A 20 años del «¡No al ALCA!»

Con un llamado a «Renovar la resistencia continental frente al libre comercio», la Plataforma América Latina Mejor Sin TLC se expresó ante el vigésimo aniversario del rechazo al proyecto norteamericano del Área de Libre Comercio para las Américas. Una victoria histórica que demostró que era posible construir poder popular a escala trasnacional.

Reproducimos a continuación la declaración completa.

20 años del No al ALCA: Renovar la resistencia continental frente al libre comercio

Plataforma América Latina mejor sin TLC

Noviembre de 2025

En noviembre de 2025 se cumplen veinte años de la histórica victoria de Mar del Plata, cuando una coalición sin precedentes de movimientos sociales, fuerzas políticas, organizaciones campesinas e indígenas, junto a gobiernos progresistas, derrotó el proyecto del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Aquella jornada no fue simplemente el rechazo a un tratado comercial: fue el momento en que los países de América Latina y el Caribe dijeron basta al proyecto neocolonial de Estados Unidos.

La resistencia al ALCA demostró que era posible construir poder popular a escala transnacional. Desde la conformación de la Alianza Social Continental (ASC), el llamado a las Cumbres de los Pueblos, los Encuentros Hemisféricos en La Habana hasta las consultas populares que sumaron millones de votos, se tejió una articulación y movilización que conectó fábricas, campos, barrios, territorios y universidades de todo el continente en una estrategia compartida de resistencia. La Alianza Social Continental, que albergó el conjunto de países de las Américas, se convirtió en la articulación continental y multisectorial más amplia que se había conocido en toda la región.

La capacidad política de esta articulación en torno a la ASC permitió realizar no sólo tácticas defensivas: abrió el espacio político para poner sobre la mesa de debate la necesidad de la integración regional. Este debate daría pie a experimentos de integración como el ALBA-TCP, UNASUR y la CELAC, que buscaron trascender la lógica del libre comercio.

Dos décadas después, el escenario ha cambiado profundamente. La proliferación de tratados bilaterales de libre comercio fragmentó lo que el ALCA pretendía unificar, pero los resultados han sido igualmente devastadores: desindustrialización acelerada, precarización laboral masiva, reprimarización de las economías y destrucción de las cadenas productivas regionales.

Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, está renovando los propósitos estadounidenses de controlar a la región usando el más vulgar intervencionismo para desestabilizar gobiernos, apoderarse de recursos naturales, establecer nuevas bases militares y alinear a la región con su propósito de restaurar su dominación global. La administración Trump practica una política agresiva que enfrenta a todos aquellos que cuestionan desde diversas perspectivas su hegemonía, defendiendo el derecho de las naciones a la soberanía y a definir su propio camino. La retórica imperialista sobre el libre comercio siempre ocultó el propósito de sojuzgar a América Latina protegiendo los intereses de sus corporaciones y debilitando los proyectos incipientes de integración autónoma.

Como Plataforma América Latina y el Caribe mejor sin TLC, reafirmamos el derecho de los pueblos y las naciones a la autodeterminación, la necesidad de una amplia unidad con quienes enfrentan la agresión imperialista y buscan la construcción de un mundo nuevo.

Por eso:

  • Denunciamos que los tratados de libre comercio vigentes continúan desmantelando las economías nacionales, precarizando el trabajo y destruyendo la producción nacional, la agricultura campesina y profundizando la crisis socioambiental.
  • Exigimos la renegociación o terminación de los tratados de libre comercio que atentan contra la soberanía nacional y los derechos sociales y la activación de políticas industriales orientadas al fortalecimiento de cadenas productivas regionales y la transición energética justa. Esto fortalecería una integración regional que esté basada en la complementariedad productiva, la solidaridad y el respeto a los territorios, no en la competencia a la baja para atraer inversiones.
  • Demandamos una regulación efectiva de las inversiones extranjeras que priorice los derechos laborales, ambientales y comunitarios sobre las ganancias corporativas. Los proyectos de inversión extractiva siguen generando persecución y criminalización de líderes sociales por toda América Latina, y los gobiernos de derecha sólo refuerzan las prácticas de libre mercado y seguridad jurídica que favorecen esa persecución.

La victoria de Mar del Plata fue posible porque existió claridad política sobre el adversario común y una estrategia compartida de confrontación a escala continental. Hoy necesitamos reconstruir esa capacidad de articulación continental, conectando las luchas, la organización y la movilización de nuestros pueblos contra el extractivismo, la precarización laboral, el desplazamiento forzado y la colonialidad digital.

Convocamos a sindicatos, organizaciones campesinas, indígenas y populares, movimientos ambientalistas, colectivos feministas, organizaciones de migrantes y todos los sectores sociales y políticos comprometidos con la justicia social a renovar el espíritu de la Alianza Social Continental. No para repetir mecánicamente las tácticas del pasado, sino para construir las formas de resistencia que este momento histórico exige.

La conmemoración no puede ser nostálgica. Debe servir para reconocer honestamente tanto las fortalezas como las limitaciones de aquel ciclo de luchas, y para asumir que estamos en una transición donde los viejos marcos ya no son suficientes, pero donde la necesidad de organización continental es más urgente que nunca.

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Fuente: Bilaterals

Temas: Crisis capitalista / Alternativas de los pueblos, Defensa de los derechos de los pueblos y comunidades, TLC y Tratados de inversión

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