La Unión Africana aprueba unas directrices políticas draconianas y antidemocráticas para semillas y biotecnología en el continente

Idioma Español
País África

La Unión Africana (UA) ha aprobado las directrices continentales para la armonización de los marcos normativos y de semillas y las directrices continentales para el uso de la biotecnología en la alimentación y la agricultura en África, a pesar de la feroz resistencia de la sociedad civil africana.

Foto: Getty Images

El 16 de febrero de 2022 nos enteramos de que estos dos conjuntos de directrices fueron aprobados por los “órganos políticos de la UA”. Esto, de acuerdo a una comunicación por correo electrónico enviada desde el Departamento de Agricultura, Desarrollo Rural, Economía Azul y Medio Ambiente Sustentable (DARBE, según sus siglas en inglés), de la Comisión de la Unión Africana (CUA). Pese que se ha solicitado por escrito el acceso a estos documentos, aún no se han hecho públicos.

Expresamos nuestra indignación por la forma totalmente opaca y antidemocrática en que la UA, y en particular la CUA, han tomado estas decisiones ilustrativas de una institución totalmente capturada por las empresas. Tal y como se indica en nuestro último llamamiento para rechazar la validación de las directrices —en particular las directrices de armonización de semillas—, nuestras principales preocupaciones son las siguientes:

  • Imponer muy poco tiempo para efectuar consultas adecuadas, sobre todo a la luz de que las directrices están vinculadas a la Zona de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA) y a otros esfuerzos que buscan armonizar leyes cuyo centro son las empresas en el continente buscando facilitar el comercio y la inversión de riesgo.
  • Situar peligrosamente los sistemas de semillas controlados por campesinas y campesinos (FMSS en inglés) y los derechos de los agricultores en el contexto de una agenda del sector comercial de las semillas.
  • Apoyar una cadena de valor formal del sector de las semillas que pretende monopolizar las semillas para el sector privado, dejando fuera las semillas campesinas, con un claro enfoque en promover la expansión del sector semillero privado y un énfasis en el desarrollo y la producción de semillas privadas por encima del sector público, en beneficio de la industria semillera y la agricultura industrial.
  • Promover la adopción en todo el continente de la autoritaria, inadecuada y draconiana Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV) de 1991, como medio y punto de referencia para armonizar la protección de las obtenciones vegetales (PVV).
  • Cooptar las luchas campesinas por parte de algunos grupos de interés, tergiversando los sistemas campesinos de semillas (FMSS) y secuestrando de los Derechos de los Agricultores las luchas de los pequeños productores de alimentos, al incorporar el discurso de los derechos de los agricultores dentro de un paradigma de agricultura extractiva, industrial y comercial.
  • Apresurar, con indecente urgencia, un proceso enormemente problemático e ilegítimo, que implica la cuestión más amplia de la democracia en el continente y representa una traición a los derechos democráticos de los pueblos africanos.

Además, el proyecto de documento de directrices de biotecnología se adelantó a promover la biotecnología moderna mediante narrativas sesgadas y distorsionadas, problematizando incluso el enfoque precautorio cual si fuera un obstáculo para una mayor difusión de los productos genéticamente modificados (GM) en el continente.

Por ello, nos preocupa profundamente que la Unión Africana esté desempeñando un papel activo en promover y coordinar que las empresas asuman el control de nuestros sistemas alimentarios, agrícolas y de semillas, en el continente.

Todavía estamos por ver qué implican las nuevas directrices y seguiremos exigiendo que la UA rinda cuentas a los pueblos y a las ecologías africanas, y no a las corporaciones que promueven sus intereses.

Fuente:  African Centre for Biodiversity

Temas: Semillas, Transgénicos

Comentarios