“Para nosotros la semilla es vida, es el Patrimonio de la Humanidad”

Idioma Español
País Argentina
Foto: Julio Carrizo

El sábado 25 de septiembre se llevó a cabo la edición número XIX de la Feria de Semillas Nativas y Criollas, en la localidad de Medanitos, provincia de Catamarca. A casi dos décadas de su inauguración, las y los productores refuerzan sus vínculos y siguen intercambiando saberes y experiencias en defensa de la Soberanía Alimentaria. Entrevistamos a Johana Villagrán, miembro de la comisión directiva de la Asociación de Campesinos del Abaucán (ACAMPA) e integrante del equipo de Bienaventurados los Pobres (Be.Pe.), dos de las organizaciones que convocaron a la feria.

¿Cómo surgió la idea de hacer esta feria de semillas, hace 20 años?

Primeramente, la feria es el reflejo de un trabajo organizado en la comunidad de El Bolsón de Fiambalá, integrado por diferentes pueblos o comunidades de nuestro territorio. Y también se dio la iniciativa porque muchos productores y productoras empezaron a participar en diferentes espacios, acompañados por la organización Bienaventurados los Pobres (BePe)

Y al participar de esos espacios en otros departamentos, otras provincias, surgió la necesidad de organizar una feria donde poder conocer e intercambiar la diversidad de semillas que nosotros mismos teníamos en nuestra región. Desde esos espacios empezaron a demostrar los años de trabajo que venían realizando los productores y la importancia que tenía una feria para seguir manteniendo y reproduciendo nuestras variedades, para no perder la diversidad de especies sino irlas aumentando. Porque en nuestros territorios habían pocas semillas en esos entonces, se habían perdido algunas variedades. Es por ello que surge esa idea de realizar una feria.

Cada año iban aumentando más los productores de otros lugares.Y ahí inició el intercambio de la semilla que nosotros teníamos y otras que venían de otros lugares. Entonces, al intercambiar las semillas de una comunidad a la otra, después los productores de nuestro territorio iban adaptando las semillas nuevas a nuestra tierra.

Los objetivos firmes de la feria de intercambio de semillas es promover y valorizar la conservación de la biodiversidad de semillas de diferentes variedades locales. Otro objetivo es recuperarlas, rescatar las semillas, las prácticas ancestrales y también los conocimientos de nuestros productores y productoras locales y que eso venga a propiciar el fortalecimiento de la identidad cultural. También apuntamos a multiplicar las prácticas agroecológicas que se implementan en esta zona. Siempre buscamos que la feria sea un espacio de fomento y que proteja la existencia de las diferentes variedades de semillas nativas y criollas de nuestro territorio.

¿Quiénes integran la feria?

De la feria participan productores y productoras de diferentes lugares. Hay años que participan de dos o tres provincias, todo depende de la situación económica de cada productor. En general participan personas de acá, del mismo departamento, o de otros departamentos como Santa María o Belén. La provincia que está participando todos los años es Santiago del Estero, que también tiene el acompañamiento de BePe, como otras organizaciones de acá, la capital de Catamarca.

¿Qué actividades se realizan?

Las actividades que realizamos durante la feria son varias. Primeramente, siempre es una tradición que recibamos a todos los feriantes con un desayuno de té hecho con yuyos de acá de la zona, y  con pan casero y tortilla. Y luego bueno, se realiza el armado de todos los stands de la feria. Después tenemos otro espacio que también es de bienvenida, donde recibimos, nosotros como organizadores, a todos los feriantes.

Después viene un momento muy especial, que es el momento del intercambio de las semillas. Ahora también, con las necesidades de cada uno de los productores y de las productoras, esa feria se fue ampliando. Se pueden presentar otros productos, no únicamente las semillas. También hay productos que son derivados de lo que ellos producen o de los que ellas producen.

Lo que sí, en esta feria los productos tienen que ser sí o sí elaborados por los y las productoras digamos, yo no puedo ir a comprar semillas en el mercado e ir a la feria. Tampoco puedo comprar algún producto en el mercado y después ir a revenderlo en la feria, eso no está permitido.

Ese espacio es muy importante en la Feria de Semillas. Después hay otro espacio de intercambio de experiencias que es donde ellos, entre productores y productoras, se comentan cómo se sembró una planta, cuáles son los cuidados, cómo se seleccionan las semillas, cómo es el guardado. Es un momento muy lindo porque muchos de las y los productores de las diferentes zonas se intercambian esas experiencias y van mejorando su producción.

Después hay un espacio de venta. Pusimos ese espacio porque muchos van a visitar la feria únicamente para comprar. Digamos, cualquier otro poblador que va únicamente a comprar, no lleva productos para intercambiar. Y bueno, después hay un momento recreativo en la tarde y hay también un espacio de almuerzo.

Foto: Julio Carrizo

¿Por qué es importante conservar e intercambiar semillas nativas y criollas?

Primeramente, porque para nosotros la semilla es vida, es el Patrimonio de la Humanidad. La semilla es la supervivencia de la familia de nuestro territorio o de las diferentes comunidades rurales, que son ellas las que seleccionan las mejores semillas, las guardan y las utilizan para las resiembras. Nosotros creemos que estas acciones son muy importantes porque es un trabajo de multiplicar y defender la semilla, que es algo que tenemos que llevar adelante. Cada día, cada año, en todos lados, se van sumando jóvenes y personas diferentes a trabajar la tierra, a producir y a consumir. El objetivo nuestro con esta feria es que ninguna empresa ni ningún gobierno nos quite el derecho a reproducir y a intercambiar libremente y solidariamente nuestras semillas.

¿Qué riesgos enfrentan hoy las semillas nativas y criollas y las y los productores?

Para nosotros, el principal riesgo es la expansión de las semillas transgénicas. Esa es una de las amenazas a la diversidad de semillas criollas, que están adaptadas a las condiciones del suelo y al clima de nuestra región o de cada región. Otro de las amenazas que corremos nosotros, y también nuestras semillas, son las mineras. Porque en nuestro territorio las mineras avanzan cada vez más y tenemos miedo a que un día nos falte el agua.

¿Cuál es el balance de la feria y el intercambio, teniendo en cuenta que estamos saliendo de la pandemia?

Bueno, para nosotros el balance de la feria fue muy positivo porque en un principio, cuando decidimos organizar, no sabíamos qué iba a pasar porque por este tema de la pandemia muchas veces el Estado habilitaba actividades y después nos decía que no. Entonces decidimos realizarla  pero con pocos feriantes, con pocos productores y productoras. Pero esta ya es una feria popular. Una vez que nosotros empezamos a difundir nuestra feria, todos nos llamaron para participar. Entonces, ese  día había muchos feriantes porque terminó siendo abierta. Fueron muchos más de lo que teníamos pensado. Eso nos lleva a pensar que nuestra feria, cada año, es más relevante.

Era mucha la necesidad de intercambio en este tiempo que estamos de pandemia porque los productores y las productoras el anteaño pasado produjeron mucho y tenían todo guardado. En relación a las semillas no es mucho lo que se perdió pero en cuanto a la producción de derivados sí, porque el año pasado no pudieron vender casi nada, algunos nada de nada. Entonces esa producción se les venció, se la tuvieron que dar a los animales o la tuvieron que tirar. Tampoco ellos querían que se les vuelva a echar a perder.

Y para nosotros ese balance también es muy positivo. Nosotros vemos que nos volvimos mucho más resistentes al avance del monocultivo, en la defensa de la biodiversidad y de la Soberanía Alimentaria. Para nosotros, las semillas integran los cinco elementos que son la base de la vida: el sol, la tierra, el agua, el aire (que son las generadoras de la riqueza y la naturaleza) y, a su vez, la identidad misma de nuestros pueblos y comunidades.

Este artículo es parte del proyecto “Fortaleciendo la agroecología campesina” realizado con el apoyo 
de Fastenopfer.

Fotos de Julio Carrizo

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Temas: Semillas, Soberanía alimentaria

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