Aumenta el control de las compañías transnacionales sobre la industria “chilena” exportadora de salmón

La industria salmonera avanza en los territorios del Wallmapu y la Patagonia, con el objetivo de duplicar su producción y alcanzar los 2 millones de toneladas anuales para 2040. Paralelamente, las compañías transnacionales aumentan su control sobre la industria chilena, consolidando su dominio en la región. Los actores clave en la transnacionalización y concentración de la megaindustria salmonera en Chile son los bancos Rabobank (Holanda) y DNB (Noruega), que lideran y participan en «créditos sostenibles» por más de un billón de dólares.
Siguiendo la tendencia en la industria acuícola global, inversionistas y compañías transnacionales están incrementando la adquisición y control de empresas productoras y exportadoras de salmónidos que operan en los territorios del Wallmapu y la Patagonia chilena.
Este proceso comenzó el 2019, cuando el grupo financiero Joyvio, inversor chino que controla la empresa Lenovo mediante su filial Food Investment SpA, compró por 921 millones de dólares el 100% de las acciones de la salmonera Australis Seafoods, perteneciente a la familia Quiroga.
En mayo de 2022, Cargill, gigante norteamericano de los alimentos y agricultura a nivel global, ingresó a la salmonera chilena Multi X mediante el control del 24,5% de sus acciones, después que la japonesa Mitsui adquiriera un 24,5 % de las acciones de esta empresa valorizada en 1.000 millones de dólares, la cual tuvo ingresos por 127,3 millones de dólares el 2024.
Por su parte, el grupo japonés Nissui, que opera desde 1988 en la isla de Chiloé y la región de Aysén, a través de la empresa Salmones Antártica S.A., se encuentra negociando la compra de concesiones perteneciente a la salmonera Yadrán, propiedad del empresario Ignacio Briones.
Yadrán exporta 270 millones de dólares al año, y cuenta con diversas pisciculturas entre las regiones del Biobío y Aysén, así como varios centros de engorda de salmones en el mar, y una planta procesadora industrial en la isla de Chiloé. En tanto, Nissui se especializa en productos marinos con sede en Tokio. Su último ejercicio anual reportó ventas por 5.600 millones de dólares a nivel global.
La brasileña JBS, la mayor empresa procesadora de carne del planeta, propiedad de la familia Batista, se encuentra negociando ingresar a la propiedad de la salmonera Ventisquero Holdings, que opera en Chile controlada por el grupo inmobiliario, hotelero y cervecero alemán Schorghuber. También está en negociaciones con Australis Seafood, propiedad del grupo chino Joyvio que opera en la Patagonia.
JBS cuenta con operaciones en Brasil, Estados Unidos, Canadá, México, Reino Unido, Puerto Rico y Australia, obteniendo ganancias que superan los por 4 mil millones de dólares anuales.
En 2021, JBS compró la salmonera australiana Huon Aquaculture por 315 millones de dólares, extendiendo su negocio de proteínas a la acuicultura industrial. El banco holandés Rabobank recibió el mandato para actuar como intermediario y ya tuvo una primera ronda de conversaciones con los interesados más entusiastas: inversionistas locales y extranjeros, pero el procesador de carne más grande del mundo habría hecho la mejor oferta.

Las concesiones de la salmonicultura entregadas por el Estado chileno están hipotecadas a bancos nacionales e internacionales
Actores claves detrás de este proceso de transnacionalización y concentración económica de la mega industria salmonera con base en Chile lo constituyen los bancos Rabobank (Holanda) y DNB (Noruega), quienes lideran y participan mediante los denominados “créditos sostenibles”, los que superan el billón de dólares.
En el 2018 entregaron el primer “crédito verde” al holding Agrosuper, propietaria de AquaChile. También refinanciaron a la controvertida salmonera Blumar, propiedada de la familia Sarquis, y las empresas Ventisqueros y Camanchaca, y el 2022 actuó como asesor financiero de Cargill para que adquiriera el 24.5% en Salmones Multiexport.
Importante es señalar que un informe de la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas de Chile indica que 587 concesiones acuícolas salmoneras están hipotecadas a bancos internacionales y nacionales, con compromisos que suman miles de millones de euros, por lo que si son embargadas por no pago de créditos no pueden ser caducadas por el Estado sudamericano.
La megaindustria salmonera transnacional se encuentra en pleno asalto de los territorios del Wallmapu y la Patagonia con miras a duplicar sus actuales producciones, y alcanzar los 2 millones de toneladas de peces anuales al 2040, de la mano del actual intento geopolítico de empresas inglesas, danesas y noruegas de expandir los cultivos intensivos de salmones hacia la parte argentina de la isla de Tierra del Fuego y del archipiélago de las Malvinas, con el propósito de convertirla en una de las principales regiones productoras y exportadora de salmón a nivel global.
Fuente: Ecoceanos