Colombia: “Las Ceibas no se explota, porque en Neiva el agua se agota”

Idioma Español
País Colombia

Esta es la consigna que une a las comunidades rurales y urbanas por la defensa de la cuenca hidrográfica partera del río Las Ceibas, única fuente hídrica de agua potable para el consumo de la población de la ciudad de Neiva tanto de la cabecera municipal como de las zonas rurales, ante la amenaza de exploración y explotación petrolera por parte de la compañía Alange Energy Corp, filial de la multinacional canadiense Pacific Rubiales.

Entre las montañas de estepa verde de la cordillera oriental, con profundos desfiladeros merodeados por cientos de aves que alzan su vuelo al cielo, mientras suena en la tierra fértil el sonido del machete y azadón de campesinos, discurre suave y sin parar el río Las Ceibas. La cuenca se ubica en el corregimiento que lleva su nombre, Las Ceibas, su zona de reserva forestal inicia en el kilómetro 31 por la vía, entre asfalto y tierra, que une a la ciudad de Neiva con el norte del Departamento del Caquetá. Al norte, dicho corregimiento limita con su par, Vegalarga; al sur, con el corregimiento del Caguán; al occidente, con la cabecera urbana de Neiva; y al oriente, con la región del Pato, Balsillas.

La profesora de la Universidad Surcolombiana, Leyla Marleny Rincón, quien ha acompañado el desarrollo de organizaciones ambientalistas en la ciudad, afirmó que “en la ley 99 de 1993, -ley general ambiental de Colombia-, en el numeral 5 del artículo 1 dice que en la utilización de los recursos hídricos, el consumo humano tendrá prioridad sobre cualquier otros usos. Esa es la bandera, lo está diciendo nuestra norma, el recursos hídrico es prioritario para el recurso humano. Agua, derecho humano”. Es decir, que no solo se está defendiendo el territorio, sino, la Vida, la vida humana, la vida de la cuenca, la vida de los pueblos, entendiendo que agua es sinónimo de vida en todas sus diversidades, y que reclamar el agua como derecho es proteger y valorar la vida, por tanto, la autorización dada por la Agencia Nacional de Hidrocarburos para la exploración y posterior explotación en esta cuenca hidrográfica a la empresa Alange, es un atentado a la vida.

Neiva en los últimos 20 años ha sufrido por falta de agua, en verano que porque el río bajaba su caudal significativamente, y en invierno, porque arrastraba demasiado sedimento por la erosión de la tierra hacia la cabecera del río causada por la ganadería extensiva y prácticas agrícolas como las quemas, que generaban un impacto negativo sobre el afluente. Ante esta situación, desde hace unos años se desarrolla un plan de recuperación y conservación de la cuenca Las ceibas. “El plan lleva 5 años en ejecución, lo venía ejecutando la FAO en un convenio con los aportantes, que son Empresas Públicas de Neiva, la gobernación, la alcaldía y la CAM. Son 5 años de ejecución en donde se han venido concertando actividades para lograr una buena conservación de la parte ambiental en esta área. Se han venido haciendo acciones desde el punto de vista de reforestación, aislamiento, compra de predios y sobretodo asistencia técnica a la parte media baja de la cuenca en la parte de cultivos, para tratar de estabilizar y darles como alternativas a los productores, para que sigan desarrollando su actividad productiva en esta área sin afectar los recursos”, manifestó Javier Cardozo, hoy coordinador del Plan de Ordenación y Manejo de la Cuenca.

Audelina Espinosa, lideresa campesina de este corregimiento, edil del mismo y presidenta de la Junta de Acción Comunal de la vereda Los Cauchos, con un sentido crítico cuestionó el hecho de que hubiesen desalojado a varias familias campesinas so pretexto de conservar la cuenca cuando hoy en día el gobierno nacional se la entrega a las multinacionales, nos contó que “el plan de ordenación y manejo de la cuenca hace que la cuenca se divida en 2 partes: Una, que es la zona de reserva, según el plan allí no deben quedar personas, cuando se empezó el plan hace 5 años habían más de 300 familias habitando esa zona, hoy en día no alcanzan haber 100 familias, familias que les ha tocado dejar su tierra, desarraigando todo lo que en ella hay y yéndose a vivir, unos a la ciudad y otros a mirar para dónde cogen sin ningún trabajo social que los acompañe, todo por sostener el agua a la ciudad de Neiva. La parte baja que es zona productiva es en la que nosotros estamos y va hasta la ciudad de Neiva, estamos haciendo un trabajo para trabajar amigablemente con el medio ambiente, todo para sostenerle el agua a la ciudad de Neiva”.

En mayo de 2013 la petrolera Alange Energy Corp, en la vereda Los cauchos, “hizo la socialización del estudio ambiental que ellos venían haciendo, allí se hizo la socialización y toda la comunidad de la vereda los cauchos les dijo no estamos de acuerdo a la explotación petrolera en nuestra región y de allí nació la idea, y la asociación de juntas, unida a todas las juntas de acción comunal del corregimiento, nos hemos venido uniendo en esa lucha”, y continuó doña Audelina haciendo un llamamiento, “queremos que ustedes que son los ciudadanos, ustedes que son los directos afectados de la necesidad del agua de la cuenca del río las ceibas, entonces que sean los que abanderen, los que luchen por eso, a nosotros siempre nos van a tener y van a tener el acompañamiento de todos nosotros”.

 

Aunque el problema del río Las Ceibas no se centra solo en esta inminente amenaza de extracción de hidrocarburos, en lo que podría considerarse como la parte media de la cuenca, se está atentando contra el río por medio de “la explotación del material de arrastre, que es algo que se le tiene que estar haciendo al río, pero que no se le puede entregar a unos privados, porque son desbordados y no cumplen con las licencias ambientales, es una problemática grave, ya han suspendido dos licencias, vuelven y en contra de la ley abren las trituradoras, entonces varias son las amenazas que afectan la cuenca del río Las Ceibas”, señaló Mario Alberto Escobar Quintero, corregidor de Las Ceibas.

 

También en la parte baja de la cuenca, las constructoras han levantado edificios sobre humedales que hacen parte integral de este ecosistema que es el río Las Ceibas. Por encima del ecosistema, están los intereses inmobiliarios y la especulación del suelo que beneficia tanto a las constructoras como al sector bancario en detrimento de la calidad de vida digna y el derecho al agua que tenemos los neivanos.

 

Para dar esta pelea de manera organizada y colectiva, se conformó el Comité Cívico y Popular por la defensa de la cuenca, proceso de resistencia de acción comunal en el que participan vecinos y vecinas del corregimiento Las Ceibas, de las comunas de la ciudad, académicos comprometidos por la defensa del territorio y el medio ambiente, estudiantes de secundaria y universitarios, la Fundación ambientalista Curíbano, la Corporación casa de Exigibilidad de los DESCA, movimientos políticos como el Congreso de los Pueblos, la Marcha Patriótica, sindicatos como el del magisterio (Asociación de Institutores Huilenses) y del sector petrolero (Unión Sindical Obrera), todos unidos con un mismo propósito, la defensa del río Las Ceibas frente al desenfreno de la locomotora minero-energética a la que tanto alude el presidente Santos, sin importarle las consecuencias sociales, ambientales y económicas del modelo extractivista que acumula despojando campesinos e torturando la naturaleza.

 

Fuente: Colombia Informa

Temas: Agua, Petróleo

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