Las Políticas contra el hambre de la FAO

Idioma Español

Las instituciones políticas como la FAO, al servicio del mercado global, son responsables de que en estos 60 años, no sólo no se ha resuelto el problema del hambre, sino que dicho problema se ha agravado

Campaña en defensa de la seguridad y la soberanía alimentaria. Lucha contra el hambre: la FAO ¿Solución o problema?

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La FAO es la institución de Naciones Unidas constituida para ayudar a los Gobiernos en la lucha contra el hambre, la mortalidad y las enfermedades derivadas de una mala o insuficiente alimentación.

La FAO se funda al tiempo que el nuevo orden capitalista tras la II Guerra Mundial (Bretton Woods-1944). Su objetivo declarado es luchar contra la inseguridad alimentaria que afecta a más del 20% de la humanidad. Sin embargo, aliada desde su nacimiento con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, se ha convertido en el brazo técnico del “libre comercio” para la agricultura y la alimentación. Al remover todos los obstáculos para el desarrollo de una agricultura y alimentación mundial mercantilizada, ha contribuido a extender y cronificar la inseguridad alimentaria. Por un lado, promoviendo una agricultura y ganadería industrial altamente dependientes de químicos, maquinaria y energía para un mercado global. Por otro lado, impulsando un patrón alimentario basado en proteína animal abundante y barata. Estas políticas han fomentado el hambre en los países empobrecidos y la comida basura, la obesidad y las enfermedades alimentarias. El modelo impulsado por la FAO también es responsable del empobrecimiento de los suelos, la contaminación de las aguas, la emigración forzosa de los campesinos, el control de todo el ciclo alimentario por parte de las multinacionales y el crecimiento de la deuda externa.

Hoy se producen tres veces más alimentos para el doble de población que en los años 60, pero la cifra de hambrientos se ha disparado a 923 millones. A pesar de ello, la FAO no asume su responsabilidad en la dirección técnica del proceso. Al igual que el pasado año, en este 16 de octubre, se ha centrado en el cambio climático y los biocombustibles.

En el último año hemos asistido a la escalada del hambre por un alza brutal (100%) de los precios de los alimentos básicos. En el contexto de recesión económica mundial producida por la debacle financiera, dichos precios están cayendo en la última semana pero de la mano de un aumento vertiginoso de la pobreza y la exclusión. Sin embargo, el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de la FAO (17/10/08) nos da las recetas de siempre. Por un lado, medidas a corto plazo de índole caritativo que frenen la conflictividad social pero no interfieran en el mercado. Tanto ayudas a los colectivos excluidos para acceder a los alimentos básicos que el mercado les niega como subvenciones y créditos para que los pequeños agricultores se impliquen más en el mercado mundial. Por otro, medidas a medio plazo: cerrar la ronda de libre comercio de Doha, profundizar en la apertura de los mercados y aplicar las nuevas tecnologías (transgénicos), junto con las preexistentes (abonos químicos y tratamientos agrotóxicos) para intensificar la producción y evitar la lucha por la tierra entre alimentos y carburantes.

La FAO cuestiona todas las medidas que limiten la circulación de capitales y la concentración de tierras, recursos agrícolas y alimentarios en manos de las grandes multinacionales. Mientras la cifra de hambrientos y obesos crece con los precios de alimentos e insumos agrícolas, las multinacionales de semillas, fertilizantes y distribución de productos agrarios y comida basura, incrementan sus beneficios. Las instituciones políticas como la FAO, al servicio del mercado global, son responsables de que en estos 60 años, no sólo no se ha resuelto el problema del hambre, sino que dicho problema se ha agravado.

No podrían hacerlo sin nuestra colaboración como consumid@s. En la medida en que nuestro consumo procede de alimentos industriales globalizados y marcas blancas en grandes superficies, cooperamos con el aumento de hambre en el mundo, además de lesionar nuestra salud. Una minoría de consumidor@s, supuestamente responsables, adquirimos alimentos ecológicos, fuera de temporada y de importación. Hasta ese punto nos tienen controlados.

Si queremos formar parte de la solución, debemos cambiar nuestras pautas alimentarias, adecuarlas a los ciclos de la naturaleza y la distribución en circuitos cortos. No podremos hacerlo solos. Por eso debemos asociarnos con otr@s consumidor@s para adquirir alimentos ecológicos de temporada, producidos por pequeños productores agroecológicos cercanos.

Campaña En defensa de la Seguridad y la Soberanía Alimentaria.

Contra el hambre, la comida basura y las enfermedades alimentarias.

Por un Consumo Responsable Agroecológico, Autogestionado y Popular

Temas: Soberanía alimentaria

Comentarios

19/01/2009
Las políticas contra el hambre de la FAO, por ludena_444@hotmail.com
Realmente la FAO es una institución cómplice de las grandes transnacionales, trabaja para ellos ya que está permitiendo el alza de los alimentos y el crecimiento de la pobreza. Debe hacer cambios en el orden mundial, con intervención de los países industrializados y los países en vías de desarrollo.
19/01/2009
Las políticas contra el hambre de la FAO, por Herminio Ludeña Enciso
La FAO está contribuyendo al alza de los alimentos en el mundo y con ello está provocando que se incremente el número de hambrientos, sobre todo en los países en vías de desarrollo. Está permitiendo la siembra de monocultivos y de biocombustibles, permitiendo que grandes empresas despojen de sus territorios a comunidades asentadas en dichos lugares, con ello está dando lugar a los cambios severos del clima. Es necesario que los países en vías de desarrollo establezcan un nuevo orden mundial a fin de priorizar la seguridad y la soberanía alimentaria, la desaparición de los pobres extremos excluidos y pauperizados. Todo ello es posible si se tiene voluntad y se entabla un diálogo abierto entre los países industrializados y los países pobres.
19/01/2009
Las políticas contra el hambre de la FAO, por Herminio Ludeña Enciso
La FAO está contribuyendo al empobrecimiento y al alza de los alimentos en todo el mundo, ello al favorecer la implementación de monocultivos, de la revolución verde y los biocombustibles, todo lo cual está dando lugar a cambios severos del clima. Pero gracias a los paises en vías de desarrollo, se está tratando de establecer un nuevo orden mundial, que ojalá ocurra para beneplácito de tantas poblaciones excluidas que existen en el mundo.