Científicos de todo el mundo llaman a tomar medidas para detener la contaminación genética del maíz mexicano

Más de 80 científicos de distintos países hicieron hoy un llamado a los gobiernos del mundo para que "utilicen todos los medios posibles para evitar la contaminación del maíz mexicano y sus variedades criollas con variedades de maíz genéticamente modificado".

"Greenpeace, junto con otras organizaciones y científicos mexicanos, había advertido desde 1999 que la importación de maíz transgénico de Estados Unidos derivaría en la contaminación genética del maíz mexicano. Las autoridades de agricultura, encargadas de proteger los recursos agrícolas de México, hicieron caso omiso a estas advertencias y hoy el maíz originario de nuestro país está contaminado. Esperemos que el gobierno haga caso a este llamado y tome las medidas necesarias para resolver esta situación", afirmó Héctor Magallón, coordinador de la campaña de consumidores de Greenpeace México.

En su llamado, los científicos consideran que "la diversidad genética de nuestros cultivos es esencial para el futuro de la agricultura mundial; que las variedades criollas y nativas que crecen en los centros de diversidad de los cultivos juegan un papel particular en la conservación del patrimonio genético de los cultivos; que los organismos transgénicos podrían amenazar especialmente los centros de diversidad; y que el maíz transgénico podría poner en peligro particularmente la diversidad genética del maíz mexicano nativo, criollo y de sus parientes silvestres, tales como el teocintle". Por esta razón hicieron un llamado a que se tomen medidas para evitar la contaminación genética del maíz mexicano.

Entre los científicos que firman este documento destacan Rafael Ortega Paczka, profesor e investigador de la Universidad Autónoma Chapingo; Ignacio Chapela, de la Universidad de California Berkeley; Peter Roset, del Institute for Food and Development Policy; Tewolde Berhan Gebre Egziabher, del Institute for Susteinable Development; Charles Benbrook, del Northwest Science and Environmental Policy Center, entre otros.

Este llamado se da a conocer el mismo día en que aparece publicado en la revista Nature el artículo titulado "Transgenic DNA introgressed into traditional maize landraces in Oaxaca, Mexico"(Introgresión de ADN transgénico en variedades tradicionales de maíz en Oaxaca, México), del doctor Ignacio Chapela, quien descubrió; la contaminación del maíz mexicano por transgenes. Dicha publicación demuestra científicamente la presencia de genes provenientes de variedades comerciales de maíz transgénico en maíces criollos de esa región. En el artículo también se comprueba que el maíz distribuido por Diconsa en comunidades del municipio de Ixtlán contiene granos transgénicos.

"En su comparecencia ante la Cámara de Senadores del pasado 25 de octubre el secretario de Agricultura, Javier Usabiaga, afirmó que no había evidencia científica sobre la contaminación. Ahora le preguntamos si le parece suficiente evidencia este artículo publicado en una de las revistas científicas más importantes del mundo. ¿Bastará esto para que ahora sí tome medidas para detener y revertir la contaminación genética del maíz mexicano? ¿Quién más tiene que conminarlo a hacer su trabajo y a tomar estas medidas además de la comunidad científica del mundo? ¿Qué espera para detener la entrada de maíz transgénico a México?", cuestionó Magallón.

Greenpeace informó que el secretario ejecutivo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), Fernando Ortiz Monasterio, aseguró a los ambientalistas que desde que tomó posesión del cargo (20 de julio pasado) notificó de la contaminación a los secretarios de Agricultura, Salud, Medio Ambiente, Hacienda, Economía y Educación Pública. De entonces a la fecha, ni la Cibiogem ni las secretarías que la integran han dado a conocer las medidas que tomarán para detener y revertir la contaminación genética del maíz mexicano.

El 5 de octubre pasado, Greenpeace junto con 40 organizaciones, exigió a las secretarías integrantes de la Cibiogem aplicar un plan de emergencia que incluye detener la entrada de maíz transgénico a México, determinar la extensión y la magnitud de la contaminación en todo el país, llevar a cabo un plan de remediación que promueva la siembra de maíces criollos y los modelos agrícolas campesinos, fincar responsabilidades legales a los funcionarios y empresas responsables de la contaminación, entre otros puntos.

"Ya han pasado por lo menos cuatro meses desde que el secretario de Agricultura sabe de esta contaminación y no ha tomado ninguna medida al respecto, empezando por detener la fuente de la misma que es el maíz transgénico importado de Estados Unidos. La sociedad civil de nuestro país ya manifestó su preocupación al respecto e hizo sus propuestas para resolverla. Ahora es la comunidad científica internacional la que se pronuncia. El siguiente paso está en las manos de Usabiaga", concluyó Magallón.

El 18 de septiembre pasado la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) reconoció que en 15 de 22 comunidades estudiadas en Oaxaca y Puebla se encontró que entre el 3 y 10 por ciento de las semillas están contaminadas con transgenes provenientes de maíces transgénicos. Este es el primer caso de contaminación por organismos transgénicos de un centro de origen y diversidad de un cultivo. Esta contaminación puede llevar a la desaparición de las variedades mexicanas de maíz comprometiendo la seguridad alimentaria, no sólo de México sino del mundo, ya que la reserva genética de los cultivos garantiza el abasto de alimentos para la humanidad.

Greenpeace México, 29-11-01

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