Marcos Cortez Bacilio

Los saberes y semillas son herencia identitaria para las familias de Las Lomitas, Coyuca de Benítez, Guerrero. Foto de Marcos Cortez

"Es vital el reconocimiento de las características particulares de la agricultura tradicional, su racionalidad campesina y de su multiactividad, para fortalecer las economías propias, la producción, consumo, venta, intercambio, abastecimiento de alimentos sanos, cercanos y soberanos, y al mismo tiempo, garantizar la conservación de la diversidad biológica de los territorios".

Agricultura tradicional y economía campesina: una persistencia desde lo local

Fondos de Semillas Familiares en la región Costa Grande, Guerrero. Marcos Cortez

"Durante décadas, las familias han circulado las semillas de sus abuelos a sus padres, y de los padres a sus hijos. La tradición familiar es heredar de generación en generación el cultivo del maíz y la milpa. Regionalmente, la importancia de las semillas nativas está estrechamente conectada con sus saberes relacionales y naturales, es decir, desde la siembra de semillas hasta el trabajo organizativo -todo un proceso social- para su resguardo".

Formas tradicionales para renovar, conservar e intercambiar diversidad local

Cocina tradicional campesina en Copalillo, Gro. Foto: Mónica Sánchez

La milpa y el huerto han jugado un papel importante en la conservación de la agrobiodiversidad, no sólo como hábitat de diversas especies, sino también como garantes de un patrimonio cultural culinario. Son los sistemas más antiguos en Mesoamérica, que hasta hoy, enriquecen la base alimentaria del maíz al agregar a las dietas las proteínas de origen animal, frutas, verduras y tubérculos, que se congregan en la cocina campesina, espacio donde se transforma lo cultivado en alimentos para mantener una nutrición saludable y equilibrada.

Los sistemas alimentarios tradicionales en las cocinas campesinas de Guerrero

Agriculturas, resiliencia y cambio climático: estrategias agroecológicas

Un gran número de estudios científicos predicen impactos climáticos sobre las agriculturas campesinas con aproximaciones que no toman en cuenta la diversidad de estrategias que utilizan los campesinos frente a las alteraciones climáticas. En regiones de México y en diferentes partes del mundo, millones de campesinos “tradicionales” poseen lecciones importantes de resiliencia para los productores “modernos”, en la que ponen de manifiesto la importancia del rescate de los sistemas tradicionales de las agriculturas campesinas en combinación con el uso de la agroecología para enfriar el planeta. Situación que representa hoy en día, una de las rutas viables para estandarizar e incrementar la producción, lograr sostenibilidad agroalimentaria y mejorar la capacidad de la resiliencia-campesina ante las alteraciones climáticas.

Agriculturas, resiliencia y cambio climático: estrategias agroecológicas

Fondo de semillas familiar del estado de Guerrero. Foto de Marcos Cortez.

Las semillas nativas en México son fundamentales para la producción y reproducción de los sistemas agroalimentarios tradicionales como la milpa, además son un legado de la naturaleza y de las diversas culturas, reconocidas como reservorios genéticos vivientes e itinerantes, donde su siembra y cosecha es un acto de resistencia y autonomía alimentaria. Actualmente, nuestras semillas nativas son faros de diversas disputas territoriales en torno a su conservación  y permanencia en la vida cotidiana de los pueblos originarios y comunidades campesinas, que hacen agricultura milenaria -llena de vida comunitaria- que tienen enfrente a una agricultura del despojo, con etiqueta de privatización y biotecnología transgénica, sin familias campesinas, que es sinónimo de muerte de la biodiversidad, restringiendo el acceso, circulación y el libre intercambio de semillas -que da origen a la vida- negando absolutamente la soberanía alimentaria y sometiendo al pueblo en una dependencia inhumana.

Resistencia contra el despojo de las semillas en México

Mazorcas de diversos matices en San Juan Tenería, Taxco de Alarcón, Gro. Foto: Marcos Cortez

Al cultivar el maíz, el hombre también se cultivó…El maíz ha sido un alimento básico y fundamental de las culturas indígenas y campesinas, es una planta humana en el sentido más profundo de la expresión -no es capaz de reproducirse por sí misma- porque fue creada por el trabajo humano. Esta relación tiene una historia que data entre nueve mil y diez mil años, a partir de un proceso de domesticación que se inició en México; uno de los principales centros de origen del maíz y de la biodiversidad genética en el mundo.

Guerrero: centro de origen de maíces nativos y biodiversidad

Práctica de selección de maíz nativo en Atoyac de Álvarez, Costa Grande. Foto: Marcos Cortez

Actualmente, son varias las cuestiones en torno al maíz nativo: ¿qué pasaría si continuara su desplazamiento? ¿Por qué es importante seleccionarlo y mejorarlo? ¿Qué están haciendo las familias campesinas e indígenas para recuperar y garantizar su conservación? ¿Hay programas o políticas que promuevan mejoramiento genético? ¿Cuáles son los escenarios en este asunto?

Estrategias para conservar biodiversidad en regiones de Guerrero

Diversificación de cultivos, sinónimo de biodiversidad alimentaria. La Lima, Coyuca de Benítez, Guerrero. Foto: Marcos Cortez

Familias campesinas de Coyuca de Benítez, Guerrero, optan por la producción agroecológica de alimentos.

¡Hagamos milpa agroecológica!