¡Fuera las manos de nuestro pasto! Las comunidades pastoriles de Kenia luchan contra la privatización de su biodiversidad

Por GRAIN
Idioma Español
País África
Ganado pastando en un campo del pasto buffel. Foto: Francis Parkorwa, agricultor de Baringo

Hoy, los maasai y los kalenjin impulsan una dura lucha con el fin de evitar que un individuo obtenga derechos monopólicos sobre una variedad de pasto buffel, que han utilizado dichas comunidades desde tiempos inmemoriales para alimentar a su ganado. Esta situación muestra de manera clara cómo los derechos de obtentor, algo parecido a una patente sobre plantas, pueden perjudicar a la gente que produce alimentos en África. El continente debe resistirse con todas sus fuerzas la privatización de la biodiversidad.

A menudo las comunidades pastoralistas son ignoradas como custodios de la biodiversidad de África. A pesar de experimentar diversas amenazas (rutas migratorias bloqueadas, violencia, y falta de escuelas y atención médica), los sistemas alimentarios que encabezan siguen siendo, en las zonas secas que habitan, la forma de agricultura más resistente. Siempre y cuando no privaticen sus tierras y el pasto con el que alimentan a sus animales.

Este temible escenario amenaza a las comunidades pastoralistas maasai y kalenjin en la provincia del Valle del Rift, en Kenia. Hoy, los maasai y los kalenjin impulsan una dura lucha con el fin de evitar que un individuo obtenga derechos monopólicos sobre una variedad de pasto buffel, que han utilizado dichas comunidades desde tiempos inmemoriales para alimentar a su ganado. Esta situación muestra de manera clara cómo los derechos de obtentor, algo parecido a una patente sobre plantas, pueden perjudicar a la gente que produce alimentos en África. El continente debe resistirse con todas sus fuerzas la privatización de la biodiversidad.

La importancia del pasto Buffel para los pastores en Kenia

Geoffrey Letakaan es un anciano de 63 años de Kalenjin, una comunidad indígena pastoralista del condado de Baringo, en Kenia[1].

“El pasto buffel ha estado ahí desde los tiempos de mi padre, mis abuelos y mis bisabuelos”, dice Letakaan. “Este pasto tiene mucho valor. Si se alimenta a las vacas, engordan en tres meses. También se hacen fardos de heno, y también se usa para techar. En el pasado, la gente mayor solía decir 'nangrongong', que significa 'esto [el pasto buffel] está en las colinas’ , como las de Arabal y Mukutani... La gente debería plantar este pasto. Todos deberían”.

La visión de Letakaan es compartida por mucha de la gente que habita en Baringo, un condado característico por sus pastizales, en la provincia del Valle del Rift, en Kenia. Ahí también habitan los ilchamus, pertenecientes a la comunidad de los massai. Tanto los kalenjins como los ilchamus son gente que pastorea y depende de su ganado y de otros tipos de animales.

La gente que pastorea en Baringo es conocida por plantar pasto “cola de zorro africano”, comúnmente llamado “pasto buffel”. Científicamente llamado Cenchrus ciliaris, desde tiempos inmemoriales estas comunidades han alimentado su ganado con este pasto. Entre los ilchamus lo llaman “Lhogorr aingok”, mientras que los tugens, una subtribu kalenjin, lo llaman “Lhomer Kwan”. Dichas comunidades utilizan este pasto como praderas permanentes y de larga duración adaptadas a una variedad de tipos de suelo, responden rápidamente a las lluvias pequeñas y son reconocidos como el pasto más tolerante a la sequía.

En Baringo, al igual que en otras partes de las áridas y semiáridas tierras de Kenia, el buffel es un recurso muy importante debido a su versatilidad de usos. Además de utilizarse como forraje, las comunidades lo venden en fardos y lo conservan como forraje para el ganado durante las estaciones secas. Con un alto contenido de proteína (12 por cierto) resulta muy eficiente para engordar ganado. Es sabido que algunos miembros de la comunidad compran animales escuálidos a precios bajos, engordándolos con pasto buffel, y vendiéndolos después de tres meses a precios más altos. Además, sus semillas alcanzan un alto precio en el mercado oscilando entre los 300 chelines kenianos (3 dólares) y los 750 chelines kenianos (7.50 dólares) por kilo.

Al interior de las comunidades de pastoreo, las mujeres se encargan de alimentar al ganado mientras que los hombres se ocupan del pastoreo[2]. Las mujeres, por lo tanto, dependen en gran medida de enfardar y almacenar el pasto buffel, sobre todo para alimentar al ganado joven cuando el pasto escasea durante los periodos más secos del año.

“Yo voy a la tienda, cojo un fardo y alimento a los cabritos y los terneros”, dice Shalline Parkolwa de 29 años. Cuenta ella que, si los cabritos y los terneros están bien alimentados, necesitan mamar menos por lo que hay más leche disponible para la familia, lo que favorece la nutrición, en espacial la de los niños y ancianos, y también la soberanía alimentaria de la comunidad. Cuando los hombres construyen chozas, las mujeres tienen la tarea de buscar pasto para el techo. Debido a que es larga y fuerte, la paja del buffel es buena para techar. Las mujeres también pueden obtener ingresos para sus necesidades personales y las de su hogar vendiendo las semillas de pasto buffel.

Murray Robert entra en escena

Durante las últimas décadas un hombre llamado Murray Roberts, conocido por los lugareños como “Omari”,[3] encabeza los esfuerzos por transformar la gestión local del pasto buffel, sistema basado en la propiedad comunal de la tierra y el pastoreo, por uno basado en la propiedad privada, el latifundio y agricultura intensiva.

Robert Murray, director de la RAE, y el personal en la tienda de la empresa Baringo el 17 de febrero de 2021. Foto: Seed Savers Network (SSN)

Roberts es un ciudadano keniano descendiente de colonos blancos, quienes se hicieron de tierras en Baringo durante la ocupación colonial británica, y desarrollaron un lucrativo negocio familiar de fincas, áreas de conservación y turismo de safari.[4] En 1982, Roberts formó una fundación de conservación llamada Rehabilitación de Ambientes Áridos (RAE por sus siglas en inglés), con la finalidad de “transformar las tierras áridas degradadas en pastizales rentables en beneficio de las personas y el medio ambiente”.[5] El modus operandis de esta organización ha sido presionar a los ancianos locales para que le entreguen parcelas de tierra para cultivar[6]. En palabras del propio Roberts:

“Comenzamos en 1982, pero debido al tipo de donante, sólo se nos permitía tratar con comunidades, por lo que teníamos muchos campos comunitarios alrededor, pero luego, cuando nuestros donantes cambiaron, pudimos hacer tratos individuales. Fue entonces cuando logramos hacer una gran diferencia. Ahora sembramos pasto en los terrenos donde un individuo tenía un maizal. Mi socio llegó a esta idea de sembrar en terrenos particulares, y ahora realmente se ha expandido. Todo esto de los pastos se ha convertido en una gran negocio en Baringo. Ahora es una industria. Y déjenme decirles que, ya sea que yo esté aquí o no, esta industria continuará. Ya no depende de mí. La campos comunales, si no estoy aquí, se van a morir porque no hay nadie en la comunidad que se preocupe de los asuntos de la comunidad. Ellos sólo quieren comérselo”[7]. 

Los lugareños dicen que las operaciones de RAE han cambiado su relación con el pasto buffel. “El pasto buffel ha estado aquí durante décadas. Lo que los miembros de la comunidad no sabían era su potencial comercial”, afirma George Letakaan.

Actualmente mucha de gente de las comunidades locales producen y venden semillas de buffel. Algunos las venden a través de la RAE, mientras que otros lo hacen a través de la agencia regional de gobierno Autoridad para Desarrollo del Valle de Kerio (KVDA por sus siglas en inglés). Cuenta Jackson Lekombe, miembro de una de las comunidades, y quien ha optado por no producir semillas para RAE, que él vende a KVDA de manera tanto individual como colectiva, a través del Grupo de Autoayuda de Nooseya cuyos 25 miembros se dedican al enfardado de pasto y al comercio de semillas.

Acaparamiento de semillas

Los esfuerzos de Roberts por privatizar el uso de las semillas de pasto buffel no se han limitado a pasar por encima de las comunidades trabajando directamente con individuos de manera atomizada. En 2001 la RAE inició un programa de producción de semilla buffel. En 2012 solicitó y obtuvo un certificado de protección (una especie de derecho de obtentor provisional mientras la solicitud está pendiente) sobre una variedad de pasto buffel por parte del ente regulador de semillas de Kenia, los Servicios de Inspección de Salud de Kenia (KEPHIS por sus siglas en inglés). La variedad de pasto, que Roberts reclama como propia, se llama Baringo 1.

Tras otorgarle este certificado, Baringo 1 se agregó a la lista de variedades nacionales de Kenia. Esto significa que no se puede comercializar sin el permiso del propietario. En 2014, Roberts dio un paso más y solicitó los derechos de obtentor vegetal (PBR por sus siglas en inglés) de Baringo 1, con el objetivo de tomar la propiedad total de la semilla en desmedro de los derechos de los agricultores. Roberts quiere adquirir los derechos de obtentor de cinco variedades vegetales más.[8]

De acuerdo a la Ley de Semillas y Variedades Vegetales de Kenia del año 2012, basada en las disposiciones del Convenio de la Unión para la Protección de Obtentores Vegetales de 1991 (UPOV 1991), cualquier obtentor, ya sea público o privado, local o extranjero, puede solicitar y obtener derechos monopólicos sobre una nueva variedad vegetal que haya descubierto o mejorado. Desafortunadamente, esto incluye las variedades de los agricultores locales. Es aquí donde está el conflicto con RAE por el pasto buffel.

Para muchos pastores locales, Roberts simplemente está tratando de adueñarse de la biodiversidad de la zona. Eresia Erige, integrante de la comunidad de Baringo, cuenta que tan pronto como en la comunidad se enteraron de la solicitud de derechos de obtentor por parte de Robert, la gente mayor de la localidad subió a las colinas y recolectó muestras de semillas para compararlas con las variedades cultivadas por RAE. Su descubrimiento fue que era el mismo pasto. Para Erige “el pasto pertenece a las colinas, por lo tanto, sus semillas y su cultivo no deben ser privatizados, deben ser para todos”.

Dicho sentir pareciera estar respaldado por la Constitución de Kenia, que fue reformada en 2010, y que establece que las comunidades locales gozarán de “la propiedad de las semillas y variedades vegetales autóctonas, de sus característica y su diversidad genética, así como de sus distintos usos”. [9] Según la Constitución, las comunidades de Baringo deben tener derechos comunitarios sobre el pasto buffel. Sin embargo, la Ley de Semillas y Variedades Vegetales de 2012 contradice esto, permitiéndole a Roberts obtener derechos privados sobre este tipo de pasto. Como resultado se ha generado un conflicto entre los derechos de obtentor y los derechos de los agricultores locales.

La Autoridad para el Desarrollo del Valle de Kerio también objeta la solicitud de PBR de Roberts. En una carta enviada a éste el 2016, la KVDA declaró que había estado experimentando y produciendo Cenchrus ciliaris desde 2001, llevando a cabo ensayos y pruebas a nivel nacional. En la misiva se afirmó que RAE Trust no pudo haber mejorado la variedad que presentó porque ni siquiera contaba con un programa de mejora vegetal. Además, la KVDA insistió en que el pasto buffel debe ser de dominio público y que la Organización de Investigación Agrícola y Ganadera de Kenia (KALRO por sus siglas en inglés) debe ser su único custodio en aras del interés común.[10]

El Cenchrus ciliaris, señala KALRO, es apomíctica. Esto significa que se reproduce asexualmente a través de semillas.[11] Cualquiera que afirme haber desarrollado una nueva variedad tendría que explicar los pasos de reproducción llevados a cabo . Según KALRO, hasta la fecha, RAE no ha proporcionado esta información. Es importante tener en cuenta que el pasto buffel también está creciendo en otros condados de Kenia, como Kitui, Marsabit, Mandera, Kilifi y Makueni. En opinión de KALRO, en cualquier pastizal de Cenchrus ciliaris, es probable encontrar Baringo, el 99% de las veces.

Pastores/agricultores de Nooseiya de la comunidad de Ilchamus, 11 de febrero de 2021. Foto: Seed Savers Network (SSN)

En 2016, KEPHIS organizó una reunión entre Roberts, las comunidades locales, el KVDA y KALRO, con el fin de encontrar una solución amistosa al conflicto. En la reunión, las agencias públicas de Kenia, incluido el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, objetaron la solicitud de derechos de obtentor de Murray diciendo que la variedad en disputa era “pública” y que tenía la particularidad de ser una variedad de origen natural y de “conocimiento común”. Pero a Murray no le importó. En repetidas ocasiones se puso de pie y acusó a las comunidades de tomar “su semilla”. Murray afirmó que él era el único con derecho a producir pasto buffel, y por lo tanto, la comunidad, la KVDA y los demás productores de pasto y semillas estaban violando la ley.[12]

Tabla 1: cronología de eventos

Período/Año Evento
Hasta 1982 A lo largo y ancho de sus territorios, las comunidades pastoriles kalenjin y maasai alimentan su ganado con pasto buffel.
1982 A través de su ONG Rehabilitación de Ambientes Áridos (RAE), Murray Roberts inicia un proyecto que involucra a las comunidades locales en Baringo y en el cual incorpora la utilización de pasto buffel.
1991 El Convenio de la UPOV es reformulado en Ginebra y adquiere su forma actual.
1999 Kenia se vuelve miembro de la UPOV
2001 Murray Roberts inicia su programa para producir semillas buffel
2010 Kenia redacta una nueva Constitución reconociendo los derechos de las comunidades locales sobre sus semillas y sus conocimientos tradicionales asociados
2012 KHEPIS entrega a RAE derechos sobre el pasto tipo buffel
Diciembre 2012 Se reforma la Ley de Semillas y Variedades Vegetales
2014 Disputa entre las comunidades de Baringo, RAE y KVDA por la solicitud de derecho de obtentor por parte de RAE
2016 Kenia se integra a la UPOV 1991 y queda obligada por sus disposiciones
2017 Gobierno keniano publica certificado definitivo que permite a RAE comercializar su pasto Baringo 1
¿Qué es lo que está en juego?

En este conflicto, lo que está en juego son los derechos que las campesinas y los campesinos de Kenia tienen de guardar, compartir, intercambiar y vender libremente semillas de pasto buffel. De otorgarse derechos de obtentor, no podrán producir ni comercializar las semillas sin el permiso y/o el pago de regalías a Roberts. De ocurrir, esto tendría un impacto negativo directo sobre los medios de subsistencia de las comunidades locales, ya que éstas siempre han usado y dependido de este pasto. En el caso de Baringo 1, tanto las comunidades locales como los funcionarios públicos no creen que Roberts haya realizado el trabajo de mejoramiento que afirma haber hecho. Por ello, han impugnado formalmente la solicitud enviada a las autoridades para incorporar a Baringo 1 a la lista nacional de variedades.

Resulta fundamental tener en cuenta que no sólo es RAE quien busca hacerse de la propiedad del pasto buffel. KALRO y KVDA también son instituciones interesadas en hacerse con el monopolio de su comercialización. La batalla entre ellos se ha agudizado por el hecho de que la RAE engañó y burló a los otros dos al registrar la variedad. “KALRO también tiene el potencial de excluir a otros. El problema no son las instituciones, sino las leyes de semillas basadas en UPOV 1991, por lo cual la comunidad sigue sufriendo, la biodiversidad sigue sufriendo y los derechos de los agricultores están desprotegidos”, afirma Daniel Wanjama, Director de la Red Keniana de Cuidadores de Semillas.

Es por esta razón que las comunidades de Baringo se mantienen con altos grados de incertidumbre. La solicitud de derechos de obtentor de Murray sigue su curso, y las acciones legales para detener su aprobación por parte de la KVDA parecen inútiles.[13] Mientras tanto, Murray Roberts y RAE continúan reproduciendo y vendiendo semillas. Debido a la alta exposición del caso, Murray ya no amenaza a las comunidades por “sembrar su semilla” como solía hacerlo.

Por ahora, los miembros de la comunidad de Baringo ignoran los reclamos de Murray y están decididos a continuar cultivando pasto buffel. En este difícil proceso, cuentan con el respaldo del Ministerio de Agricultura, quien ha afirmado que no debe otorgarse derecho de obtentor sobre Baringo 1.[14] Sin embargo, en palabras de Dominic Kimani, representante de la Red de Cuidadores de Semillas, éste es “un esfuerzo inútil, nada más que un ejercicio de relaciones públicas ya que los derechos de los agricultores locales ya estaban siendo pisoteados al registrar la variedad Baringo en la lista nacional de variedades”.

No a la RAE, no a la KVDA, no a los propietarios de semillas

Este conflicto muestra que las leyes y los reglamentos que regulan al sector de las semillas se establecen para beneficiar a las empresas o individuos, en contradicción directa con los derechos de campesinas, campesinos y comunidades locales. En el caso del pasto buffel, Murray no hace sino utilizar los instrumentos para privatizar semillas creados por la ley Keniana de Semillas y Variedades Vegetales de año 2012, basada en UPOV 1991.

Sólo era cuestión de tiempo para que, intereses como el de RAE, aprovecharan la oportunidad legal de reclamar el monopolio sobre una variedad vegetal de conocida por todos. Los pastores y agricultores locales sólo estarán verdaderamente protegidos cuando Kenia renuncie a legislar en base a la UPOV. El actual intento por parte de la KVDA y demás autoridades públicas por evitar que Murray obtenga el derecho de obtentor debe entenderse como lo que realmente es: un tira y afloja por la privatización de las semillas. Incluso si el intento de obtener derechos de obtentor por parte de RAE falla, los pastores en Baringo aún pueden perder su derecho a usar, guardar y reproducir el pasto Baringo, ya sea a manos de la KVDA o de cualquier otro interesado. Cualquier intento por proteger la milenaria variedad vegetal de Kenia debe hacerse a través de a gente que en verdad lo custodia: la gente que pastorea, campesinas, campesinos y comunidades que durante generaciones se han ganado la vida con esta vegetación.

[1] Los kalenjin son un pueblo indígena proveniente del condado de Baringo, en la provincia del valle del Rift, en Kenia.

[2] AFSA (2018). Pastoralism: Food sovereignty in action. Disponible en  https://afsafrica.org/case-studies-pastoralism/

[3] La gente de la comunidad, que no pueden pronunciar su nombre de manera correcta, lo llaman “Omari”.

[4] Detalles sobre su historia familiar se encuentran en el sitio de la compañía familiar de Murray Roberts: http://robertssafaris.com/our/history

[5] Ver http://www.raetrust.org/

[6] Ver "Part II Land Degradation and Mitigation in Africa," in Land Degradation and Desertification: Assessment, Mitigation and Remediation," Editado por Pandi Zdruli, Marcello Pagliai, Selim Kapur, Angel Faz Cano, Springer Science & Business Media, 2010, p.117.

[7] Entrevista realizada por la Red de Cuidadores de Semillas en marzo del 2020

[8] La Sección 18 de la Ley de Semillas y Variedades Vegetales de Kenia del año 2012 establece las condiciones para la emisión de derechos/patentes de obtentor. La subsección 2 establece (2) que un solicitante de derechos de obtentor debe ser la persona que desarrolló o descubrió la variedad vegetal en cuestión o su sucesor en el título, y las disposiciones de la Parte I del Anexo Cuarto tendrán efecto con respecto a las prioridades entre dos o más personas que han desarrollado o descubierto de forma independiente una variedad vegetal.

[9] Ley keniana: Constitución de Kenia. Artículo 11.3(b). Disponible en  http://kenyalaw.org/kl/index.php?id=398

[10] Según los documentos consultados por los autores.

[11] Según KALRO.

[12] Entrevista realizada por la Red de Cuidadores de Semillas en marzo del 2020.

[13] Entrevista realizada por la Red de Cuidadores de Semillas en marzo del 2020.

[14] Según los documentos consultados por os autores.

Fuente: GRAIN

Temas: Acaparamiento de tierras, Agricultura campesina y prácticas tradicionales, Ganadería industrial

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