El afán de lucro, propio del capitalismo, depende del crecimiento perpetuo y eso en la agricultura actual se traduce en una obsesión por producir más y más. Lo hemos dicho en otras ocasiones, la agricultura impuesta en los últimos años la podemos llamar industrial, intensiva... pero el apellido que nunca debería faltar es: capitalista. Agricultura capitalista. Veamos por qué.