Advertencia de la ONU sobre el agronegocio confirma la realidad paraguaya

Idioma Español
País Paraguay

El comunicado señala que la expansión de grandes compañías agrícolas, el control de semillas y agroquímicos, y la captura corporativa de los sistemas alimentarios están generando profundas desigualdades y vulnerabilidad alimentaria. La regulación voluntaria ya no es suficiente, afirman los expertos, quienes exigen una supervisión legal robusta y derechos colectivos protegidos.

En el caso paraguayo, la realidad reseñada por el informe "Con la Soja al Cuello" de BASE-IS confirma este diagnóstico; el material señala que durante la última década la expansión del agronegocio ha significado la pérdida de decenas de miles de hectáreas de agricultura campesina y un aumento simultáneo de las importaciones de alimentos, lo que pone en entredicho la soberanía alimentaria nacional.

El informe de la ONU y los estudios de BASE-IS coinciden en que el problema no es solo productivo, sino estructural: la acumulación de tierras, la dependencia de exportaciones, la expulsión de pequeños productores y la falta de mecanismos efectivos de acceso a la justicia. En Paraguay, prácticas documentadas muestran que el agronegocio transgénico se ha institucionalizado mediante políticas estatales, debilitando el acceso a la tierra y la participación rural.

Frente a este escenario, el llamado de los expertos es claro: se requiere una legislación nacional e internacional que obligue a las empresas agrícolas a respetar derechos humanos, además de fortalecer la agricultura campesina como garantía de seguridad alimentaria. Para Paraguay, ello significa redirigir las políticas agrarias, revisar la distribución de tierras, apoyar a comunidades campesinas e indígenas y reconocer su papel decisivo en el sistema alimentario.

Fuente: Base-IS

Temas: Agronegocio, Defensa de los derechos de los pueblos y comunidades

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