contra el Cerrado [16]. En la presentación las organizaciones denuncian la legitimación del acaparamiento de tierras, aguas y recursos del Cerrado, con escala e intensidad de saqueo, por parte de unas cuantas corporaciones de la cadena de productos agrícolas y minerales, en nombre del llamado “desarrollo”, y con el pretexto de ser “tierra de nadie”, sin gente y sin biodiversidad.

La denuncia presentada por la Campaña reclama la necesidad de [17]:

  • Detener el actual ecocidio contra el Cerrado antes de su extinción, contar la verdad sobre la relevancia y la diversidad ecológica y cultural del Cerrado y de sus pueblos
  • Rescatar la memoria, muchas veces a través de hechos transmitidos por los ancianos de las comunidades, acerca de tanta violencia, expulsiones y cercamientos de sus áreas de uso común
  • De poner fin a la impunidad de la que han gozado los acaparadores y las empresas en las violaciones de los derechos de los pueblos, pero también en el continuo acoso, manipulación, humillación y división de las comunidades que utilizan en sus estrategias para construir una hegemonía social
  • Obtener justicia y reparación en el marco de los conflictos que aún enfrentan y el derecho a la posesión de sus territorios

El Tribunal ya ha tenido su primera sesión dedicada al tema de las violaciones relacionadas con el acceso al agua y durante el año 2022 se desarrollarán el resto de las audiencias.

Es claro que la redistribución de la tierra en manos campesinas es la gran alternativa para enfrentar la crisis climática a través de la producción agroecológica de base campesina que además de ser una respuesta a través del cuidado del suelo y la biodiversidad es también la respuesta a otras crisis que enfrentamos como humanidad como la crisis del hambre.

Finalmente es claro que lo central es lograr poner un freno al control corporativo pues la expansión del monocultivo ha creado un lobby muy poderoso de políticos, empresarios y empresas transnacionales que trabajan juntos para defender y expandir el modelo. Esto no será posible si no se avanza en procesos de democratización de la sociedad que abran las puertas a las transformaciones posibles para salir de la catástrofe a la que el capitalismo nos está llevando.

Notas:

[ 1] Vía Campesina y GRAIN, Cómo contribuye el sistema alimentario agroindustrial a la crisis climática, 25 de febrero de 2015,  htt p s://grain.org/e/5161

[ 2] De esta manera la destrucción de bosques aumenta el cambio climático, Greenpeace, 28 de abril de 2 020,  https://www.greenpeace.org/argentina/blog/issues/bosques/de-esta-manera-destruccion-de-bosques-aumenta-el-cambio-climatico/

[ 3] Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), El cambio climático y la tierra.Resumen para responsables de políticas, 2020.

[ 4] Acción por la Biodiversidad, Atlas del agronegocio transgénico del Cono Sur, mayo 2020,  https://www.biodiversidadla.org/Atlas

[ 5] Supressão vegetação nativa no bioma Cerrado no ano de 2021 foi de 8.531,44 km², Ecodebate, 4 de enero de 2022,  https://www.ecodebate.com.br/2022/01/04/supressao-vegetacao-nativa-no-bioma-cerrado-no-ano-de-2021-foi-de-8-53144-km2/

[ 6] Região do Matopiba bate recorde histórico de desmatamento no Cerrado, Ecodebate, 7 de enero de 2022,  https://www.ecodebate.com.br/2022/01/07/regiao-do-matopiba-bate-recorde-historico-de-desmatamento-no-cerrado/

[ 7] Monitoramento do Desmatamento da Floresta Amazônica Brasileira por Satélite,  http://www.obt.inpe.br/OBT/assuntos/programas/amazonia/prodes

[ 8] Mapbiomas,  https://mapbiomas.org/

[ 9] Matopiba bate recorde histórico de desmatamento no Cerrado, IPAM, 5 de enero de 2022,  https://ipam.org.br/matopiba-bate-recorde-historico-de-desmatamento-no-cerrado/

[ 10] El agronegocio es fuego: acaparamiento de tierras, deforestación e incendios en la Amazonía, el Cerrado y el Pantanal, WRM, Boletín 258, 17 de diciembre de 2021,  https://wrm.org.uy/es/articulos-del-boletin-wrm/seccion1/el-agronegocio-es-fuego-acaparamiento-de-tierras-deforestacion-e-incendios-en-la-amazonia-el-cerrado-y-el-pantanal/

[ 11] La huella de la ganadería en la selva amazónica, COS, 6 de abril de 2021,  https://cods.uniandes.edu.co/la-huella-de-la-ganaderia-en-la-selva-amazonica/

[ 12] Los problemas con las tierras no productivas de Colombia, Razón Pública, 2 de noviembre de 2021,  https://razonpublica.com/los-problemas-las-tierras-no-productivas-colombia/

[ 13] LandMatrix, Cambio de uso del suelo en las grandes transacciones de tierras de la region del Chaco Salteño, 6 de enero de 2022,  https://landmatrix-lac.org/informes-tecnicos/cambio-de-uso-del-suelo-en-las-grandes-transacciones-de-tierras-de-la-region-del-chaco-salteno/

[ 14] IPCC, op.cit.

[ 15] WRM, Las plantaciones no son bosques, 9 de agosto de 2003, https://wrm.org.uy/es/libros-e-informes/las-plantaciones-no-son-bosques/

[ 16] Campanha Nacional em Defesa do Cerrado, Tribunal Permanente dos Povos chega ao Brasil para julgar crime de ecocidio contra o Cerrado, 5 de setiembre de 2021,  https://campanhacerrado.org.br/noticias/304-tpp-esta-chegando

[ 17] GRAIN, Tribunal Permanente de los Pueblos acepta denuncia por el ecocidio del Cerrado brasileño, 20 de setiembre de 2021,  https://grain.org/e/6727

Fuente: GRAIN

Temas: Crisis climática, Extractivismo, Tierra, territorio y bienes comunes

Comentarios