De lo local a lo global: mujeres de La Vía Campesina fortalecen el tejido por la Soberanía Alimentaria y la justicia ecosocial

Idioma Español
País Europa

En el pueblo de Larrabetzu, Euskal Herria, el pasado 19 de junio, una delegación internacional de mujeres campesinas se juntó con diversos movimientos sociales – entre pensionistas, juventudes, feministas, mujeres migradas trabajadoras de hogar y cuidados, y el campesinado local – de la zona para hablar de las apuestas que tiene cada colectivo para enfrentar las urgencias económicas, políticas y sociales que experimentan como parte de la sociedad vasca. El diálogo fue facilitado por mujeres campesinas del sindicato EHNE Bizkaia.

El cuidado y la vida digna como centro de las luchas

El colectivo de pensionistas enfatizó que su lucha por unas pensiones dignas se ha caracterizado por la constancia de exponer el enorme aporte de fuerza de trabajo que ciertas generaciones han hecho a su sociedad pero que actualmente no se expresa en reconocimiento económico que les garantice un bienestar social. Por su parte, la juventud en voces de representantes del colectivo Hernai, expresó que les cuesta avizorar un futuro digno para su generación si no hay una apuesta real por la autonomía local y menos dependencia a la producción externa.

Sumado a ello, por parte del movimiento feminista, a través de la plataforma Denon Bizitzak Erdigunean (las vidas de todxs en el centro), se enfatizó en visibilizar el enorme valor que las mujeres tienen al cuidar la reproducción y la permanencia de la vida en todas sus expresiones, y que pocas veces esto es reconocido en los espacios públicos; por lo que es necesario hacerlo visible y a la mujeres que están detrás de ello.

Desde el lado de las mujeres migrantes, que se dedican al trabajo del hogar y de cuidados, plantearon la enorme brecha que tienen dentro de la sociedad vasca, pues no gozan de los mismos derechos. Señalaron que hay una vulneración constante de sus derechos al no facilitarles la regularización de sus papeles y que las leyes vigentes poco hacen por reconocer sus derechos básicos, como a las vacaciones, las horas extras y la jornada laboral regular. Esta desigualdad las coloca en un eslabón bastante inferior que las relega como de obra barata a causa del racismo estructural. Muchas de ellas se dedicaban al cuidado de la tierra y la producción de alimentos antes de migrar, por lo que se sienten cercanas a la lucha de las mujeres campesinas y por la Soberanía Alimentaria. Incluso quisieran tener oportunidades para incorporarse en este sector.

Las claves de un Feminismo Campesino y Popular que apuesta por la Soberanía Alimentaria

Las delegadas campesinas que participaron del evento recalcaron la importancia de que las mujeres estén en el centro de las decisiones que se toman para la comunidad. Un proceso que proyecte su futuro en base a la Soberanía Alimentaria, tiene que tener a las mujeres rurales como actores clave, porque se trata de cuidar y no solo de acceder a la tierra, el agua y otros bienes comunes como meros medios de producción.

“Las multinacionales y el agronegocio no van a alimentar a la gente ni recuperar el sistema de cuidados de las comunidades; las mujeres del campo hemos demostrado que podemos alimentar a nuestras familias, a nuestras comunidades y pueblos”, enfatizaron para reclamar que ellas también merecen ser cuidadas.

Esto en un contexto internacional donde la realidad local ha sido configurada por una estructura global que justifica el genocidio, reprime y criminaliza a quienes defienden su derecho a una vida digna en varias partes del mundo.

La delegación también hizo mención al enorme desafío que queda por delante para implementar la UNDROP (Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de lxs Campesinxs y otras personas que trabajan en zonas rurales) en cada uno de los territorios, como herramienta de lucha para acceder y garantizar sus derechos. Sobretodo en un momento en que la transición agroecológica se vuelve imprescindible para enfrentar problemas globales como el envenenamiento de la comida, la contaminación, el acaparamiento de los bienes comunes y el expolio de la Madre Tierra.

Un futuro común que se sustente de la Soberanía Alimentaria

La reflexión colectiva del evento concluyó en que los diversos feminismos de base son una apuesta clara por un futuro que garantice la vida digna, y que esta es una herramienta de lucha que posibilita el encuentro de diversos movimientos sociales.

Además, aunque no está manifestado de forma explícita en las demandas de cada colectivo, se reconoció que la lucha Soberanía Alimentaria es fundamental para garantizar una vida digna y con autonomía local. Sumado a ello, se concluyó en lo importante de reconocer el valor económico, político y social que tiene el campesinado al producir alimentos, cuidar las semillas y preservar otros saberes populares.

El evento culminó con acto de solidaridad: una manifestación pública en la plaza del pueblo donde se denunció el horror del genocidio en Gaza y contra del pueblo palestino. También se rindió homenaje a quienes están luchando por defender la autonomía de Palestina y se rememoró el acto loable de miles de activistas, entre ellxs campesinxs miembros de La Vía Campesina, que se movilizaron recientemente en la Caravana Soumoud y la Marcha Global hacia Gaza.

Fuente: La Vía Campesina

Temas: Feminismo y luchas de las Mujeres, Soberanía alimentaria

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