Cuál es la primera aparición de todo

Palabras transcritas desde la oralidad. Por entre los valles húmedos del sur de la Mata Atlántica, presentamos estas conversaciones en la escuela de la aldea guaraní mbya Tekoa Mymba Roka, reflexionando sobre las traducciones de la cultura y sus diversas formas de habitar los territorios hoy ocupados por el Estado brasileño.
Pues estaba yo pensando sobre el trabajo, reflexionando bastante sobre mi palabra, sobre mi visión.
Yo venía pensando cómo expandir, cuando digo que todo es arte, ¿no?
Pero cuando digo eso, mi palabra no me es conveniente. Yo quisiera mostrar algo a través de alguna actividad, de algún montaje. Que se mostrara la base. Como digo, el arte es la base de todo, ¿no?
Pero no sé de qué manera debería mostrarlo, ¿con qué actividad?, ¿con cuál tecnología? ¿a partir de qué objeto?
Y yo estaba reflexionando, ampliando —cuando el arte es todo, yo quisiera mostrar qué viene segundo, qué tercero, qué cuarto... porque cuando digo «el arte es todo», viene el lenguaje, viene la historia, la ciencia, las geografías, todo, todo.
Pero no sé cómo, con qué tecnología puedo mostrarle a la gente que no conoce el arte, que no ve artistas, que veo que todo el mundo es un artista. Eso pensaba.
Pero no sé qué objeto utilizar, qué tecnología, no sé, para mostrarlo.
Sentarme, pensar, trabajar, hacer un montaje, desmontarlo.
Para mostrar cómo funciona el arte. Eso estaba reflexionando. No sé cómo expandir este saber a los no indígenas y a los propios guaraníes del mundo para que perciban que todos somos artistas.
¿De dónde surge?
¿Cuál es la primera aparición de todo?
Eso es lo que quisiera mostrar. Ya que preguntaste te digo lo que estoy pensando. Eso es todo.
Una visita a Tekoa Vy’a (del modo de cómo hacerla)
El nombre de la aldea es grande: La traducción de Tekoa Vy’a sería “aldea feliz”. Conversamos bastante sobre qué es la vida cotidiana en la cultura guaraní. Y lo que la gente practica, ¿no? De ahí que los niños sepan esta práctica y crean en ella. Si no la entienden, tampoco lo creerán. Será sólo teoría. Así que siempre seguiremos en esa práctica, hablando con ellos y ellas. Hablando y al mismo tiempo, a partir del consejo, van a entender la práctica. Para ver si lo que la gente afirma realmente existe.
Cada comunidad mantiene una diferencia cuando habla de lo cotidiano de la cultura guaraní: de las niñas y niños, de los adultos mismos, jóvenes y más viejos. Lo que la gente ve ahora es la cultura: si en una comunidad tienen karai o no tienen karai [guías espirituales].
Desde la misma bienvenida. Hoy la gente visita muchas comunidades guaraníes.
Pero lo hace desde una cultura no indígena. Llegas, te relacionas, quieres incluso jugar la pelota, y sabes que habrá una fiestecita. O puede ser totalmente diferente. Que llegas y no te concentras. El foco es la fiestecita, ese espacio pequeño. Aunque haya mucha gente. Te sientes solo ahí. No se siente tu energía como persona. No te sienten.
En cambio, dentro de la cultura guaraní, la propuesta es concentrarnos. Y sabemos que en nuestro interior el espíritu está allí. Sientes que también estás en esa aldea. Eso es lo que siempre queremos mostrar a los niños. ¿Cómo es la vida cotidiana en la cultura guaraní?
Y aunque llegues solo a un pueblo, donde tienen gente sabia, que sabe curar [karai] y casas de oración y rezo [las opy] te tienen que recibir concentrados. Niñas y niños tienen que darse cuenta de esto, tienen que aprenderlo en la práctica. Eso es lo que queremos reforzar.
Por ejemplo, el abuelo (xeramoi) habla un poco ahora, pero con lo que dice se puede sentir que a los jóvenes, a los niños e incluso a los adultos les falta esta concentración para fortalecerse espiritual y físicamente también. Siempre decimos que eso es lo que falta.
Hay que contarle a niñas y niños lo que dice el xeramoi. Lo dice con una palabra que ni siquiera los jóvenes saben. Nunca hemos oído esa palabra. ¿Qué se precisa? Eso es lo que queremos mostrar: la vida cotidiana de los guaraníes desde la propia cultura guaraní.
El xeramoi en Tekoa Vy’a se llama Artur. Conoce todo Rio Grande do Sul y vino para acá. También conoce un poco el fundamento del pueblo de Cantagalo. Vivió allí, en Porto Alegre, Santa Maria, Jacuí, Guarita, Chapecó. Conoce mucho.
Hoy en día es muy difícil que acontezca esto, por falta de interés o por no saber organizarse, por no saber de qué se trata. También hay que mirar a los niños y las niñas del futuro. Y cuando la gente habla de que hay que reforzar la cultura, luego no saben qué camino es realmente reforzar la cultura. Esto ocurre a menudo. Intento entenderlo. Siempre hablo de fortalecer la cultura, entonces tengo que demostrarlo. Tengo que buscar el camino que voy a mostrar, y es el camino que tengo que seguir también.
El dibujo y consejos de la abuela
Mi abuela solía ser estricta con su trabajo, cualquier trabajo. Era una guía. Además de ser estricta, quería enseñarme el camino correcto. Si hacía yo un balaio (una cesta de fibra tramada como cascarita de tacuara o güembe) me orientaba sobre todo lo que tenía que hacer.
Así que en todo me guiaba y me decía que tengo que ser capaz de hacer las cosas dentro de mi cultura. Así que vivía así, y ella me pedía: cuando veas el trabajo de otro pariente, y aunque no sean parientes también, analízalo, haz la lectura, haz la crítica.
Así es como conviví.
Ella decía que dibujar, dibujar en papel, en el suelo, en un árbol, me dijo que no era necesario. En la práctica, se podía hacer dibujo directo como grafismo tramando la canasta, la cesta.
Y llegué a la universidad también escuchando su consejo: que debía intentar mejorar mi portugués para no perder nuestra cultura. Y cuando puedas hablar mejor, podrás dar a conocer mejor cuál es nuestra cultura, cuál es nuestro valor, para que los no indígenas puedan verlo, me decía.
Y viví así, con ese consejo. Me quedé aprisionado en esa mirada. Y al día de hoy, toda la comunidad pide eso. Y hoy en día, muchas cosas dependen de gente no indígena. Pero eso me hace estar perdido en el mundo. No sé a quién valorar más...
Así vivía en lo cotidiano. Me acordaba de lo que ella decía que yo tenía que hacer. Y también cuando en las tardes me aconsejaba también.
Y qué tanto de esto estaba errado. Qué tanto era cierto. Qué está faltando. Por eso tenemos que experimentar, porque es complejo, ¿verdad?, en todos sentidos.
Opa mbaꞋe maiporã mba vaꞋey haꞋegui oĩ porã mba vaꞋeꞋy, ore rojapo haꞋeveve ko yvy pypy.
Las cosas son imperfectas e incompletas. Hacemos lo mejor dentro de ese mundo.
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Ésta es una versión corta de “Teko Jexauka — enseñando nuestro modo de ser” (ed. Riacho, publicado originalmente bilingual guaraní-portugués)
Daniel Kuaray Papa es educador y artista mbya guarani con base entre aldeas de Rio Grande do Sul y Santa Catarina, con graduación en artes visuales por la UFRGS y actuación junto a diversas escuelas guaraní y el Museu das Culturas Indígenas de São Paulo.
Entrevista, transcripción y notas: Dani Eizirik.