El parlamento alemán decide sobre agrocombustibles: el futuro de los bosques en juego

Idioma Español
País Europa

Los próximos días, el parlamento alemán decidirá acerca de los objetivos de mezcla de agrocombustibles con gasolina y diesel. Los agrocombustibles se producen a partir de alimentos como la caña de azúcar, la colza, la soja o la palma aceitera. Con cada kilómetro que conducimos, estaríamos contribuyendo a aumentar el hambre en el mundo así como a la deforestación y al climático.

No a los objetivos obligatorios de agrocombustibles

Salva la Selva exige al gobierno alemán, que no mezcle agrocombustibles con la gasolina y el diesel.

La fecha todavía no es fija, pero entre el 23 de Abril y finales de mayo, tendrá lugar una importante votación en el parlamento alemán. Desde hace semanas, discuten los diputados y el gobierno, acerca de cuánta materia prima producida a costa de bosques naturales y otros ecosistemas debe destinarse a llenar los tanques de los automóviles. La energía producida a costas de los campos y las cosechas, a la que se da el nombre de “biocombustible”, se mezcla por ley con la gasolina y el diesel. Se argumenta que esto es bueno para contener el cambio climático y a la vez para reducir la dependencia de las importaciones de petróleo.

Pero quemar los valiosos alimentos en los motores de los autos no es el camino correcto, a la vista del aumento global de los precios de los alimentos y de la cada vez mayor cantidad de personas hambrientas en el mundo. Según los últimos datos de las Naciones Unidas, del 6 de abril de 2009, ya pasan hambre en el mundo más de mil millones de personas: más que nunca antes.

La energía producida a partir de los cultivos es todo lo contrario de amigable para el clima y el ambiente. Las superficies de cultivo en Alemania no son en absoluto suficientes para la excesiva sed de agrocombustibles de sus automóviles. La mitad de los agrocombustibles que se necesitan ya se están importando en forma de etanol y aceites de plantas. Para la producción industrial de soja y aceite de palma ya se están talando bosques irremplazables en Sudamérica, Africa y Asia, y la población rural es expulsada de sus tierras, sin posibilidad de retorno. La tala de bosques produce enormes emisiones de carbono, dañinas para el clima, que hacen un absurdo del argumento de la protección del clima.

Hace apenas un año, el gobierno alemán jugaba todavía con la propuesta de un objetivo del 17% para el año 2020. Después de que la cuota quedara establecida en 2008 en un 3,5%, esta debía aumentar hasta el 6,25% durante este año y hasta 7,75% hasta 2014. Pero ahora, el gobierno ha presentado un proyecto de ley para cambiar las cuotas que promueven los agrocombustibles, estableciendo para este año un 5,25% y reduciendo la cuota entre 2010 a 2014 al 6,25%.

Para los defensores de los agrocombustibles de varios partidos representados en el parlamento alemán, está en juego la venta de millones de toneladas de agrocombustibles, así como miles de millones de euros en ventajas fiscales y subvenciones.

El gobierno alemán, dice querer evitar la tala de bosques sobre el papel, con reglamentaciones burocráticas y sellos de certificación. Pero las complicadas normas, difíciles de comprobar sobre el terreno en los bosques indonesios o brasileros, no ofrecen ninguna clase de garantía. La problemática social como la expulsión de campesinos de sus tierras o los impactos sobre la producción y los precios de alimentos no está contemplada en estos sellos.

Si quiere expresar su preocupación, escriba a la Canciller Merkel y a los jefes de los partidos que forman la coalición del gobierno. La carta se envía automáticamente.

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CARTA AL GOBOERNO ALEMÁN

El parlamento alemán decide sobre agrocombustibles: el futuro de los bosques en juego

Dra. Angela Merkel, Canciller
E-mail: ed.relznaksednub@relznaksednub

Volker Kauder, Representante de la Fracción CDU/CSU
E-Mail: ed.gatsednub@reduak.reklov

Dr. Peter Struck, representante de la fracción SPD
E-Mail: ed.gatsednub@kcurts.retep

Estimada Sra. Canciller Merkel, Estimado Sr. Kauder, Estimado Sr. Struck

me ha decepcionado enormemente, saber que el gobierno alemán continúa con sus planes de fomentar los agrocombustibles. A pesar de los hechos contundentes, los estudios científicos y las urgentes adfertencias de todos los sectores de la sociedad acerca de las consecuencias negativas e incontrolables de la expansión de los agrocombustibles, el gobierno alemán establece objetivos crecientes y fomenta así la producción con sumas millonarias en forma de ventajas fiscales y subvenciones.
Las propuesta actual que el gobierno alemán someterá a votación de un Proyecto de Ley para el Fomento de los Biocombustibles (Referencia: 16/11131 de 1-12-2008) significa un aumento muy significativo de los objetivos de agrocombustibles, incluso aunque se reduzca en 2009 en un uno porciento con respecto a lo decidido inicialmente. El objetivo aumentaría de 3,5% el año pasado a 5,25% en este y a 6,25% en 2010.

Para la producción de agrocumbustibles se están utilizando alimentos y plantas alimenticias, como maíz, caña de azúcar, soja, colza y palma aceitera. Los llamados agrocombustibles de segunda generación a partir de celulosa no estarán disponibles a mediano plazo y tampoco evitarán los problemas causados por la demanda de enormes superficies de cultivo.

También, la utilización de basura y materia de desecho sólo puede aportar un mínimo de la demanda, debido a su utilización continua. Un ejemplo para esto es la utilización de restos de madera para la industra de congrlomerado. Las partes de las plantas que contienen celulosa, como la paja, deben por el contrario permanecer en los campos de cultivo, para conservar la fertilidad del suelo y para mantener la producción de humus.

Quemar cada vez cantidades mayores de alimentos en los motores de los automóviles, es un acto altamente inmoral, a la vista del hambre creciente en el mundo y del aumento de los precios de los alimentos. A partir de 100 kilogramos de trigo se pueden producir 100 panes, o 40 kilogramos de etanol. También un automóvil eficiente, con un consumo de 6,5 litros, necesita el equivalente a un pan para moverse seis kilómetros, si el tanque se llena con agrocombustible.

Jean Ziegler, el reciente comisionado de la ONU para el derecho a la alimentación, ha calificado a los “biocombustibles” incluso como “crimen contra la humanidad”. “Mientras seres humanos pasen hambre, no se deberían utilizar los escasos recursos en los tanques!” En este sentido, el boom de los agrocombustibles ha encendido la especulación masiva con los alimentos, y ha elevado los precios a cifras record. La falta de alimentos mata miles de personas cada dia, un niño muere cada hora, según el comisionado de la ONU Olivier De Schutter. Según las cifras actuales de la ONU del 6 de abril 2009, padecen hambre crónica actualmente mil millones de personas.

El establecimiento de enormes plantaciones para la producción de agrocombustibles, provoca la expulsión de la población local, y el robo de tierras. Los bosques y otros ecosistemas importantes son destruidos para ganar espacio para los monocultivos, y la biodiversidad existente es eliminada de esta forma. Los recursos de agua, ya de por sí escasos, son utilizados para los monocultivos y su procesamiento industrial. La destrucción de la vegetación natural, la degradación de los suelos y la seca de las áreas pantanosas tiene como consecuencia la liberación de las enormes cantidades de carbono que estas contienen, calentando masivamente el clima.

En Alemania se cultivaron ya en 2008 dos de los en total 12 millones de hectáreas de cultivo con “materias primas renovables”. Más superficies no se encuentran a disposición en el futuro. Según datos del Ministerio alemán de Medio Ambiente, el consumo de agrocombustibles en Alemania fue de 4,6 millones de toneladas.

La mitad del agrodiesel vendido en Alemania fue producido de palma y soja importadas. Junto a los vehículos, las más de 2.800 centrales de energía en Alemania utilizaron el pasado año 600.000 toneladas de aceite de palma para la generación de energía eléctrica y calor. Con objetivos más elevados, las importaciones también serán mayores. Más plantaciones de palma y soja, y así más hambre y destrucción de bosques son las consecuencias directas.

El hambre de cada vez más personas significa un fracaso decepcionante de la política, como también la tala de bosques y la destrucción de biodiversidad. La destrucción del sustento de vida en todo el planeta está amenazado. Los tiempos del crecimiento eterno e ilimitado se han terminado, y no es posible continuar como hasta ahora. La meta de una política responsable y posible para el futuro solo puede ser la búsqueda de caminos para dejar de utilizar los recursos de la tierra de un modo totalmente irresponsable, reduciendo los mismos a un nivel sostenible a largo plazo. Para eso es necesario un giro de pensamiento en nuestro modo de vivir y de hacer negocios hasta este momento.

Salva la Selva exige por estos motivos: No a los objetivos de mezcla de agrocombustibles con gasolina y diesel. En lugar de subvenciones millonarias a los dañinos agrocombustibles, y de dar „premios“ para la compra de nuevos automóviles devoradores de combustible, el gobierno alemán debería invertir en ahorro energético, en tecnologías más eficientes, la optimización del sistema de transporte público y nuevos conceptos de movibilidad.

Le pido una respuesta a estas cuestiones, y a la pregunta: ¿Por qué mantiene los objetivos de agrocombustibles a pesar de los conocidos graves problemas que estos causan?

Atentamente,

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Temas: Agrocombustibles

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